Números contra mentiras

Las élites independentistas siguen afirmando que representan a una mayoría social. Torra lo extremó hasta el punto de proclamar que “el independentismo es la corriente política principal en Cataluña”. Pero cuando no es la propaganda sino los números los que hablan, sus mentiras quedan al descubierto.

Así ha sucedido con una encuesta publicada por El Periódico, el diario más leído en Cataluña.

Bajo el lema “Volem votar” (“Queremos votar”) nos han repetido que un 80% de los catalanes defendían la celebración de un referéndum que pudiera conducir a la ruptura, incluyendo a una parte de los no independentistas. Y que era “España” la que de forma autoritaria negaba a los catalanes el derecho al voto.

Cuando se le ha preguntado a los catalanes, y no han sido las élites independentistas las que interpretaran sus deseos, la realidad ha sido muy distinta. En la encuesta de El Periódico, solo un 42,4% defiende la celebración de un referéndum por la independencia. Es decir, solo uno de cada cuatro. ¿Dónde está el 80% que enarbolaban los voceros independentistas? Sencillamente no existía. Era mentira.

La mayoría de catalanes, casi seis de cada diez, no quiere que se celebre el referéndum que Puigdemont quiere imponer para segregarse. Desde un 26,5% que no acepta ningún referéndum, hasta un 27,2% que lo que quiere votar es una reforma del Estatut que mejore el autogobierno.

Pero hay más mitos independentistas que esta encuesta desmonta. Como el supuesto “mandato del 1-O” para declarar la independencia. Solo un 26,8% -uno de cada cuatro- considera que los resultados del referéndum del 1-O son válidos para proclamar la independencia. Mientras una abrumadora mayoría del 68,4% les niega legitimidad para proclamar una DUI -declaración unilateral de independencia-.

No son solo los contrarios a la independencia los que cuestionan la legitimidad del 1-O. La ponen en duda el 50% de los votantes de ERC, el 42% de los de JxCat -la formación de Puigdemont- y el 37% de los de la CUP.

Ni siquiera las bases independentistas admiten que el 1-O haya otorgado “legitimidad democrática” a la independencia.

Cuando la encuesta pregunta directamente sobre cual es el camino a seguir, solo un 34,8% apuesta por declarar la independencia, mientras muchos más catalanes, un 56%, consideran que lo que se debe hacer es mejorar el autogobierno.

Lo dijimos hace un año: son una minoría que quiere imponer su voluntad sobre la mayoría de forma antidemocrática. Ahora vuelve a confirmarse: los partidarios de la independencia apenas llegan a un tercio de la población.

Con razón las élites independentistas se niegan a hacer números. Porque cuando la realidad se pone encima de la mesa, desmonta todas sus mentiras.