«La llamada de Obama, acompañada de un comunicado de prensa posterior que deja patentes los requerimientos del Ejecutivo estadounidense, se produjo unas horas antes de que Rodríguez Zapatero explique hoy en el Congreso las medidas adicionales para reducir en menos tiempo el déficit excesivo de España»
Fuentes de Moncloa indicaron que Obama llamó a Zaatero únicamente para agradecerle el trato dispensado a Madrid a Biden e interesarse por la salud del Rey. La nota de prensa de la Casa Blanca dice textualmente: "El presidente Obama y el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero hablaron hoy [por ayer] por teléfono como parte de las consultas que está realizando el presidente con cercanos aliados sobre la situación económica global. Ambos discutieron de la importancia de que España adopte acciones resolutivas como parte de los esfuerzos europeos para reforzar sus economías y la confianza de los mercados. El tono de esta breve nota muestra claramente la preocupación de la Administración Obama con el caso particular de España. La debilidad de la economía española y el deterioro de sus finanzas públicas también fue puesto en evidencia por políticos economistas y analistas en EE UU, que destacan el hecho de que España sea un país con más peso que Grecia o Portugal, y con unos problemas estructurales que lastran la salida de la crisis. Los sindicatos han criticado duramente las medidas para reducir el déficit anunciadas esta mañana por el Gobierno, que entienden como "un recorte social" que se ceba con los sectores más débiles. Las dos mayores centrales, UGT y CC OO, no han puesto fecha a las movilizaciones, pero sí han subrayado que las consideran "muy probables". (EL PAÍS) EL CONFIDENCIAL.- ¿Y por qué Zapatero da este giro copernicano a su política económica? Simplemente por una razón. La economía española está al borde del abismo con un gasto público desorbitado que no ayuda a reducir el desempleo. Todo lo contrario. Y los mercados lo saben. Hasta el punto que los CDS (los seguros de riesgo contra impago) bajaron esta mañana de 161 puntos a 140 puntos nada más conocerse la medida, lo que indica que han gustado las soluciones. El diferencial con el bono alemán se mantiene en los 100 puntos básicos. Pero sobre todo ha influido el hecho de que la política presupuestaria de España está controlada directamente por Bruselas, el BCE y el FMI, que son quienes han puesto sobre la mesa los 750.000 millones de euros para avalar la moneda única. Esto implica un control externo de las finanzas públicas de España, pero paradójicamente, esta mañana Zapatero ha querido convertir una necesidad en una virtud Opinión. El País Obama presiona a Zapatero para que adopte medidas urgentes Sandro Pozzi El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exhortó ayer por teléfono al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero a emprender las reformas necesarias para superar los problemas económicos que sufre España y la UE en su conjunto. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, precisó que España es uno de los países europeos que "padece algunos problemas sobre los que es necesario adoptar medidas para asegurarse de que no se extienden". Ambos presidentes "hablaron de la importancia de que España adopte acciones resolutivas como parte del esfuerzo de Europa para fortalecer su economía y la confianza de los mercados", añadió. La llamada de Obama, acompañada de un comunicado de prensa posterior que deja patentes los requerimientos del Ejecutivo estadounidense, se produjo unas horas antes de que Rodríguez Zapatero explique hoy en el Congreso las medidas adicionales para reducir en menos tiempo el déficit excesivo de España. Zapatero cumple así la exigencia del Eurogrupo, que el domingo tomó esa iniciativa a la vez que activaba un mecanismo que movilizará 750.000 millones de euros para ayudar a países con problemas y, en definitiva, para sostener el euro ante los ataques especulativos por el temor al contagio de la crisis fiscal griega. Obama habló con Rodríguez Zapatero en la calidad de éste de presidente de turno de la Unión Europea, acerca de las medidas que se están adoptando en el Viejo Continente para hacer frente a la crisis fiscal. Entre los asuntos que trataron salió a colación el plan de reformas que hoy presentará el presidente español ante el Congreso, junto con otros asuntos como la salud del Rey o la reciente visita del vicepresidente Joe Biden. La interpretación de Moncloa es diferente. Fuentes de Moncloa indicaron que Obama llamó a Zapatero únicamente para agradecerle el trato dispensado a Madrid a Biden e interesarse por la salud del Rey. La nota de prensa de la Casa Blanca dice textualmente: "El presidente Obama y el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero hablaron hoy [por ayer] por teléfono como parte de las consultas que está realizando el presidente con cercanos aliados sobre la situación económica global. Ambos discutieron de la importancia de que España