Corresponsalí­a Navarra

Otro ERE para los trabajadores de Esgren

Esgren arieta con la crisis a sus trabajadores planteando un ERE que dejará en la cola del paro a 29 de sus trabajadores. A principio de año, la empresa dedicada a la fabricación de piezas de ensamblaje para grúas, planteó un expediente de regulación de empleo temporal que afectaba por un periodo de 90 días a sus trabajadores. Las protestas fueron diversas y los trabajadores apuntaban que tras los años de bonanza y grandes beneficios era la empresa, era responsabilidad de Esgren afrontar una situación coyuntural que correspondía con los primeros meses del año y que se lleva dando periódicamente a lo largo del tiempo. Pero los planes de Esgren avanzan en detrimento de los puestos de trabajo y las condiciones laborales de los trabajadores. El ERE esta vez es de extinción de contrato para estos 29 trabajadores, y ya está aprobado. No conforme con estos despidos, la empresa ya anuncia un tercer ERE, este temporal, para los trabajadores que queden en plantilla. Plantearse un cambio en la orientación de la producción vinculada a materiales y máquinas de construcción, es un primer paso que se deben plantear los políticos a nivel central, ya que está en juego el cierre de multitud de factorías vinculadas al sector, y que las inyecciones que Zapatero da mediante su plan anticrisis dedicado a obras es solo alargar los problemas sin dar solución al pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la destrucción de tejido productivo vinculado al sector. Por otra parte, con la crisis muchas de estas empresas aprovechan la situación para hacer reajustes de personal para intentar seguir sacando unos beneficios que se basaban en una desmesurada actividad de construcción, que a su vez estaba inflada por la burbuja. Unos beneficios que cada año subían y que ahora quieren seguir ganando a costa de recortes de personal y de condiciones laborales. Por eso, la responsabilidad de las empresas vinculadas a la construcción que plantean despidos y recortes son compartidas, y la exigencia debe ser un control férreo sobre los beneficios que sacan las empresas, junto con un plan que reoriente todo este tejido a otras actividades de producción que se enfoquen con otros sectores. Si hay que apretarse el cinturón, deben empezar por arriba, ya que lo que este gobierno de izquierdas está haciendo en la crisis es apretar el cinturón, pero a los trabajadores y las pequeñas empresas. Con la aprobación de este expediente, LAB denuncia que el Gobierno Foral les ha dado la espalda, pero reivindicar un plan conjunto para el sector que no se base en planes de obras insostenibles en el tiempo y que solo retardan el problema y sirven de bastante poco debe ser la reivindicación unitaria de los trabajadores vinculados a la construcción.

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