La publicación ayer de las cifras del paro contabilizadas por la EPA -considerada por los expertos como la estadística más fiable- ha encendido las señales de alarma en prácticamente todos los grandes medios de comunicación nacionales. Independientemente de la opción política (PSOE o PP) por la que apuestan sus grupos monopolistas propietarios, las coincidencias en una serie de puntos claves son los suficientemente significativas como para que las clases populares nos pongamos también alerta. Ya se sabe que cuando hay reunión de zorros, peligro para el gallinero.
El diario El País vuelve a introducir en su editorial –y ya es la segunda vez esta semana– que no hay más oción para intentar frenar la sangría en que se está convirtiendo el paro que una rebaja de los salarios reales. Al tiempo que urge al Gobierno de Zapatero a tomar medidas radicales de inversión pública capaces de generar riqueza y empleo y no poner parches coyunturales. De lo contrario, afirma, tenemos crisis para los próximos 5 años.ABC y La Razón exigen del gobierno reformas estructurales de fondo, que aunque no expliquen de forma clara y abierta están en sintonía con las propuestas recientemente por la CEOE, la gran patronal española: rebaja salarial, abaratamiento del despido, más flexibilización del mercado laboral, reforma de las pensiones,… Recetas que Expansión –el diario económico de mayor tirada recientemente adquirido por el grupo editor de El Mundo– resume en la necesidad de dejar de lado “el bálsamo” del diálogo social y la “anestesia” de las ayudas sociales estatales. Exigencia que, previsiblemente, se vuelva cada vez más apremiante ante la inexplicable ausencia de “contestación social, sindical o parlamentaria”. ABC. MadridEL PARO Y EL CUENTO DE LA LECHERASi en una semana, el Gobierno ha equivocado en tres puntos porcentuales el cálculo de la tasa de paro de 2008, es decir, de un ejercicio ya cerrado, resulta temible la desviación que puedan sufrir sus previsiones de desempleo para 2009, si se mantiene el mismo margen de error (…) El Gobierno ya no es fiable siquiera cuando hace previsiones retrospectivas, pese a que, teóricamente, debe tener conocimiento de la evolución diaria de la población activa (…)La gravedad de la manifiesta incapacidad del equipo económico de Rodríguez Zapatero por conocer la realidad de la crisis no acaba en esta diferencia de datos. Por el contrario, revela toda una estrategia de ocultación, torpe y de eficacia efímera (…) A un gobierno no se le pueden pedir milagros cuando algunas soluciones son globales, pero al equipo económico de Rodríguez Zapatero hay que exigirle que en algún momento diga la verdad y la comunique oficialmente (…)Ahora, con estas nuevas cifras que agravan el paro y la destrucción de empleo, es el momento de conocer a cuánto ascenderá el gasto público en desempleo, cuánto importa la merma de ingresos de la Seguridad Social y qué perspectivas tiene la viabilidad del Estado del bienestar en estas condiciones. Sin presupuestos válidos para 2009, sin cifras fiables y sin equipo competente no es posible superar la crisis. Tienen razón el Gobierno y el PSOE cuando dicen que los organismos internacionales suelen equivocar sus previsiones sobre España. En efecto, la realidad es peor (…)ABC. 24-1-2009 EL PAÍS. MadridUN PLAN CONTRA LA CRISISLa economía española cerró el año 2008 con 3.207.900 parados, según la encuesta de población activa (EPA), equivalentes a una tasa de paro del 13,91% (…) No sería descabellado calcular que este año desaparecerán al menos otro millón de empleos, que la tasa de paro se aproximará al 18% y que la economía española caerá en una espiral recesiva que puede ser más profunda que ese 2% de contracción del PIB que auguró la Comisión Europea. El hundimiento del mercado inmobiliario, la burbuja sobre la que los Gobiernos del PP edificaron un periodo de prosperidad que parecía inagotable, la caída del sector servicios arrastrado por la construcción y la crisis del mercado crediticio explican la fase recesiva. Con la foto fija del mercado laboral de 2008, las pésimas proyecciones de crecimiento y la persistencia de un mercado mundial de préstamos bloqueado por el pánico sugieren que la economía española se encuentra hoy más cerca de un periodo de depresión que de la recuperación anunciada con más voluntad que acierto por las autoridades económicas. Quizá el empleo mejore si bajan los salarios reales; o tal vez en lugar de contraerse el 2%, el PIB lo haga sólo el 1,6%. Pero la prudencia aconseja prepararse para el peor de los escenarios posibles y