Los BRIC de entelequia a realidad

Nuevos ejes del poder mundial

Los paí­ses del BRIC representan hoy los principales centros de crecimiento económico del mundo. Más de la mitad de la población mundial vive en los paí­ses del BRIC. Por lo pronto, Rusia, China y Brasil han exhibido su entusiasmo por la sustitución del dólar como única moneda de reserva global, mientras India practica la meditación discreta.

Los aí­ses del BRIC detentan 38 por ciento del total de las reservas mundiales, que ascienden a 7.47 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón): Brasil posee 206 mil millones (junio 2009); Rusia 404 mil millones (mayo 2009); India 262 mil millones (junio 2009); China 1.95 millones de millones (marzo 2009).El principal problema es que el BRIC tiene la mayor parte de sus reservas en dólaresCuando agregamos a las reservas de China aquellas del área de influencia económica China, entonces el BRIC alcanzarí­a 47 por ciento de las reservas mundiales: Hong Kong ostenta 186 mil millones de dólares (marzo 2009); Macao, 20 mil millones (diciembre 2008); Taiwán, 305 mil millones (abril 2009), y Singapur, que cuenta con 70 por ciento de población china, 166 mil millones (marzo 2009).Goldman Sachs acuñó en el año 2003 el término BRIC, creado a partir de las iniciales de Brasil, Rusia, India y China, para denominar a las cuatro potencias económicas del futuro. Frente a esto, recientemente ha surgido también el concepto VISTA (Vietnam, Indonesia, Sudáfrica, Turquí­a y Argentina) , es decir, estos paí­ses siguen a los primeros. Ambos términos representan los cambios y novedades que han surgido recientemente en el nuevo orden económico mundial, así­ lo señala un comentario publicado en el Diario del Pueblo, de mayor tirada en China. La crisis global implica que China y otras potencias emergentes superarán a las economí­as desarrolladas incluso más rápido de lo que se creí­a, dijo el economista de Goldman Sachs que acuñó el término BRIC. El economista jefe de Goldman, Jim O’Neill, dijo que ahora era probable que la economí­a china desplace a la de Estados Unidos en menos de 20 años y que los cuatro paí­ses BRIC juntos -Brasil, Rusia, India y China- podrí­an superar al G7 en el mismo perí­odo. «Su ascenso relativo parece ser más fuerte pese a la visión de algunos que hace unos meses creí­an que el sueño BRIC podrí­a ser hecho añicos por la crisis», afirmó el economista.Según algunos expertos, las economí­as emergentes deben contar con cinco importantes condiciones: riqueza de materias primas y recursos, un creciente número de trabajadores jóvenes, estabilidad polí­tica, una fuerte inversión extranjera y el continuo aumento de consumidores, caracterí­sticas presentes en estos paí­ses, si no las cinco, al menos cuatro de ellas. Los BRIC son paí­ses con gran población y vastas dimensiones, al igual que los VISTA, aunque éstos últimos en menor medida, de modo que tras haber iniciado un camino de rápido crecimiento económico, estas naciones han ejercido influencias estructurales en el mapa económico mundial. Si nos fijamos en el modelo de crecimiento, estos paí­ses han adoptado el de economí­a de mercado guiada por sus respectivos gobiernos, lo que, al igual que los llamados «cuatro pequeños dragones» (Hong Kong, Taiwan, Singapur y Corea del Sur), y paí­ses del Sudeste Asiático, demuestra la eficacia generalizada de este modelo en los paí­ses en ví­as de desarrollo. A diferencia de la economí­a de libre mercado que han pregonado desde el principio las naciones de Occidente, el modelo de crecimiento de las naciones emergentes adquiere un tinte más marcado de la dirección del gobierno. En estos paí­ses, sólo mediante la reconstrucción de un tejido social que tenga en cuenta la idiosincrasia histórica y cultural del propio paí­s será posible instaurar una fórmula económica efectiva para el progreso. Según el FMI, en la actualidad EEUU lidera el ranking mundial de riqueza en