Selección de prensa

Papiloma: el alto precio a pagar por la vacuna

Los padres tení­an razón. La salida del hospital de Raquel, una de las dos chicas ingresadas en Valencia a causa de la vacuna del papiloma, tení­a más tintes de ser una medida polí­tico-mediática que una decisión tomada en función de la seguridad de la chica valenciana.

Aunque esta vez el movimiento y las iernas (acompañado de febrícula de 37,8º que ya tenía al abandonar el hospital) no ha evolucionado como otras ocasiones en que ha ido “ascendiendo y acaban generalizándose con convulsiones importantes", sí ha ocasionado un reingreso de la chica. Según “fuentes sanitarias” de la que se han hecho eco los medios, la niña llegó con una “crisis de ansiedad". Pero dados los antecedentes de que la enfermedad en ningún momento ha sido controlada por los médicos, no es nada prudente dejar caer en ningún momento que se están mezclando otras causas más allá de la vacuna en lo que ocurre. Prueba de ello es que el portavoz de las familias, Vicente Herrera, ha indicado que la otra niña ingresada, de 14 años, volvió a sufrir convulsiones ayer por la tarde, aunque no precisó ser intubada, y ha indicado que sus padres también contemplan poner una reclamación en el servicio de Atención al Paciente. Frente a la tesis del fabricante de que la administración de la vacuna y la reacción de las dos chicas no son “hechos causales sino casuales”, algo que por cierto está todavía por dilucidar, no hay nada mejor que partir de los hechos para poder hacerse una idea de los intereses en juego en este caso. Y los hechos no apuntan a un asunto local de Valencia. La vacuna se viene administrando a nivel mundial, se trata de la vacuna más cara de la historia y supera con creces el límite (1 millón de dólares al año) por el cual un producto farmacéutico es considerado un blockbuster, o sea un superventas. Mientras en EEUU el Wall Street Journal valora la conveniencia de aplicar la vacuna en hombres jóvenes, sobre todo homosexuales, lo que va a ampliar sustancialmente el mercado de la vacuna, en Hispanoamérica el dinero es el obstáculo para poder vacunar a los sectores de población que más altas tasas de cáncer de cérvix tienen, como podemos leer en el Universal, o el gobierno panameño se ve obligado a entrometerse en el sector sanitario privado para analizar la seguridad de la vacuna. En España la mitad de los catedráticos de salud pública exigen la paralización de la vacuna, calculando que en los 30 años necesarios para analizar sus efectos el gobierno se habrá gastado 4000 millones de euros. Se calcula que la vacunación universal para las 200.000 niñas españolas entre 11 y 14 años costará unos 60 millones de euros. El cribado actual mediante citologías cuesta unos 50 millones. El asunto es que este cribado no se va a poder evitar, ya que la vacuna protege contra cuatro tipos del virus productores de cáncer pero eso sólo supone entre el 40 y el 70% de cobertura dependiendo de la zona geográfica. Las niñas van a tener que seguir yendo al ginecólogo. Artículo del Informe Diario de Salud Femenina 5 marzo de 2009 El Diario de Wall Street el miércoles examinó el uso potencial de la vacuna contra el virus del papiloma humano de Merck, Gardasil, entre hombres jóvenes. La vacuna actualmente es aprobada para el uso en muchachas y mujeres de nueve a 26 años para prevenir cuatro tipos de infecciones del virus que pueden conducir al cáncer cervical en mujeres, dos de los cuales pueden conducir a verrugas genitales en ambos sexos. Merck recientemente solicitó la aprobación de la vacuna para el uso en hombres jóvenes en el mismo rango de edad, lo que doblaría la población objetivo de la vacuna.Además del cáncer cervical entre mujeres, VPH puede causar cánceres raros del pene y otros en hombres. Además, vacunar hombres contra HPV podría reducir la posibilidad que los hombres transmitieran el virus a un compañero sexual. A Pesar de la decisión de la FDA de no aprobar Gardasil para el uso en mujeres mayores, muchos expertos de la industria creen que la agencia aprobará la vacuna para el uso en hombres jóvenes.Según un reciente estudio financiado por Merck sobre el uso de Gardasil entre hombres jóvenes, la vacuna reduce lesiones genitales externas causadas por el virus en aproximadamente el 90 %. El estudio no encontró ningún caso de cáncer de pene ni en el grupo vacunado ni en el grupo placebo. Sin embargo, estos cánceres pueden aparecer