obrar en consecuencia. Para ello hay que aceptar que las variadas y menudas políticas anticrisis elaboradas por el Gobierno han sido superadas por los acontecimientos (…) Pero, sobre todo, la magnitud de la recesión española obliga a preparar un plan de recuperación de la economía que vaya más allá de la creación coyuntural de empleo.El plan de acción adecuado para afrontar una situación económica que empieza a angustiar a los ciudadanos implica aprobar un amplio paquete de inversiones, superior al que se ha diluido entre los municipios, para activar aquellos mercados que proporcionen riqueza, competitividad y empleo estable durante la próxima década. Cualquier nivel de endeudamiento, por oneroso que parezca, estará justificado si se destina a inversiones en los mercados de energía, nuevas tecnologías, educación y sanidad. La diferencia entre los planes económicos precisos elaborados por Barack Obama y las actuaciones del Gobierno español no hay que buscarla en la cuantía de las inversiones, sino en la exactitud con la que los economistas del nuevo presidente han identificado las fuentes de una riqueza duradera.El Gobierno español actúa como si se resistiese a aceptar la realidad de una situación de crisis que el propio Solbes ha acabado por calificar de “insólita” (…) O rompe con esta inercia o el futuro económico del próximo lustro va a quedar muy comprometido.EL PAÍS. 24-1-2009 LA RAZÓN. MadridRADIOGRAFÍA DE UN DRAMALa última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al cuarto trimestre del pasado año, es una radiografía fiel del convulso drama social y económico que padece España en estos momentos. Las cifras hablan por sí solas y las estadísticas desnudan una realidad alarmante que afecta cada a día a más gente y, lo que es peor, sin que se atisbe ningún síntoma de recuperación en el futuro inmediato. La sangría laboral continúa a un ritmo aceleradísimo (…) Estamos, sin duda, ante un panorama de emergencia (…) La opinión entre los expertos y las entidades de estudios macroeconómicos coincide casi por unanimidad en que la cifra de parados superará los cuatro millones a final de 2009. (…) En esta coyuntura, si alarmantes son los resultados de la EPA, no lo son menos las sensaciones que transmite a la opinión pública un Gobierno sobrepasado por los acontecimientos y aprisionado por la envergadura de la crisis (…) Los sucesivos planes de contingencia han estado marcados por la improvisación y la superficialidad. Se ha atacado a un cáncer terminal con aspirinas, pero se ha vendido políticamente con una retórica tan retorcida como envolvente. Esa secuencia de parches ha debilitado las arcas públicas hasta condenarlas a un déficit público desproporcionado que terminaremos pagando muy caro. El propio vicepresidente Pedro Solbes ha reconocido que el Gobierno ha agotado su margen de maniobra. Y es cierto. La política del subsidio, del gasto público, de la deuda está extenuada y sus resultados están a la vista. Pero es falso que no existan respuestas eficaces que ya fueron aplicadas con éxito en circunstancias similares por las Administraciones del PP. Se ha preferido no acometer reformas fiscales ni laborales, ni otras estructurales, que incidieran en la competitividad y la productividad, porque muchas de ellas exigirían decisiones duras y dolorosas y conllevarían un desgaste político no menor. Las recetas, por tanto, existen, pero es precisa la determinación para aplicarlas. Zapatero debe escuchar y atender a la oposición porque la situación lo exige (…)LA RAZÓN. 24-1-2009EXPANSIÓN. MadridSE AGRAVA LA SANGRÍA LABORALLa sangría laboral en España continúa aumentando sus dosis de dramatismo sin que inexplicablemente prenda una contestación social, sindical o parlamentaria, más allá de la oposición que ejerce el PP, que fuerce al Gobierno a salir de su ensimismamiento ante la gravedad de la crisis.Los resultados de la EPA del cuarto trimestre producen escalofríos. El paro aumentó en 2008 en casi 1.300.000 personas (…) después de que entre octubre y diciembre perdieran su empleo 6.600 personas cada día. Por más que el vicepresidente Solbes lo descarte, a este ritmo no es improbable alcanzar los 4 millones de desempleados en verano (…)Ante este panorama, y cuando aún queda por pasar lo peor, resulta sobrecogedor que Solbes haya arrojado la toalla al asegurar que ha agotado todo el margen para combatir la crisis, después de haber gastado 50.000 millones (…) en medidas electoralistas, sin efectos perceptibles sobre la actividad. Lo peor es la ausencia de ideas del Gobierno, como lo