14º edición Premios de la Música

Oí­dos sordos

En el peor año para la industria discográfica, la SGAE hace oí­dos sordos celebrando los Premios de la Música a la callada. Una ceremonia que ha pasado desapercibida y que, sin embargo, fue incapaz de contener la sangre que corre por las venas de nuestra música. Mientras las entidades permanezcan de espaldas y a la contra del sentir de la mayorí­a de los profesionales de la música y de su posición ante la crisis, ninguno de los grandes problemas a los que se enfrenta la industria nacional pueden abordarse.

Ciertamente la gala fue diseñada como un mero trámite. Los remiados se conocían desde el mes de febrero, la promoción previa y posterior ha sido raquítica, y el discurso de la presidencia, más después del listón colocado por Álex de la Iglesia en los Goya, inexistente. A pesar de todo esto, la música se abre paso y los premiados hablan por sí solos. Miguel Poveda y Fito y los Fitipaldis se erigieron como los grandes triunfadores, y no en balde. Poveda representa todo lo mejor que el flamenco sabe hacer, su mestizaje, su tradición, su capacidad de adaptación e innovación, su entereza y la pasión que despierta en todas sus formas. Un cantaor que está revolucionando el arte desde sus intrincadas raíces catalanas que beben del agua fresca del folclore español. Como explicaba el bailaor Miguel Ángel Berna en la presentación de su espectáculo “Flamenco se escribe con Jota”: “el flamenco se ha ido adaptando a la sociedad, mientras la jota se ha quedado atrapada en un museo, desconectada del mundo actual […] que el flamenco nos eche una mano, para que las cosas de la tierra, la raíz, el folclore nos traigan a la mente cosas vivas, actuales” Y Fito… es Fito: “Me han dicho que porqué no canto a la alegría y no a la tristeza y me sorprende mucho, yo soy bastante optimista. Hablas de lo que te preocupa, pero desde lo positivo. Comparo escribir con un lobo aullando. La gente escribe siempre sobre lo que le preocupa, pero el mensaje no puede ser “suicídate”, me parece horrible […] Cuando no te casas con nadie, o con ninguna postura, en principio te hacen menos caso, pero a la larga te sale más a cuenta. Es difícil mantenerse al margen. Cuando la música se junta con política, la música pierde. Los músicos tenemos ideología, pero en la prensa o en las declaraciones solo me ha interesado hablar de mis canciones. […] Claro, es que a mí me han dado palos por todos los lados. Es difícil, muchas veces te atrapan en una posición u otra y te joden la vida. No me gusta que me usen.” (Fito en una entrevista para la revista Foros21 en la presentación de “Antes de que cuente diez”) Después Peret, Bebo Valdés, Enrique Morente, Mastretta, Jordi Savall, Fangoria, Luar na Lubre, SFDK, Zahara… premios que, contra la política de la propia SGAE, señalan la producción independiente y la calidad incuestionable. Especial mención merece el artista revelación: Zenet, ¡ay, Zenet!… ¡toda una revelación!. Tango, bolero, jazz… y una extraordinaria versión con deje andalusí de “No, je en regrette rien” de Edith Piaf. De nuevo una apuesta independiente de El Volcán Música, la productora de Manu Chao, Los Planetas o los recién huidos de las garras de las multinacionales, Los Delinqüentes. La guinda la puso Servando Carballar, de Aviador Dro, al recibir el Premio al Mejor Tema de Música Electrónica: “Nosotros, como a Vetusta Morla, la única piratería que nos quita el sueño es la de los bancos y los especuladores, que convierten el futuro de todos en la avaricia de unos pocos”.

Deja una respuesta