La Casa Blanca afirma que protegerá a la agencia

Obama cierra filas con la CIA

Ante una multitud de agentes, y frente a un muro de 89 estrellas -en honor de otros tantos caí­dos en cumplimiento del deber- Barack Obama, compareció en la sede central de la CIA en Langley, Virginia. El presidente, flanqueado por León Panetta .el nuevo director de la agencia, mal visto en la misma por no ser de «la casa»- elogió el trabajo de los agentes. «En estos tiempos de múltiples amenazas, la CIA es más importante que nunca. Yo voy a proteger vuestro trabajo con la misma energí­a con que vosotros defendéis al paí­s». Pero recordó que su administración ha prohibido el uso de la tortura. «Sé que a veces teneis que trabajar con una mano atada a la espalda. Pero lo que hace especial a EE UU es que mantenemos los valores aún en los tiempos difí­ciles, no sólo cuando es fácil hacerlo», dijo.

Desués del mimo con el que la administración Bush trató a los aparatos del “poder duro” de la superpotencia –el Pentágono y la inteligencia-, no pocos han detectado niveles observables de malestar en la agencia ante la llegada de Obama, algo que puede resultar peligroso –y no sólo políticamente- para cualquier inquilino de la Casa Blanca. Malestar potenciado con la designación de León Panetta, un exitoso gestor y asesor de Bill Clinton pero sin experiencia alguna en puestos de inteligencia. La lista de directores de la CIA que han tenido que tirar la toalla ante boicot de los despachos de la agencia suma varios nombres. Por eso, y sabiendo que la decisión de hacer pública los manuales de tortura de la CIA iba a levantar ampollas en Langley, Obama hizo ayer acto de presencia para apoyar a Panetta y templar gaitas. El presidente les agasajó y les garantizóque su seguridad personal es para él una preocupación esencial y que la protección de sus identidades es fundamental para que ellos puedan desarrollar adecuadamente con su trabajo. "Seré tan enérgico a la hora de protegeros como lo son ustedes a la hora de proteger al pueblo estadounidense", les aseguró. Obama se ha opuesto tajantemente a que la justicia pueda investigar las torturas de la CIA en Guantánamo y otras cárceles secretas, alegando que entonces no eran ilegales puesto que las había autorizado el departamento de Justicia. “Estas personas no deberían ser sometidas a juicio o a investigación si cumplieron con la ley tal y como la interpretó el fiscal general", explicó también Panetta. De esta forma, prácticas como el `waterboarding´ (ahogamiento), la privación de sueño durante más de una semana, las palizas, y otras, quedará impunes.Pero el resto de la humanidad hemos de desechar nuestros temores, porque Obama animó a los agentes de la CIA, asegurando que la agencia cumple mejor con su trabajo cuando actúa "con los valores estadounidenses y bajo el principio del imperio de la ley", incluso cuando ha de enfrentarse a enemigos que ni los respetan ni se sienten constreñidos por ellas. "Al Qaeda no está limitada por ninguna Constitución. Pero lo que hace especial a EE UU es que mantenemos los valores aún en los tiempos difíciles, no sólo cuando es fácil hacerlo". "Sé que tenéis un trabajo duro, pero estoy seguro de que derrotaremos a nuestros enemigos", dijo Obama. "Estamos en el lado correcto de la historia".Qué civilizado, magnánimo y democrático es el nuevo emperador. Qué tranquilizador saber que la superpotencia ya no va a recurrir a la tortura para dominar el planeta. Ahora sólo queda que renuncien a la subversión, al terrorismo, al secuestro y al asesinato de opositores, al golpe de estado, a la guerra… y todas esas cosas por las que la CIA es tan conocida y apreciada en todo el planeta. ¿Prohibirá todo esto Obama?. ¿Se reirán mucho en Langley?

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