adopte acciones resolutivas como parte de los esfuerzos europeos para reforzar sus economías y la confianza de los mercados. El presidente expresó el apoyo de Estados Unidos a esos esfuerzos. El presidente también transmitió sus mejores deseos al Rey Juan Carlos para que tenga una pronta recuperación de su reciente intervención". Aunque la Casa Blanca insiste en que el presidente lleva semanas en contacto directo con los gobiernos europeos, el tono de esta breve nota muestra claramente la preocupación de la Administración Obama con el caso particular de España. La debilidad de la economía española y el deterioro de sus finanzas públicas también fue puesto en evidencia por políticos economistas y analistas en EE UU, que destacan el hecho de que España sea un país con más peso que Grecia o Portugal, y con unos problemas estructurales que lastran la salida de la crisis. Ese sentido de urgencia para afrontar el problema fiscal también fue expresado por el FMI. La Casa Blanca reiteró que está siguiendo muy de cerca las acciones que están adoptando los gobiernos europeos para proteger al euro y limitar el contagio. "Les estamos animando a que adopten los pasos necesarios para lidiar con la situación", dijo Gibbs. ************************************ Movilizaciones “masivas” contra el “recorte social” de Zapatero Los sindicatos han criticado duramente las medidas para reducir el déficit anunciadas esta mañana por el Gobierno, que entienden como "un recorte social" que se ceba con los sectores más débiles. Las dos mayores centrales, UGT y CC OO, no han puesto fecha a las movilizaciones, pero sí han subrayado que las consideran "muy probables". Quien sí ha llamado a la movilización ha sido IU, que ha recordado que "ya no tienen excusas" para mantener su idilio con el Gobierno. De producirse una huelga general, sería la primera en las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero. La última protesta masiva se produjo el 20 de junio de 2002 contra la propuesta de reforma del desempleo de José María Aznar. El líder de UGT, Cándido Méndez, en una primera valoración en la cadena SER, ha dicho que "se confirma el propósito del Gobierno de imponer un ajuste duro" que afectará a miles de familias españolas. El anuncio de la reducción del sueldo de los funcionarios en 2010 y su congelación en 2011, la supresión del cheque bebé, la reducción del gasto social y de la ayuda al desarrollo supone, para este sindicato, "una quiebra del discurso político" de José Luis Rodríguez Zapatero, y "un cambio de escenario en las relaciones con las organizaciones sindicales". En todo caso, Méndez espera que el diálogo social no se vea afectado, pero lo ve "muy difícil" por "el conflicto social" que este plan provocará. Preguntado por la actitud que adoptará el sindicato, Méndez no ha querido avanzar si tomarán medidas de presión como huelgas generales porque deben evaluar la situación "con mucho detenimiento", pero sí ha apuntado que en el ámbito de la función pública "es indiscutible que estas medidas son muy duras" y suponen "el incumplimiento de un acuerdo en vigor" al reducir el 5% sus salarios. También ha destacado por su gravedad la suspensión de la revalorización de las pensiones, salvo las mínimas y las no contributivas. Posteriormente, en un acto público, ha declarado a los periodistas que "con toda probabilidad" habrá movilizaciones en las próximas semanas en contra del "recorte social" del Gobierno. USO llama a una contestación conjunta El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ha tildado de "injusto" y "antieconómico" el plan del Gobierno. En una rueda de prensa, Toxo ha afirmado que el presidente del Gobierno conoce el rechazo frontal de su sindicato y le ha dicho que tiene tiempo para rectificar hasta el viernes, cuando el Gobierno tiene previsto aprobar estas medidas en el Consejo de Ministros, porque hay otras alternativas a lo que propone. De no ser así, habrá protestas, ya que las medidas merecen una contestación "masiva" de los trabajadores, aunque no ha querido concretar de momento en qué forma o momento se producirá esta respuesta. Mucho más claramente y con más contundencia se ha pronunciado IU. Para el líder de la coalición, Cayo Lara, habrá movilizaciones porque "Zapatero ha traspasado una raya roja" con unas medidas que son "de ajuste duro" e "impropias de un Gobierno que se llama socialista". Su portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, que ha dicho que la propuesta de ajuste es "un golpe de los mercados financieros al estado de bienestar europeo" y un "ajuste antisocial que se ceba con los más débiles y que requiere una fuerte contestación social". En declaraciones en los pasillos del Congreso, Llamazares ha reprochado al jefe del Ejecutivo que haya "renunciado a una salida de la crisis desde la izquierda", apostando por recortar en gasto social y por una estrategia que, desde su punto de vista, "va también contra la democracia europea". El coordinador andaluz de IU, Diego