Monopolios extranjeros quieren hacerse con el control del negocio del agua en España

¿Ola privatizadora del agua o entrega del pastel al capital extranjero?

El ministerio de Medio Ambiente ha anunciado su intención de privatizar el abastecimiento de agua a la región de Murcia (43 municipios), gran parte de Alicante (34 municipios) y 2 de Albacete que actualmente realiza la Mancomunidad de Canales del Taibilla.

Canales del Taibilla es el único organismo estatal de estas características, creado para garantizar el suministro de agua vital para el consumo humano (más de 3 millones de personas en verano) y agrícola en una región especialmente sensible, porque su gestión incluye las decisiones sobre los trasvases del Tajo al Segura, así como la utilización de pozos y el agua de las desaladoras que construyó otra empresa pública, Acuamed, y que está cargada de deudas. Mientras que Taibilla es una empresa rentable, con unos ingresos de 74 millones de euros en 2012 que se autofinancia. «Otra «guerra del agua» está en marcha»

La fusión de Taibilla con Acuamed para venderla no sólo supondría poner en manos privadas una gestión especialmente sensible con implicaciones políticas en varias comunidades, sino que traería como consecuencia un inevitable encarecimiento del recibo, al recargar en el coste del agua para uso humano y agrícola las deudas de las desaladoras. ¿Entonces, por qué acabar con un modelo que funciona y con tantas sensibilidades políticas, sociales y económicas en juego?

La respuesta está en lo que no se dice, en los intereses del capital extranjero que hay detrás, especialmente el monopolio francés Suez que ya se hizo con Aguas de Valencia y tiene el 75% de Aguas de Barcelona, y que ha anunciado su proyecto de hacerse con el control del mercado del agua en España. Además de Acciona y Aqualia (de FCC) que podrían estar interesados.

La fusión de Taibilla y Acuamed no sería más que una operación de saneamiento antes de privatizarlas para recargar las deudas de las desaladoras en el futuro recibo del agua. En el futuro se aumentaría el consumo de agua desalada (algo sobre lo que también presiona Bruselas) y se recortarían los trasvases. Una jugada perfecta para entregar el pastel completo –las desaladoras y los 79 municipios con 3 millones de clientes y regadíos- al capital francés y monopolista a precio de saldo.Indignación generalEl proyecto del Ministerio está levantando una auténtica oleada de indignación.

Las organizaciones de regantes, organizaciones ciudadanas, sindicatos y partidos políticos (incluido el PP de Murcia) ya han demostrado su rechazo: “El agua en el sureste es estratégica porque es una zona con sequías recurrentes, con una agricultura muy fuerte”. “El único objetivo del plan es reducir el agua del Tajo que va al Segura y aumentar el recibo del agua”.

Para Ángel Urbina, portavoz de los regantes del Júcar al Vinalopó, “la operación es otro ataque a los intereses del campo alicantino. Con la posible privatización del Taibilla están en juego los 150 hectómetros anuales de agua que se trasvasan desde el Tajo para el sur de Alicante y de la región de Murcia… “Supondrá un encarecimiento del agua tanto para uso potable como regadío”.

Otra guerra del agua está en marcha.

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