Sectores en crisis

Otro golpe a los ganaderos y pastores trashumantes

Los ganaderos trashumantes reciben en Asturias otro gole. En concreto, una multa dirigida de forma individual al presidente del colectivo de la Asociación de Ganaderos Trashumantes, con motivo de no disponer de tiempo suficiente para reunir a la explotación en su ganado, en plena trashumancia, para realizar un control específico de identificación de bovinos. Las condiciones en las que estos pastores y ganaderos viven por las condiciones de su trabajo parecen no ser pocas. El caso es que en marzo de este año iniciaron una protesta en la que pedían responsabilidades a las autoridades debido al descenso de nacimientos de reses tras la vacunación contra la enfermedad de la lengua azul. Un trastorno que no se trasmite al ser humano y para el cual se vacunaron todas las reses, tras lo cual, el número de abortos de disparó. Los trashumantes pidieron una respuesta ya que intuyen que lo que ha provocado este aumento del número de abortos y el consecuente descenso en el número de reses. La respuesta fue que el porcentaje de efectos secundarios de este tipo son de 3 animales cada 100.000 dosis por lo que consideraban que estos casos no debían ser consecuencia de la vacunación. El caso es que quien comprueba los efectos secundarios son los ganaderos, en cambio se les niega un control con la excusa de la estadística de laboratorio. Como si de la ley de Murfi se tratase si las cosas parecían no poder ir peor, la noticia de esta multa por trámite burocrático en plena trashumancia puede ascender a 60.000 euros. Desde luego son unas condiciones y atenciones nefastas para un colectivo histórico. Lejos de poner medios para que estos sectores tradicionales salgan adelante creando riqueza, se les estrangula e imponen condiciones económicas y de atención que los dejan situación muy complicada. La asociación asturiana que da así en la tensión de compaginar sus labores, con unos trámites burocráticos que no se ponen en función de las necesidades y ritmo de trabajo en esta dedicación, sin ningún miramiento, la falta se considera grave y por tanto la multa de la citada cantidad que supone un gravamen importante para un ganadero trashumante. Un endurecimiento de condiciones que dificulta la faena de pastoreo y trashumancia, la labor que produce lana, leche y carne y que siendo un sector a potenciar en esta crisis se le estrangula junto al resto del sector primario en el que con diversas condiciones y luchas, las cotas de producción de la leche, el bajo precio del aceite y los precios miserables que pagan las distribuidoras a las que produce y sangran al que consume…. con la crisis se antagonizan en lugar de potenciar los sectores productivos de tradición y calidad que suponen unos recursos extraordinarios a impulsar.

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