sanidad: bancos de células madre

paraí­sos biomédicos

Hoy hay en España 25.000 parejas que han mandado almacenar en bancos extranjeros la sangre del cordón umbilical de sus hijos en previsión de que el desarrollo de las tecnologí­as biomédicas permitan su utilización individualizada en el futuro. Esta cifra, que supone multiplicar por una vez y media los cordones almacenados en octubre de 2007 no se puede achacar únicamente al efecto flautista de Hamelí­n del anuncio de la Casa Real, cuando dijo públicamente que la sangre del cordón umbilical de la infanta Leonor habí­a sido enviado al extranjero para su almacenaje, sino también a los los avances en el terreno de la reprogramación celular que va generando la idea de «guardar hoy para lo que pueda pasar mañana». ¿Es eso cierto? ¿Es un lujo o una necesidad?

Extraer, trasladar, rocesar y custodiar durante veinte años la sangre del cordón umbilical cuesta entre 1.300 y 2.000 euros. Frente a las 25.000 muestras que ha salido al extranjero, en la actualidad existen 34000 cordones almacenados en los bancos de células de las diferentes comunidades autónomas. Lo que diferencia uno de otro es la legislación. Mientras en España está permitida, desde 2006, la instalación de bancos de células privados, éstos no pueden garantizar el uso privado de las muestras por la persona que las deposita. Esto significa que si durante su almacenaje otra persona necesita esas células el banco está obligado a entregarlas para que dicha persona se pueda beneficiar. ¿En qué casos se utilizan las células madre de cordón umbilical? Se usan como tratamiento, sobre todo, en varias formas de leucemias. En total veinte enfermedades. Y, aunque es motivo de controversia entre diferentes investigadores, tal como afirma Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Transplantes, el autotrasplante de la sangre previamente almacenada en un banco privado ha sido eficaz en contadas ocasiones a escala mundial. Ninguna sociedad científica recomienda guardar los cordones para uso propio. De hecho, generalizar esta práctica conllevaría romper el principio que guía a la ONT de que los órganos y tejidos vayan siempre a quien los necesita, no a quien paga por ellos. Principio sin el cual, pocos donarían desinteresadamente los órganos o tejidos, se los guardaría para sí mismos o los donaría sólo en el caso de no poder costearse su almacenaje. No hay más que cotejar las tasas de donación de órganos de los países donde es almacenada la sangre de los cordones con las tasas de España, líder mundial con diferencia. Al actual ritmo de donación en 2013 los bancos españoles, públicos y privados, dispondrán de 60.000 muestras, suficientes para cubrir la demanda española. El único banco privado que funciona en España, Vida-Cord (Alcalá de Henares) gestiona 16.000 muestra en el extranjero (Nottingham, Varsovia) frente a tan solo 600 en el interior, siempre sometidas a su uso público si son requeridas. De todas formas, el “guardar hoy para lo que pueda pasar mañana”, practicado por las clases pudientes tiene su razón de ser, en tanto está por desarrollar todo el campo de la reprogramación celular, y puede suponer una ventaja en campos todavía desconocidos. Si lo hace la Casa Real no será por capricho.

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