al cabo de unos años, según el Diario. Además, los investigadores han completado una evaluación de si Gardasil previene lesiones anales precancerosas entre hombres homosexuales, y Merck no ha examinado si la vacuna puede prevenir ciertos cánceres de cuello y cabeza causados por el virus del papiloma.Amanda Dempsey, profesora de pediatría y enfermedades transmisibles en la Universidad de Michigan que ha estudiado Gardasil, dijo que es posible que las verrugas genitales, la consecuencia menos seria de VPH, pudieran ser la razón más convincente para que los hombres aceptaran ser vacunados. Según Dempsey, las verrugas pueden causar tensión “y una carga psicológica” para la gente que las sufre. Vacunar hombres jóvenes contra el VPH también podría crear “inmunidad de manada,” que reduciría la transmisión de HPV entre la población general, informa el Diario.Mark Goldstein, jefe de medicina en el Hospital MassGeneral para Niños, dijo que es toda “una responsabilidad ser inmunizado, puesto que no sólo debe uno protegerse a sí mismo sino también al compañero” Sin embargo, algunas personas podrían ser escépticas sobre el uso de Gardasil entre hombres jóvenes, en particular porque la vacuna cuesta al menos 360 dólares y combate cánceres de hombre relativamente raros y verrugas genitales, que no suponen riesgo para la vida.Ranit Mishori, médico y miembro de facultad en la Escuela de Georgetown de Medicina, dijo que ella apoya el uso de Gardasil para hombres, pero añadió que ella espera “mayor resistencia entre chicos que entre chicas”. Catherine Arnold, analista de Credit Suisse, dijo que ella predice que el mercado masculino de Gardasil va a suponer aproximadamente 100 millones de dólares totales en 2012, aproximadamente el 14 % de las ventas estadounidenses totales que se preveen para ese año. Según Arnold, las ventas estadounidenses de la vacuna actualmente rinden aproximadamente 1.1 mil millones de dólares anualmente. Artículo publicado en EL UNIVERSAL (México), 5 de marzo de 2009 Papiloma: vacuna de la discordia Por: Liliana Alcántara y Thelma Gómez Los esquemas de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) que deberán implementar próximamente los gobiernos del Distrito Federal y federal por disposición del Consejo Nacional de Vacunación (Conava) no son avalados por los laboratorios que producen la vacuna. Las dos marcas de vacunas contra el VPH disponibles en el mercado, elaboradas por las compañías Merck Sharp & Dohme (MSD) y GlaxoSmithKline (GSK), indican que deben aplicarse tres dosis; la tercera a más tardar ocho meses después de la primera. Dichas farmacéuticas aseguran que no hay estudios científicos que demuestren que las vacunas tienen la misma efectividad con un esquema de aplicación diferente. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios autorizó en 2007 el mismo esquema propuesto por los laboratorios. Sin embargo, un grupo de expertos —investigadores y representantes de organizaciones no gubernamentales— convocado por la Secretaría de Salud (SSa) recomendaron aplicar también las tres dosis, pero la segunda a los seis meses de la primera, mientras que la tercera cinco años después. El lunes pasado, el Consejo Nacional de Vacunación decidió avalar este último esquema que será aplicado a niñas de nueve a 12 años, al que se le ha denominado "ampliado" y el cual regirá el programa nacional de vacunación contra VPH que se implementará en los meses venideros. La efectividad, según los laboratorios Miguel Casta-Cruz, director médico de infectología y vacunas de MSD-México, explica en entrevista que las evidencias científicas hasta ahora sólo permiten garantizar la eficacia de la vacuna aplicando las tres dosis en un periodo menor a ocho meses. "Recomendamos un esquema de tres dosis —la tercera debe aplicarse al sexto mes, después de la primera— basados en la evidencia científica. Todos nuestros estudios médicos se basaron en el esquema de tres dosis". Por su parte, Yolanda Cervantes, directora médica de Investigación, Desarrollo Clínico y Asuntos Médicos de los laboratorios GSK, insiste en que "la recomendación es que se sigan los lineamientos que resultaron de las investigaciones sobre la vacuna, las cuales resaltan que su efectividad está comprobada con la aplicación de tres dosis (a los cero, uno y seis meses)". Por falta de dinero… "Nosotros como investigadores estamos avalando el esquema ampliado", afirma, en contraste, Eduardo Lazcano