Ocultan pruebas sobre la supuesta tortura a un presunto terrorista

Obama las amenazas inculpan

El recluso que denuncia haber sufrido torturas es Binyam Mohamed, etiope de 31 años y con estatus legal de residente en el Reino Unido, donde llego en 1994 como refugiado. En el 2001 viajó a Afganistán y Pakistán para resolver su adicción a las drogas, alegan sus abogados. Fue detenido en 2002 en Pakistán y, según manifiesta, fue trasladado por la CIA de EE.UU. a una cárcel de Marruecos, donde afirma que padeció torturas y fue retenido dieciocho meses. En 2004, Mohamed fue conducido a Afganistán, trasladándole despues a Guantánamo, donde lleva más de cuatro años, acusado de conspirar con la red terrorista Al Qaeda para atentar contra civiles. Un periplo escalofriante, que ocultarlo o negarlo no va hacer que no haya pasado, Actualmente es el único preso con derecho a regresar al Reino Unido.

Dos jueces del Tribunal Suerior de Inglaterra y Gales John Thomas y David Lloyds Jones han acusado a Estados Unidos de “ocultar pruebas sobre la supuesta tortura a un presunto terrorista recluido en la prisión de la base naval estadounidense de Guantánamo (Cuba)”. A lo que las autoridades estadounidenses reaccionaron amenazaron con interrumpir la cooperación antiterrorista con Gran Bretaña, si se hacían públicos los detalles de una parte "limitada pero importante" de las pruebas. Los jueces afirman que las pruebas de supuesta tortura deberían divulgarse al margen de lo "embarazoso que puedan ser políticamente” Lo curioso es porque se niega el imperialismo represor de los EEUU a reconocer sus actos y siguen queriendo implantar la “ley del silencio”, cuando en su propio seno desenmascaran a los responsables. El Senado de EE UU en diciembre de 2008 culpo al ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld , uno de los máximos representantes del Complejo Militar Industrial y de su línea de dictadura terrorista mundial de Bush, de las torturas en Abu Ghraib y Guantánamo. Según un informe elaborado por el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado de EEUU, la autorización para abusar durante los interrogatorios de presos procedió de directamente de Rumsfeld y otros funcionarios. Por lo que las torturas no se deben achacar a soldados o las personas encargadas de los interrogatorios. También asegura que "funcionarios de alto rango del Gobierno de EE UU solicitaron información sobre cómo usar técnicas agresivas, redefinieron la ley para crear una apariencia de legalidad y las utilizaron contra los detenidos". Del uso de estos métodos es un memorando firmado por Bush el 7 de febrero de 2002, que declara que las Convenciones de Ginebra no protegen a los detenidos sospechosos de ser miembros de la red terrorista Al Qaeda o del movimiento talibán.

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