Música

Ojos de Brujo: «Aocaná»

Ojos de Brujo acaban de presentar su último trabajo: «Aocaná». í‰ste es su cuarto disco de estudio, y en su promoción y gira han querido corregir lo que ellos mismos valoran como un error, lanzarlo a través de compañí­as independientes distintas en cada paí­s. ¿Y por qué un error? Una mala gestión no tiene porque significar una errónea gestión. Precisamente por eso se dice que de los errores se sale, de la confusión no. Y Ojos se confunde.

WEA es la multinacional que ha comrado los derechos de explotación del grupo para este disco, de manera que “nosotros a lo nuestro, que es la música”. El corazón del grupo, Marina “La Canillas”, Ramón Jiménez y Xavi Turull, quieren huir de los quebraderos de cabeza que les ocasionó la gestión de “Techarí”.Ojos de Brujo nacieron como un colectivo, una suma de colaboraciones y sensibilidades que nucleados en torno al flamenco bebían de la rumba catalana como fuente de la vida y coqueteaban con el hip-hop, el reagge, y el pop con deje. En la primera formación, que cuajó en el segundo disco con algún que otro cambio traumático – la marcha de Juanlu, el bajista, les trajo muchos problemas -, estaban Dani de Macaco, o Muñeco de Amparanoia. Desde entonces “Balí“ y “Techarí” ha definido lo que en “Vengue” solo era una semilla.No cabe juzgar aquí cómo se hizo la gira del segundo álbum, pues lo que impone es la calidad, riqueza y atrevida experimentación de un disco imborrable. Además de una representación sobre las tablas de energía colectiva y de cariño a raudales con el público. Pero sí, por la razón que sea, el caos y el trabajo desbordante, o los problemas superpuestos… no importa, la independencia es el corazón de la naturaleza de cualquier proyecto. No es un problema de “venderse” sino de tener las riendas de a dónde vas y que atajos quieres coger o no. Sería estúpido ponerse dramáticos, porque esto no es como la castración, de una vez y para siempre. Sin embargo la importancia es mucho mayor de la que aparentemente el grupo le da, como si solo fuera un problema de gestión. Hasta ahora K Industria – una discográfica independiente de Barcelona – había producido sus trabajos, ahora Warner coge las riendas.Es evidente que muchos son los grupos y los artistas que triunfan gozando de relativa autonomía, pero la realidad es que hasta incuestionables como Bruce Springsteen tienen que capear temporales y buscar holgura en la soga de las multinacionales. Ejemplos también hay muchos de lanzamientos estelares independientes, el meollo está en que se abra camino y aúnen esfuerzos.En todo caso el desarrollo debería ser el de federarse y buscar alianzas tomando como base la riqueza artística y su desarrollo, para apoyarse entonces en el público y financiar la música como se hace ya a través de internet, por ejemplo.Todos los quebraderos de cabeza son pocos si son por desarrollar caminos independientes para la música. Aunque haya que volver a empezar mil veces. Que se lo digan a los que se quedaron por el camino.Con el permiso de Ojos… compren el disco. “Aocaná” exprime la rumba y despierta el alma.

Deja una respuesta