La reforma de la ley electoral autonómica de Castilla-La Mancha, ratificada recientemente por el Tribunal Constitucional, podría conllevar un vuelco en la actual constitución del parlamento regional en el que los populares tienen una ventaja de un solo escaño sobre los socialistas. La reforma aprobada a propuesta del Partido Popular rebaja el número de diputados de los 49 actuales a 33 de la próxima legislatura.
Pero las elecciones del 24 de mayo podrían dar un vuelco al actual sistema de poder y dejar al PP fuera del gobierno autonómico justo con la ley que acaba de reformar pensando en fortalecer su posición. Para los socialistas vencer en el terreno de la secretaria general del Partido Popular tendría un valor añadido.
La mencionada Ley electoral autonómica que ha confirmado el Tribunal Constitucional, establece que la Cámara estará compuesta por 33 diputados repartidos de tal forma que cada provincia recibe tres diputados más la parte, proporcional a su población, que le corresponda de los 18 restantes.
Teniendo en cuenta estos criterios en las elecciones del próximo 24 de mayo los escaños se dsitribuirán de la siguiente forma: 6 corresponden a la provincia de Albacete; 8 a Ciudad Real; 5 a Cuenca, otros 5 a Guadalajara y 9 a la provinica de Toledo, la que cuenta con la mayor población de la autonomía.
La disputa principal de los escaños, en principio, debe producirse en las tres provincias en las que el número de diputados es impar, como son Cuenca, Guadalajara y Toledo. En Albacete con 6 diputados y Ciudad Real, con 8, se da por hecho que se producirá un empate entre los dos principales partidos por la igualdad de fuerzas en que se encuentran, según los sondeos del PSOE de Castilla La Mancha.
Si Podemos tuviera una representación en Castilla-La Mancha de entre 1 y 2 diputados, como reflejan en la actualidad los sondeos que maneja el PSOE, de nada le habría servido al PP la modificación que aprobó el 20 de julio del año pasado de la ley. Los socialistas dan por hecho que podrían contar con el apoyo de Podemos para la investidura y a partir de ahí gobernar en solitario.
Esta sería una de las razones por las que socialistas como José Bono, o el propio secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, y candidato a la presidencia de la Junta, Emiliano García Page habrían mantenido contactos con dirigentes de Podemos.
Las fuentes socialistas consultadas aseguran incluso que el Partido Popular habría visto bien que el Tribunal Constitucional hubiera admitido el recurso de los socialistas porque la anterior ley electoral les resultaría más favorable. Añaden que desde el PP se habrían realizado consultas a miembros del Constitucional y del Supremo de cara a que pese a haber sido propuesta y aprobada con los votos populares, finalmente el Constitucional no diera el visto bueno a la misma.
Para los socialistas tiene una relevancia especial poder vencer en Castilla-La Mancha porque desde la pasada legislatura gobierna la secretaria general del Partido Popular, por lo que vencer en este escenario es mucho más que vencer en cualquier otra comunidad. Se produciría la paradoja de que pese al cambio que se ha introducido a la Ley para asegurarse los escaños donde se prevé un predominio del voto conservador por el ascenso de Podemos podrían perder la sede del Palacio de Fuensalida.