Alarma social

¿Pagos nulos o corrupción?

La devolución al Ayuntamiento de Orkoien de 6’7 millones de euros or orden del Tribunal Superior de Justicia de Navarra es un motivo de alegría para sus vecinos. Una cantidad considerable que la empresa Aranade deberá reponer con el fin de devolver al pueblo lo que le pertenece. El motivo que ha llevado al TSJN a dictar esta sentencia es unas concesiones hechas a dedo, por lo que el Tribunal ha declarado nulos los pagos realizados por el Ayuntamiento mediante el grupo de la Alcaldía la empresa Arande dedicada a la promoción de obras. ¿Cuántos millones de euros del dinero público se han despilfarrado y gastado de forma fraudulenta en época de bonanza? Desde luego, muchos millones de euros en toda España. Una situación de corrupción que se generaliza a lo largo y ancho de todo el país. Estamos en el momento idóneo para que se tomen medidas dirigidas a atajar la corrupción y de establecer que lo robado se utilice por ley a saldar las necesidades de conjunto, dirigidos en este momento a crear puestos de trabajo productivo, ésta sería una forma de reponer el daño al servicio de los ciudadanos. Es el momento de que se establezcan medidas en esta dirección por la situación económica de crisis y la escasez que provoca que en los Ayuntamientos se tiren de los pelos unos grupos a otros, sacando trapos sucios, unos trapos sucios que están generalizados pero que por la situación de crisis que sensibiliza a la población y que coloca a los políticos en una tesitura de tener que “limpiar” de algún modo la imagen de los robos cometidos. Pero en esta noticia nos encontramos un gran ausente ¿Qué ocurre con los políticos que han abierto el camino, han realizado estos pagos fraudulentos y adjudicados a dedo las obras? Nada se dice sobre ellos, y atajar la corrupción debe abordarse desde la responsabilidad política que se usa y utiliza para sacar beneficio propio, una responsabilidad política desde la cual se incumple y favorece a ciertas empresas en detrimento de la democracia y el bien de conjunto. Por ello, la responsabilidad fundamental es de quien tiene ese compromiso adquirido con los ciudadanos, y aparte por supuesto de que las empresas que reciben estos caramelitos dulces del dinero de todos deben pagar y reponer los euros robados con los intereses correspondientes. A parte de que este daño se reponga, la orientación debe dirigirse a que este dinero se utilice para reponer en hechos, reponer en creación de puestos de trabajo, en ayuda a las familias hipotecadas y en paro, así se repone el daño hecho al conjunto de ciudadanos, que los que tanto han ganado a nuestra costa que lo paguen en nuestro beneficio. Conjuntamente con ello, que los políticos respondan de sus tramas corruptas ante la gente, que tengan que responder en asambleas de electores y asambleas ciudadanas de la dirección de sus gestiones, y un endurecimiento de las penas, para que éstos también devuelvan, tanto en euros como en medidas de depuración de la política que permitan unos ejercicios democráticos y adecuados para los objetivos de conjunto.

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