«China ha expresado su enérgica protesta contra la más reciente venta de armas de EEUU a Taiwán, y está considerando sanciones contra las compañías estadounidenses implicadas en dicha transacción. A EEUU parece haberlo dejado un tanto atónito la reacción de China, que ha sido más contundente que de costumbre».
Pero el cambio en la actitud de China aunta a dos cambios que la administración de Obama y los medios occidentales pudieron haber pasado por alto. El primero se vincula a la cambiante opinión pública china, que hace ya tiempo que se cansó de las maniobras evasivas que predominan en el accionar diplomático estadounidense. El segundo factor es el creciente poderío de China. El tema que mejor refleja las ambigüedades presentes en la estrategia de EEUU hacia China es Taiwán, como parte de la cual Washington asume a China como socio a la par que le depara el papel de enemigo imaginario. (DIARIO DEL PUEBLO) THE WASHINGTON POST.- La mayor compañía mundial de búsqueda en Internet y la organización de vigilancia electrónica más poderosa del mundo se unen en nombre de la seguridad cibernética. En virtud de un acuerdo que todavía no es definitivo, la Agencia de Seguridad Nacional ayudará a Google a analizar un importante ataque de espionaje corporativo dirigido contra sus redes informáticas que la empresa dijo que se originó en China, según expertos en seguridad cibernética familiarizados con el asunto. Las fuentes afirman que la NSA ha entrado en contacto con otras agencias gubernamentales que desempeñan un papel clave en el esfuerzo de los EEUU para defender el ciberespacio y podrían ser capaces de ayudar en la investigación de Google. Estas agencias incluyen al FBI y al Departamento de Seguridad Nacional. Durante la última década, otras compañías de Silicon Valley se han dirigido en silencio a la NSA para que las guíe en la protección de sus redes. China. Diario del Pueblo Obama debe dejar de irritar a China China ha expresado su enérgica protesta contra la más reciente venta de armas de EEUU a Taiwán, y está considerando sanciones contra las compañías estadounidenses implicadas en dicha transacción. A EEUU parece haberlo dejado un tanto atónito la reacción de China, que ha sido más contundente que de costumbre. ¿Indica acaso el tono de la réplica china un cambio de su política? Washington confía en que la estrategia de China hacia los EEUU permanezca inalterable. Sólo que su integración territorial es un terreno en el que China nunca permitirá intromisiones de país alguno. Pero el cambio en la actitud de China apunta a dos cambios que la administración de Obama y los medios occidentales pudieron haber pasado por alto. El primero se vincula a la cambiante opinión pública china, que hace ya tiempo que se cansó de las maniobras evasivas que predominan en el accionar diplomático estadounidense. En años recientes, la opinión pública ha estado cada vez más presente en el diseño de las estrategias de política exterior de China, incluidas respuestas más firmes del Gobierno chino a las provocaciones de EEUU. El segundo factor es el creciente poderío de China. El tema que mejor refleja las ambigüedades presentes en la estrategia de EEUU hacia China es Taiwán, como parte de la cual Washington asume a China como socio a la par que le depara el papel de enemigo imaginario. Esta estrategia ambigua funcionó cuando China carecía de la capacidad para responder a EEUU. Pero según se consolida la fuerza de China, las dos partes de esa estrategia comienzan a chocar constantemente. La estrategia de Washington hacia China debe tomar en consideración estos dos factores. EEUU debe entender que China no permitirá que se violen sus intereses fundamentales, ni que se menosprecie el interés público de 1.300 millones de personas. Unas relaciones bilaterales libres de tropiezos requieren de los esfuerzos de ambas partes. EEUU no puede esperar que China otorgue prioridad a los intereses mutuos generales y que a la vez deba soportar cada provocación de EE.UU. China tiene la capacidad de responder adecuadamente y no vacilará en hacerlo cuando sea necesario. Y, en un momento en que EEUU espera que China haga su parte en una serie de problemas diplomáticos, éste debe mostrar respeto y sinceridad. Los daños innecesarios a China para apaciguar a grupos de interés beligerantes en EEUU no parecen ser una decisión sabia. Ahora que mengua su popularidad, Obama podría tomar más iniciativas contra el interés de China, como por ejemplo presionar por la reevalución del yuan o impulsar políticas más proteccionistas. China necesita estar bien preparada para lidiar con estos problemas cuando aparezcan, incluyendo la puesta en marcha de contramedidas específicas que dejen en claro la postura de China. DIARIO DEL PUEBLO. 4-2-2010 EEUU. The Washington Post Google pide ayuda a la NSA para protegerse de los ataques cibernéticos Ellen Nakashima La mayor compañía mundial de búsqueda en Internet y la organización de vigilancia electrónica más poderosa del mundo se unen en nombre de la seguridad cibernética. En virtud de un acuerdo que todavía no es definitivo, la Agencia de Seguridad Nacional [NSA, por sus siglas e inglés] ayudará a Google a analizar un importante ataque de espionaje corporativo dirigido contra sus redes informáticas que la empresa dijo que se originó en China, según expertos en seguridad cibernética familiarizados con el asunto. El objetivo es mejorar la defensa de Google –y sus usuarios– de un ataque futuro. Google y la NSA se negaron a hacer comentarios sobre la asociación. Sin embargo, fuentes con conocimiento del acuerdo, hablando en condiciones de anonimato, dijeron que la alianza está diseñada para permitir a las dos organizaciones compartir información crítica sin violar las políticas de Google o las leyes que protegen la privacidad de las comunicaciones en línea de los estadounidenses. Las fuentes dijeron que el acuerdo no