Ponce, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y miembro del grupo de expertos convocado por la Secretaría de Salud, "ante una escasa disponibilidad de recursos para vacunar a un amplio sector de la población". Sostiene que si se aplican dos dosis en un principio y un refuerzo a los cinco años podrá ampliarse la cobertura de vacunación. Según Lazcano Ponce, la descalificación del esquema ampliado por parte de los laboratorios "responde a un interés mercadotécnico… se dice que no será útil, pero no hacen ningún esfuerzo para disminuir el precio de la vacuna". Añade que los servicios de salud deben buscar alternativas hacia una cobertura que garantice un impacto en la población. Y ejemplifica con varias provincias de Canadá donde se aplica exitosamente el esquema de dos dosis, sin contemplar aún la tercera. La más cara de la historia A la vacuna contra el virus del papiloma humano se le considera la más costosa en la historia de la medicina. Por ejemplo, el gobierno federal compra en 30 pesos una dosis de la vacuna antiinfluenza y en 200 la que es contra el neumococo infantil o el rotavirus, mientras que la más barata es la que previene la poliomelitis, que adquiere por tres pesos. En cambio, cada dosis de la vacuna para prevenir el papiloma humano le cuesta al gobierno alrededor de 40 dólares, de modo que, según cálculos de la Secretaría de Salud, para vacunar a todas las niñas mexicanas de 12 años se necesitarían alrededor de mil 310 millones de pesos. "En México no podemos gastar tanto en proteger a un porcentaje de niñas para reducir las posibilidades de que les dé cáncer en un futuro, cuando al mismo tiempo se nos están muriendo muchas mujeres por cáncer", asegura Olga Martínez, directora del programa de Cáncer de la Mujer del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la dependencia federal. Además, la funcionaria lamenta que la vacuna contra el virus del papiloma humano sea tan onerosa, porque gran parte de los casos de cáncer cérvico-uterino, asociados a esta infección, se presentan en mujeres de zonas con menor índice de desarrollo. "Quienes más necesitan la vacuna son quienes tienen menos posibilidades de adquirirla". Modelos matemáticos del INSP arrojan que para que exista una adecuada relación costo-beneficio la vacuna tendría que adquirirse en 18 dólares por dosis y que lograr un efecto en la salud pública exige vacunar a más de 35% de la niñas de nueve años, en tanto que para tener resultados en la disminución de la mortalidad por cáncer cérvico-uterino atribuible a la aplicación de la vacuna tendrán que pasar entre 15 y 20 años, explica el investigador Lazcano Ponce. Experta mundial en cáncer cérvico-uterino, la investigadora colombiana Nubia Muñoz considera que "la vacuna es muy cara en países de Latinoamérica, que son las naciones que más la necesitan. Lo que hay que hacer es negociar y forzar a las dos compañías a que bajen los precios de la vacuna". Las primeras vacunadas En noviembre de 2008, con una inversión de 109 millones de pesos, la Secretaría de Salud inició un programa piloto de vacunación contra el VPH —con un esquema de tres dosis— en una población de 82 mil niñas de nueve a 12 años, que viven en los 125 municipios más pobres situados en Chiapas, Durango, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Puebla y Veracruz. El 1 de diciembre anterior —un mes después que la administración federal—, la Secretaría de Salud del gobierno del Distrito Federal inició su programa de vacunación contra el VPH en niñas de 11 a 13 años que no tienen acceso a seguridad social. Su meta es vacunar a 105 mil niñas, para lo cual invirtió 100 millones de pesos. En este caso, el esquema de vacunación en 110 centros de salud incluye dos dosis y se estudiaba aplicar la tercera dentro de cinco años, como lo recomendó el grupo de expertos, asegura José de Jesús Trujillo, director de Vigilancia e Inteligencia Epidemiológica de la Secretaría de Salud del DF. Con la determinación del Consejo Nacional de Vacunación, el lunes pasado, todos los gobiernos deberán basarse en el esquema "ampliado", a despecho de las indicaciones de Merck Sharp & Dohme y GlaxoSmithKline. Panamá. Agencia NOTIMEX. 