Primeras decisiones de Obama en la Casa Blanca

Obama: Day One

A un ritmo frenético ha empezado a dirigir la superpotencia norteamericana el nuevo presidente, Barack Obama, y su equipo de gobierno. La situación de EEUU -tanto en el frente interno como en el externo- requiere tomar inmediatamente las riendas de la Casa Blanca, marcando los ejes de actuación del nuevo gabinete. Hay mucho que hacer y no hay tiempo que perder.

Desués de los fastos de la ceremonia de investidura, Obama entró en el Despacho Oval a una hora tardía (las 8:35). Pero a partir de ahí la agenda del nuevo presidente no tuvo un solo hueco. Después de una primera reunión con su jefe de gabinete, Rahm Emanuel –figura muy importante en el nuevo gobierno- y de leer, como es tradición, la carta que su predecesor le dejó en el cajón (titulada “para el 44, del 43”), el nuevo presidente hizo su primera llamada. Al otro lado del teléfono descolgó el primer ministro israelí, Ehud Olmert. La segunda llamada la recibió el presidente palestino Mahmoud Abbas, y después llamó al Rey Abdalá de Jordania y al presidente egipcio, Hosni Mubarak. Esto evidencia la urgencia de la nueva administración por sofocar o aminorar el incendio de Oriente Medio. "En la secuela del conflicto de Gaza, el presidente enfatizó su determinación a trabajar para consolidar el alto el fuego mediante el establecimiento de un sistema anticontrabando para evitar que Hamás se rearme y facilitando, en colaboración con la Autoridad Nacional Palestina, un gran esfuerzo de reconstrucción para los palestinos en Gaza", dijo el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, acerca de estas primeras conversaciones. En las próximas horas está previsto que la Secretaria de Estado, Hillary Clinton refuerce la ronda de contactos en Oriente Medio, y que el que fue el mediador norteamericano para el Ulster con Bill Clinton, George Mitchell, sea nombrado enviado especial de EEUU a Oriente Medio. Mitchell ya participó en una delegación especial a Palestina en los últimos meses de gobierno Clinton.Pero la reunión más importante que mantuvo Obama ayer fue sin duda una primera sesión de trabajo acerca de la retirada de las tropas de Irak y el refuerzo de Afganistán. En la sesión de trabajo participaron pesos pesados del Pentágono como el secretario de Defensa, Robert Gates, el consejero de Seguridad Nacional, James Jones; el jefe del Estado Mayor, el almirante Mike Mullen; y el comandante del Mando Central, el general David Petraeus, así como el embajador estadounidense en Bagdad, Ryan Crocker, y el jefe de las fuerzas en Irak, general Ray Odierno. El objeto de la sesión fue como encarar el reto táctico de una retirada “ordenada y responsable” de las tropas norteamericanas de Irak en 16 meses –sin sumir al país en el caos- para poder concentrarse en Afganistán. Obama tiene previsto continuar estas evaluaciones en los próximos días en el Pentágono, ante el Estado Mayor.La crisis económica tuvo también una atención preferencial en la agenda de Obama, que se reunió después con su equipo económico: su asesor Larry Summers, y el director de la Oficina de Presupuesto y Administración, Peter Orszag. Por otra parte, Timothy Geithner, el candidato a Secretario del Tesoro –que después de una investigación por irregularidades con Hacienda será con toda probabilidad confirmado en su puesto por el Congreso- presentó en la Cámara Alta algunas reformas al plan de rescate financiero de 700.000 millones. "Tenemos que reformar este programa de manera fundamental para garantizar que hay suficiente crédito disponible para sostener la recuperación", dijo ante el Comité de Finanzas.Geithner, un cuadro de larga trayectoria en el FMI, sopesa la creación de un “banco tóxico, una entidad pública que compre los “bonos basura” de los que actualmente no pueden desprenderse los bancos, porque no hay quien los quiera. De momento la idea ha sido bien acogida en el congreso, incluso por el sector republicano, que ha llegado a decirle “usted será confirmado” en el puesto.Obama ha encontrado este ambiente de consenso en su primer día. De las decisiones que tome –o de las que le dejen tomar- dependerá que dure o no.

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