Valderas, ha añadido que los sindicatos "ya no tienen excusas" para promover una gran movilización y ha llamado a la "rebeldía, a la huelga general" contra el "robo de Zapatero" a los más débiles. Por su parte, la Unión Sindical Obrera (USO) ha rechazado las medidas, ya que implican que los ciudadanos paguen la crisis de las cuentas públicas que han causado los gobernantes, y ha emplazado a CC OO y a UGT a dar de forma unitaria una "respuesta contundente" en la calle. En un comunicado, afirma que "el ajuste se produce siempre por la parte más débil". "La actuación del Gobierno pone de manifiesto la falta de un programa en el corto y medio plazo, su falta de credibilidad ante las instituciones comunitarias y cómo han venido negando lo que todos preveíamos y veníamos denunciando", añade. La USO considera además que el ajuste debería comenzar por eliminar de La Moncloa "a los cerca de 700 asesores que no han asesorado nada y que han errado en todos los diagnósticos"; por educir el número de ministerios; y por aplicar una reforma fiscal en profundidad y por la lucha contra el fraude fiscal. El sindicato CSI-CSIF también estudiará llevar a cabo medidas "legales" y movilizaciones. Su presidente considera que la reducción de los salarios a los sindicatos es "muy grave", "injusta" e "ineficaz". Frente al torrente de críticas, el PSOE confía en que la ciudadanía entienda la necesidad de aplicar el recorte y no teme que los sindicatos convoquen una huelga general ni tampoco que los recortes se traduzcan en un castigo electoral. Así lo han comentado varios diputados socialistas y miembros del partido como el diputado Antonio Hernando, que considera que se trata de una decisión "valiente" y "responsable", unas medidas "difíciles y duras para un Gobierno socialista" pero que son "absolutamente necesarias". Por su parte, el PP vaticina que se iniciará una etapa de contestación social e inestabilidad parlamentaria que puede provocar un cierre anticipado de la legislatura. *************************** Preparados para el aterrizaje: todos en línea José A. Herce Se acabó. No sin dolor, frustración y desconcierto vamos a tener que hacer los ajustes duros que nos parecían imposibles. La comparecencia del presidente del Gobierno esta mañana ha sido breve, concisa, motivada y, sobre todo, reveladora del conflicto de emociones que en estos momentos millones de españoles, incluido el mismo presidente, estarán sintiendo. No son medidas placenteras, ni serán las últimas de su especie que hayamos de tomar. No bastará con que los funcionarios, los hogares con dependientes y los pensionistas soporten este ajuste. Tampoco con que los territorios que esperaban su cuota de infraestructuras se vean postergados. Ni siquiera con que nuevos o mayores impuestos vengan a rascarnos adicionalmente los bolsillos. Tan necesario como reducir drásticamente el déficit, atajar la explosión de la deuda y evitar el colapso de la financiación de las Administraciones Públicas, es que nuestra economía gane competitividad a corto plazo. Para ello será necesario que los salarios del sector privado y los precios de nuestros bienes comerciables se moderen más de lo que lo hacen los de nuestros competidores, por no decir que será necesario que desciendan por debajo de sus niveles actuales. Tan necesario como todo lo anterior es evitar que otros países, socios nuestros, nos señalen como potenciales contribuyentes al fracaso del euro. El acuerdo del Eurogrupo del fin de semana tenía un claro punto de fuga: la economía española, cuya eventual insolvencia soberana, por improbable que nos parezca, ya estaban cotizando quienes nos prestan los fondos con los que pagamos una parte sustancial de las pensiones, la sanidad, la educación, los sueldos de los funcionarios, las facturas de las empresas de servicios colectivos, etc. Nótese que un déficit del 11% del PIB equivale a un 28% del gasto público total en nuestro país y que el no poder pagar esa proporción equivaldría a la virtual suspensión de pagos del Reino de España. Las medidas adoptadas esta mañana por el Gobierno son, pues, las adecuadas y no deben descartarse medidas adicionales. Esperemos que sean también el preludio de las reformas estructurales en los mercados de bienes, servicios y trabajo, las Administraciones Públicas y el sector financiero, de las que nace el impulso para la productividad y el pleno empleo. El Gobierno necesita el apoyo de todos para que estas medidas sean lo más aceptadas posible por la sociedad, y en estos momentos la cuestión de si lo merece o no es muy secundaria. La oposición y los sindicatos pueden sentirse tentados de establecer líneas de resistencia política o social más o menos oportunistas o sustantivas, lanzar críticas a los tiempos, los modos y el alcance de las mismas, o caer en la tentación de la defensa a ultranza del gasto social, muchas de cuyas partidas podrán ser adquiridas pero, en estos momentos, totalmente infundadas. EL PAÍS. 12-5-2010 Opinión. El Confidencial