Aprobada la instalación en Rota del escudo antimisiles norteamericano

Otro regalo al imperio, y van

Además de plegarse a ejecutar los recortes que Obama le dictó en la famosa llamada telefónica, antes de abandonar la Moncloa Zapatero tuvo a bien entregar un último acto de sumisión: aprobar la instalación en Rota del escudo antimisiles. Rajoy acaba de hacer oficial el «regalo» de Zapatero, a través de una enmienda al convenio militar entre España y EEUU.

Cuatro destructores de la clase Arleigh Burke, llegarán muy pronto a Rota. Estos buques tomarán parte en el sistema de defensa antimisiles, uno de los programas estrella de Bush.

Pero esta no será su única función. El jefe del Mando Europeo de Estados Unidos, James Stavridis, advirtió a la Comisión de Defensa del Congreso que esos buques de guerra también tomarán parte en misiones del Mando de África estadounidense. «Zapatero inció la faena y Rajoy la remata, aceptando la instalación del escudo antimisiles en Rota»

Hace solo unos días –a raíz del asesinato en Bengasi del embajador norteamericano- nos hemos enterado de que la base europea de la Flota de Seguridad y Antiterrorismo del Pentagono está en Rota.

Pero esa información no se hace pública, alegando “motivos de seguridad”.

¿Qué otras cosas hacen los aviones, buques y militares norteamericanos, instalados en Rota, y que se silencian bajo el argumento de “la seguridad”?

El escudo antimisiles fue el emblema del militarismo de Bush. Oficialmente, está concebido para “protegerse” del lanzamiento de misiles desde Irán o Corea del Norte.

Esta patraña no se la cree nadie. ¿Qué peligro representan Pyongyang o Teheran para la seguridad española o mundial? Absolutamente ninguno. No podemos decir lo mismo de EEUU.

En realidad, el escudo antimisiles es un dispositivo militar ofensivo, destinado a hacer más efectivos y mortíferos los ataques norteamericanos a los países y pueblos del mundo.

Y ahora tendrá en Rota, en suelo español, una de sus principales plataformas de agresión.

No podemos permitirlo. El territorio español no puede estar al servicio de las pesadillas militares de Washington.

Los mismos que agachan la cabeza ante los recortes del FMI, luego abren las puertas de España al Pentágono.

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