testimonia la desesperada apelación a la autárquica compra de productos made in spain para salvar puestos de trabajo. En vez de limitarse a suplicar a las empresas “que mantengan todo el empleo que puedan”, haría bien Zapatero en promover mejoras de la capacidad competitiva de éstas en lugar de ponerles más palos en la rueda. Y eso exige, para empezar, abandonar tics electoralistas como la imposición de una anticompetitiva subida del salario mínimo en plena recesión. Para la negociación de los convenios hubiera sido de gran ayuda, además, que el Gobierno reflejara en su cuadro macroeconómico la auténtica inflación esperada para 2009, próxima a cero, en lugar de mantener un inverosímil 2%, referencia a la que se están aferrando los sindicatos para exigir incrementos salariales incompatibles con la actual precariedad empresarial. Sorprende que el Gobierno ni se haya planteado siquiera flexibilizar la negociación colectiva para que cada empresa pueda determinar la política salarial en función de sus circunstancias, en vez de estar sometida al soviético dictado sectorial. La reiterativa apelación al diálogo social como bálsamo de todos los males y la anestésica afirmación de la vicepresidenta De la Vega de que “no se abandonará a nadie a su suerte”, lejos de transmitir confianza sólo infunden más inquietud y desánimo.EXPANSIÓN. 24-1-2009EL DIARIO DE CÁDIZ. CádizMUCHO PEOR QUE MALLos peores augurios se han cumplido. El goteo incesante de cierres de empresas, expedientes de crisis y regulaciones de empleo durante los últimos meses de 2008 hacía prever que las estadísticas del desempleo de dicho ejercicio iban a resultar dramáticamente altas. Lo han sido (…)El paro creció el año pasado un 66,4% en relación con el año anterior, situando la tasa en el 13,9% de la población activa, la mayor en los últimos nueve años. Ha afectado a todos los sectores productivos, como corresponde a una crisis generalizada, especialmente a los servicios y la construcción. A Andalucía le cabe el dudoso honor de encabezar el ranking nacional de parados (pasan de 850.000). Lo más espectacular de la situación definida por la EPA es que ya existen en España 827.000 hogares con todos sus miembros en situación de paro. Por lo tanto, sin otros ingresos que los derivados del cobro del subsidio… en el caso de que tengan derecho a percibirlo (…)Hay que destacar que, junto a la destrucción específica de puestos de trabajo, se está produciendo también la incorporación al mercado laboral -en muchos casos, a las colas de parados- de muchas mujeres que tratan de buscar algún empleo para ayudar a una economía familiar en dificultades por la precariedad, o la pérdida, del trabajo del marido. Se están viviendo situaciones realmente dramáticas, desconocidas para varias generaciones de españoles criados en los tiempos de crecimiento y euforia (…) Los ciudadanos (…) ven acercarse a sus vidas el fantasma más hosco y desolador de la crisis, si es que no les ha alcanzado ya.EL DIARIO DE CÁDIZ. 24-1-2009 EL CORREO DE ANDALUCÍA. SevillaESPAÑA ‘DIGIERE’ LA PEOR FASE DE LA CRISISSi hay algo que estremece aún más que conocer que hay más de 800.000 familias españolas en las que ninguno de sus miembros tiene trabajo es pensar que la masiva destrucción de empleo que sufre el país aún no ha tocado fondo (…) los españoles están tomando conciencia de que la situación es la más grave que ha vivido el país en muchas décadas. La Encuesta de Población Activa (EPA) que hizo pública ayer el Instituto Nacional de Estadística confirma los estragos que causa sobre el empleo el hundimiento de los mercados. España supera ya los 3,2 millones de parados y alcanza una tasa de casi un 14% de desempleo, cifra aún mayor en el caso de Andalucía, donde uno de cada cinco ciudadanos con edad de trabajar no lo hace (…) En materia económica, ni hay recetas milagrosas ni se conocen soluciones cortoplacistas. Como el resto de países de nuestro entorno, España ha activado políticas de inversión pública y de garantía de la cobertura que se presta a quienes pierden sus trabajos. Pero, como ha dicho Pedro Solbes, no hay mucho más margen de actuación. No es hora, por tanto, de enfrentamientos estériles ni de una oposición atolondrada que prefiera una situación de tierra quemada. Urge un acuerdo general, si se quiere a modo de pacto de Estado, para que todos –partidos políticos, agentes sociales– encaminen sus pasos en la misma dirección. Lo necesita la sociedad española y, en particular, los más de tres millones de compatriotas que no tienen trabajo.EL CORREO DE ANDALUCÍA. 24-1-2009