El presidente estadounidense, Barack Obama, ha llamado a la canciller Angela Merkel para interceder por Grecia tan sólo unas horas antes de una reunión decisiva en la que la canciller se encontrará cara a cara con el primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Según una nota publicada por La Casa Blanca, el presidente norteamericano ha pedido a la canciller tudesca que alcance una solución realista que consiga que Grecia retorne al crecimiento. Y por los medios griegos enseguida ha circulado que Washington ha solicitado a Berlín que mantenga a Atenas dentro del euro.
De acuerdo con estas versiones, Obama le ha trasladado a la canciller que en el caso griego debe ponerse más énfasis en el crecimiento y menos en la austeridad. Para los americanos se antoja esencial que se prosiga con el programa de reformas, pero que también se elabore una nueva agenda por el crecimiento de Grecia que contemple una ronda de inversiones.
No es la primera vez que el presidente norteamericano media a favor de Atenas. Ya lo hizo en el verano de 2012, justo cuando parecía que Berlín expulsaría a Grecia de la moneda única. En esta ocasión, la llamada de Obama llega en otro momento en el que el problema heleno está fuera de control. El Fondo Monetario Internacional ha acusado a los griegos de ser «el peor cliente» que ha tenido en sus 70 años de historia. Y lo dice por la posibilidad cada vez más real de que el próximo viernes Atenas no abone un vencimiento que tiene con el FMI por valor de más de 2.000 millones de euros, hecho que convertiría a Grecia en el primer país de la historia que incurre en un impago de una deuda con el Fondo.
Ante estas declaraciones vertidas por la propia Cristhine Lagarde, los dirigentes helenos han contestado que prefieren pagar las pensiones y los salarios antes que la deuda que mantienen con el Fondo Monetario Internacional.
La escalada de declaraciones ha alcanzado el punto en el que el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, no ha descartado una solución a la chipriota para Atenas, con un corralito y quitas a los depositantes. Incluso el comisario de Economía, el francés Pierre Moscovici, un habitual defensor de Atenas, ha manifestado que la opción de la salida del euro está sobre la mesa porque no se puede mantener a Grecia dentro de la eurozona «a cualquier precio».
Este jueves tendrá lugar una reunión decisiva en el marco del Consejo Europeo celebrado en Bruselas. Ahí se verán frente a frente Tsipras con las principales autoridades comunitarias, a saber, la canciller Merkel, el presidente galo Francois Hollande, el presidente del BCE Mario Draghi, el presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker y Dijsselbloem. El tiempo se agota y los mandatarios de Syriza han dado muy pocas señales de adoptar las duras reformas que les exige la Troika. Y sin que los griegos hayan demostrado la firme voluntad de adoptar medidas, los acreedores no liberarán un solo euro del rescate. Entretanto, el riesgo de accidente se eleva por momentos. Así no es de extrañar que la agencia de calificación Moody’s recordase este miércoles que una ‘Grexit’ podría acarrear serias consecuencias para Europa.
Pase lo que pase en ese encuentro en Bruselas, Merkel y Tsipras tendrán una segunda oportunidad para dialogar en una cumbre germano-griega que se celebrará el próximo lunes en Berlín.