términos de paridad de compra, con 13 billones de dólares, seguido por China, con 9,9 billones de dólares. India ocupa el cuarto lugar con 4,2 billones de dólares estima que en el 2020 China será la primera economí­a del mundo e India, la tercera, creando un nuevo trí­o de potencias economicas -EEUU, China e India- que sustituirá al actual formado por los americanos, europeos y japoneses.Mientras Estados Unidos y Europa luchan para salir del pantano del endeudamiento, el desempleo y la deflación, la resistencia de los paí­ses BRIC a los embates de la crisis ha sido la grata sorpresa. Brasil, Rusia, India y China se han convertido en un factor de estabilidad y crecimiento logrando producir un desacople del eje Estados Unidos-Japón-Europa. Los paí­ses BRIC serán los primeros en salir de las cifras rojas: Brasil registró su primer superávit comercial tras 18 meses de déficit consecutivo y ha comenzado a recuperar la inversión extranjera; China ha desempolvado cientos de proyectos que tení­a archivados y ha comenzado a ejecutarlos para mantener a su economí­a entre el 7,5 y 8 por ciento; India ha tenido la virtud de no hacerse tan dependiente del comercio mundial y Rusia ha resistido gracias a los buenos resultados de Gazprom, la estatal petrolera.La idea de una divisa BRIC empieza a permear en los cerebros de los estrategas de divisas, algo que nadie se hubiera atrevido a imaginar hace algunos años, con excepción de las mentes más estructuradas del planeta. Pero tampoco hay que engañarse: la decadencia de EEUU lleva ineluctablemente al fin del dolarcentrismo, sea a corto o largo plazo. Y justamente esta es el gran problema aún no existe alternativa que supla al agónico dólar estadounidense, por lo que urge apresurar el trote para la creación de varias divisas regionales que reflejen el nuevo orden multipolar, y en la que la divisa BRIC jugarí­a un rol de anclaje y estabilización.El BRIC, como eje del poder mundial, es un mito, que se parece cada vez más a la realidad. Serí­a un doble grave error de juicio pretender, primero, que el BRIC no existe por representar una ideación virtual sin concreción y, segundo, no vislumbrar su gradual expansión, en caso de subsistir matricialmente, a partir de sus cuatro vectores fundacionales -Brasil, Rusia, India y China- con sus respectivas esferas de influencia geoeconómicas: Unasur, la Comunidad de Estados Independientes que es el espacio de influencia de la antigua Unión Soviética en Asia Centra, las naciones del subcontinente indio, y los 10 paí­ses del bloque del sudeste asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés).Tampoco hay que soslayar que su ví­nculo débil lo constituye India, mientras Brasil, en la etapa de la creatividad geopolí­tica y económica de Lula, ha roto las barreras gravitacionales de la distancia geográfica. El BRIC constituye la interdependencia de cuatro bloques geoeconómicos afines complementariamente y con intereses comunes y que se definirí­a mejor por lo que no es una organización militar, que luego puede desenvolverse en el ámbito militar es uno de los posibles futuros. La voluntad de permanencia e institucionalización de la cumbre de los BRIC significa que este bloque, todaví­a por definir, empieza a configurarse como un auténtico «contrapoder global» a los tradicionales organismos multilaterales creados a imagen y semejanza del hegemonismo norteamericano y las viejas potencias europeas.Un número cada vez mayor de paí­ses han emprendido el camino de su emergencia económica, de momento se ve claramente en los llamados BRIC, pero otros como Indonesia o Turquí­a podrí­an seguir su camino -y por tanto también, tarde o temprano, polí­tica, diplomática y, en último término, militar- en el tablero mundial. La emergencia de estos paí­ses en ví­as de desarrollo es una tendencia irreversible «que cambiará la fisonomí­a del mundo en el siglo XXI».

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