Zapatero pone en marcha el mayor recorte del gasto social de la democracia C. Sánchez La suerte está echada. La fuga hacia delante en que se había convertido la política económica de Zapatero desde el estallido de la crisis no da más de sí. Y la consecuencia no puede ser otra que el mayor ajuste del gasto público de la democracia. Ni siquiera durante las crisis de los años 70, 80 y 90 un Gobierno se había atrevido a bajar el sueldo de los empleados públicos un 5%. A lo sumo se había impuesto la congelación salarial en dos ocasiones, una en tiempos de González (en 1994) y otra durante la legislatura de Aznar (en 1997). Algo parecido sucede con las pensiones. Nadie hasta ahora se había atrevido a congelar su cuantía. Pero hoy el presidente del Gobierno ha anunciado que durante 2011 se suspende la ley que obliga a revalorizar las pensiones en la misma cuantía que suba el IPC. El recorte, al menos, no afectará ni a las pensiones mínimas (más de dos millones de pensionistas) ni a quienes cobran una prestación no contributiva. Se trata de una medida que vulnera directamente el Pacto de Toledo, que obliga a favorecer la contributividad del sistema, y con esta exclusión se incentiva el no cotizar, ya que la diferencia entre hacerlo y no hacerlo es cada vez menor. Las medidas tienen un fuerte impacto económico. Recortar los salarios puede suponer un ahorro de 3.000 millones de euros en 2010 y unos 2.000 millones en 2011, año en que los sueldos de los funcionarios no subirán. Está por ver si la medida afectará a la cláusula de revisión que pactó el Gobierno con los sindicatos. La vicepresidenta De la Vega llamó esta mañana a los sindicatos de la función pública para explicarles el incumplimiento del pacto suscrito hace apenas ocho meses y que pone a UGT y CCOO en pie de guerra. La reforma laboral, cada vez más lejana En los pasillos del Congreso se daba esta mañana por hecho, que la posibilidad de un acuerdo laboral es ahora todavía más remota. Primero porque la CEOE es hoy casi un “cadáver político” en términos de negociación. Pero sobre todo, porque los sindicatos no parecen dispuestos a sacarle las castañas del fuego a Zapatero haciéndole una reforma laboral que siempre han pactado a regañadientes. Será ahora por lo tanto, cuando Zapatero tenga que gobernar por decreto, ya que una reforma del mercado de trabajo se le exige a España por parte de todos los organismos internacionales. ¿Y por qué Zapatero da este giro copernicano a su política económica? Simplemente por una razón. La economía española está al borde del abismo con un gasto público desorbitado que no ayuda a reducir el desempleo. Todo lo contrario. Y los mercados lo saben. Hasta el punto que los CDS (los seguros de riesgo contra impago) bajaron esta mañana de 161 puntos a 140 puntos nada más conocerse la medida, lo que indica que han gustado las soluciones. El diferencial con el bono alemán se mantiene en los 100 puntos básicos. Pero sobre todo ha influido el hecho de que la política presupuestaria de España está controlada directamente por Bruselas, el BCE y el FMI, que son quienes han puesto sobre la mesa los 750.000 millones de euros para avalar la moneda única. Esto implica un control externo de las finanzas públicas de España, pero paradójicamente, esta mañana Zapatero ha querido convertir una necesidad en una virtud. Según el presidente, quien improvisa es la UE porque el miércoles pasado no había ninguna noticia de que se estuviera preparando un plan de rescate para el euro. Y el euro es la gran coartada de Zapatero para justificar el corte del gasto social. El presidente asegura ahora que acercarse al déficit medio en la zona del euro “es buen referente”. Hasta la pasada semana Zapatero defendía “ajustes graduales y no drásticos”. Una mala noticia para la recuperación económica Lo que está fuera de toda duda es que el recorte de 15.000 millones de euros retrasará la recuperación económica. El propio Zapatero habla ya de que la economía crecerá “unas décimas menos”. Esto quiere decir que seguirá cayendo en 2010 y es muy probable que en 2011 la actividad económica siga estancada. Aunque sin el ajuste la salida de la crisis hubiera sido imposible. ¿Cuál va a ser la repuesta social al ajuste? Parece claro que se rompe el idilio con los sindicatos. Pero con una diferencia, la repuesta de Méndez y Toxo a la crisis ha sido tan débil ante los ojos de la opinión pública que ahora su capacidad de movilización es mucho menor. Eso es, al menos, lo que se ha demostrado en las últimas convocatorias: contra la reforma de las pensiones o el primero de mayo. El desgaste de los sindicatos por su apoyo a Zapatero ha sido tan intenso que su capacidad de movilización se reduce ahora al sector público, precisamente el único que hasta ahora había salido indemne a la crisis. Una crisis que no solamente va a significar una subida del IVA sino que también es muy probable que el Gobierno suba los impuestos especiales este mismo año. EL CONFIDENCIAL. 12-5-2010