significa que la NSA visualice las búsquedas de los usuarios o sus cuentas de e-mail o que Google vaya a compartir sus datos privados. La asociación se dirige al centro de uno de los temas más sensibles para el gobierno y la industria privada en la evolución de la seguridad cibernética en el mundo: ¿cómo equilibrar la vida privada y los intereses de seguridad nacional? El martes, el Director de Inteligencia Nacional Dennis C. Blair, calificó los ataques de Google, que la empresa reconoció en enero, como un "toque de atención". El ciberespacio no puede ser protegido, dijo, sin hacer "un esfuerzo de colaboración que incorpore tanto el sector privado de EEUU como a nuestros socios internacionales". Pero la colaboración no es fácil de lograr, en parte porque las compañías privadas no confían en que el gobierno guarde sus secretos y, en parte debido a preocupaciones de que la colaboración pueda conducir a una supervisión continua del Gobierno de las comunicaciones privadas. Defensores de la privacidad, preocupados por una repetición de la orden judicial de interceptación de la NSA de las llamadas de los estadounidenses por teléfono y los mensajes de correo electrónico tras los ataques terroristas del 11 de septiembre 2001, dicen que el intercambio de información debe ser limitado y estrechamente supervisado. "La pregunta crítica es: ¿A qué nivel la opinión pública americana se sentirá cómoda con el intercambio de información de Google con la NSA?" dice Ellen McCarthy, presidenta de la Alianza de Inteligencia y Seguridad Nacional, una organización de miembros de la inteligencia en activo y ex funcionarios de seguridad nacional que busca la manera de fomentar un mayor intercambio de información entre el gobierno y la industria. El 12 de enero, Google tomó el inusual paso de anunciar públicamente que sus sistemas habían sido hackeados en una serie de intrusiones en el mes de diciembre. Las intrusiones, dicen expertos de la industria, se dirigieron contra el código fuente de Google –el lenguaje de programación que describe las aplicaciones de Google– y se extendió a más de 30 otras grandes compañías de alta tecnología, defensa, energía, financieras y de los medios. Las cuentas de Gmail de activistas de derechos humanos en Europa, China y los Estados Unidos también fueron comprometidas. Tan importante fue el ataque que Google amenaza con detener sus operaciones de negocio en China si el gobierno se opone a dejar que la empresa opere allí con un motor de búsqueda sin censura. Esa cuestión sigue sin resolverse. Google se acercó a la NSA poco después de los ataques, dijeron las fuentes, pero el acuerdo está tardando semanas en alcanzarse, lo que refleja la sensibilidad de la asociación. Un acuerdo así sería la primera vez que Google accede a una relación formal de compartir información con la NSA. En 2008, la empresa declaró que no había cooperado con la NSA en su Programa de Vigilancia Terrorista. Fuentes cercanas a la nueva iniciativa dijeron que el centro no es averiguar quién está detrás de los recientes ataques cibernéticos –lo que resulta una tarea casi imposible después de ocurridos los hechos–, sino la construcción de una mejor defensa de las redes de Google, o lo que sus técnicos llaman "seguridad en la información ". Un alto funcionario de defensa, aunque sin confirmar o negar cualquier acuerdo que la NSA pueda tener con cualquier empresa, dijo: "Si una empresa llegó a mi mesa y me solicita ayuda, les pido… ¿Qué sabe usted de lo ocurrido en su sistema? ¿Qué deficiencias cree que aprovecharon? Cuénteme un poco sobre lo que hicieron." Las fuentes afirman que la NSA ha entrado en contacto con otras agencias gubernamentales que desempeñan un papel clave en el esfuerzo de los EEUU para defender el ciberespacio y podrían ser capaces de ayudar en la investigación de Google. Estas agencias incluyen al FBI y al Departamento de Seguridad Nacional. Durante la última década, otras compañías de Silicon Valley se han dirigido en silencio a la NSA para que las guíe en la protección de sus redes. "En general", dijo la portavoz de la NSA, Judi Emmel, "como parte de su misión de seguridad de la información, la NSA trabaja con una amplia gama de socios comerciales y socios de investigación para asegurar la disponibilidad de soluciones a medida para preservar los sistemas de los clientes del Departamento de Defensa y Seguridad Nacional ". A pesar de tales precedentes, Matthew Aid, un experto en la NSA, dijo que el alcance global de Google lo hace único. "Cuando llegas al nivel de Google… lo que ves en una compañía así es que se enorgullece de su independencia", dice Aid, autor de ‘El Centinela Secreto’, una historia de la NSA. "Estoy un poco incómodo con que Google coopere estrechamente con el organismo de inteligencia más grande del país, incluso si es estrictamente para fines de defensa". El pacto tendría por objeto permitir a la NSA ayudar a Google a comprender si se trata de poner en marcha, mediante la evaluación de las vulnerabilidades de hardware y software, defensas directas para calibrar cuán sofisticado es el adversario. La pericia de la Agencia se basa en parte en su análisis de las ‘ciber-firmas’ que han sido documentadas en ataques anteriores y se puede utilizar para bloquear intrusiones futuras. La NSA también podría ayudar a la empresa a comprender qué métodos se utilizan para penetrar en su sistema, dijeron las fuentes. Google, por su parte, puede compartir información sobre los tipos de códigos maliciosos vistos en los ataques, sin necesidad de revelar los datos de los propietarios de los que fueron tomados, lo que preocupa a los accionistas. Greg Nojeim, abogado principal del Centro para Democracia y la Tecnología, un grupo de defensa de la privacidad, dijo que las empresas tienen autoridad legal de compartir información con el gobierno para proteger sus derechos y propiedad. THE WASHINGTON POST. 4-2-2010