2 de marzo del 2009.Las autoridades de salud de Panamá investigan si hay afectaciones en el país por el uso de la vacuna Gardasil contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), retirada del mercado en otras naciones por sus efectos secundarios. La ministra de Salud, Rosario Turner, señaló a la prensa local que se evalúan los informes de clínicas privadas donde se aplica el medicamento con el fin de adoptar una decisión. La vacuna Gardasil es aplicada en el país desde hace un año sólo en entidades privadas. En España se han presentado casos de adolescentes con convulsiones y pérdida del conocimiento, aunque según la Agencia Europea de Medicamentos, los mismos fueron advertidos cuando se aprobó su aplicación. El Ministerio de Salud local aplica desde noviembre pasado, de manera gratuita, la vacuna de la marca Cervarix a más de 70 mil niñas de 10 años de edad. El gobierno impulsa esa medida para prevenir tipos de cáncer cérvico uterino. España. Artículo publicado en gaceta.es el 5 de marzo de 2009La vacuna contra el virus del papiloma costará 4.000 millones de euros Su eficacia tardará en probarse más de 30 años, según el Centro de Análisis y Programas Sanitarios. Más de la mitad de los catedráticos de Salud Pública españoles ha firmado un manifiesto pidiendo que se suspenda la campaña de vacunación de niñas contra el virus del papiloma humano (VPH), que pretende evitar la aparición de cánceres de útero. Según el Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS), promotor del manifiesto, en los más de 30 años que pasarán antes de comprobar si la vacuna ha sido eficaz, se gastarán 4.000 millones de euros, 8 millones por cada muerte que presuntamente se evitará. El gasto anual de 125 millones de euros (500 euros por mujer vacunada) supondrá la mitad del 2% del PIB que los países de la OCDE dedican a Sanidad. Las 11 vacunas del calendario vacunal de Cataluña cuestan en total 235 euros, menos de la mitad que las tres dosis de Gardasil, la vacuna fabricada por Merck. Una de cada 555.000 mujeres vacunadas morirá por reacción adversa. En Estados Unidos ya han fallecido 18 El cáncer de útero tiene escasa incidencia en España. En 2005 murieron por esa causa 594 mujeres (1 de cada 50.000 fallecidas), con una edad media de 63 años. El 80% de ellas no se había hecho una citología. En España, el 75% de las mujeres se hace cada tres años una citología, que es la técnica más sencilla para la detección del cáncer de útero. En cambio, el 80% de las que padecen el cáncer nunca se había hecho una citología, lo cual indica que no es al conjunto de mujeres (al que apunta la vacuna) sino a grupos específicos a quienes debería apuntar la política sanitaria.Miedo a hablar claro Hablar de conductas de riesgo sería lo más adecuado para las enfermedades de transmisión sexual, pero para nuestros gobernantes es un tabú y prefieren dar sensación de seguridad con una vacuna. Cueste lo que cueste. El 90% de las infecciones por VPH sanan espontáneamente y se desconoce por qué algunas formas persistentes provocan cáncer pasados 20 o 30 años. El cáncer de útero está en retroceso sin necesidad de vacuna. La inmunidad natural no se asocia a la presencia de anticuerpos (que es la forma de combatir el virus que emplea la vacuna comercializada por Merck), sino de células resistentes. Esto quiere decir que, aunque la vacuna provoca la presencia de anticuerpos en dosis 20 veces mayores de lo normal, no se sabe si esa es la razón por la que desaparecen dos de las 16 formas cancerígenas del VPH. Tampoco se sabe si la supresión de algunos virus facilitará (por el efecto llamado de nicho vacío) la aparición de otros, y si estos podrán evolucionar hacia formas cancerígenas. La vacuna apenas se ha probado en niñas (1.500), y las pruebas con mujeres en edades entre 16 y 26 años corrieron a cargo de Merck y no de organizaciones independientes. La máxima efectividad probada para la vacuna es de cinco años, y hay quien concluye que su eficacia es nula habida cuenta de que el cáncer tarda entre dos y tres décadas en manifestarse. La eficacia en mujeres que no son vírgenes baja hasta el 17%. Según la oficina que informa sobre reacciones adversas a las vacunas en EEUU (VAERS), una de cada 1.600 dosis provoca reacción negativa, que llega a provocar la muerte en uno de cada 555.555 casos. Para la meningitis, el efecto adverso se da sólo en una de cada 2.300 dosis, y la muerte en una de cada 1.666.000. Entre enero y junio de 2008, la administración de Gardasil provocó en EEUU 9.000 reacciones adversas, 140 de ellas con riesgo para la vida, desembocando en 18 muertes y 10 abortos espontáneos.

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