6.300 trabajadores al día se incorporaron durante el pasado enero a las fatídicas colas del INEM. Son 200.000 parados más en sólo un mes, el mayor incremento desde hace 13 años. Y la cifra de desempleados ya supera los 3,3 millones, amenazando, dada la creciente aceleración de la destrucción de empleo, con alcanzar muy pronto cotas insoportables. Cada mes el paro alcanza un nuevo récord histórico. Y la secretaria general de empleo, Maravillas Rojo, volvió cargar las culpas sobre «la crisis internacional», eludiendo la responsabilidad de Zapatero en el mantenimiento de un modelo productivo basado en la construcción y el empleo precario.
3.327.801. Este es el número total de arados con que se cerró enero. El incremento del desempleo durante el pasado mes, cercano a los 199.000 nuevos parados, supone la mayor subida de toda la serie histórica comparable, iniciada en 1996. Es la décima subida mensual del paro, dibujando una temible flecha hacia arriba que incrementa la aceleración de su repunte conforme se agudizan las consecuencias de la crisis para España. En el último año, un total de 1.065.876 trabajadores han pasado a engrosar las listas del paro, lo que representa un crecimiento interanual del 47,1%. Es decir, por cada dos parados censados hace un año, hay ahora uno más. Pero esos cálculos son todavía peores si tomamos el último trimestre, donde se han destruido casi 609.100 puestos de trabajo, el 60% del total del año. Pero alguno de los datos parciales, que permanecen habitualmente ocultos entre el tumulto de las cifras totales de incremento del paro, son todavía peores. El grado de destrucción de empleo se utiliza para precarizar todavía más el trabajo, echando gasolina al fuego de las condiciones de vida de los trabajadores.. En enero, se registraron un 28,8% menos de contratos que el mes anterior. Pero la contratación fija descendió todavía mas, hasta un 39,4%. El 89,5% de los nuevos contratos en enero fueron temporales y precarios. Entre los trabajadores inmigrantes –los más afectados por la precariedad y la superexplotación- el paro se ha incrementado en el último año un 86,74%, casi el doble de la media. Son utilizados por el capitalismo como mercancía deshechable, triturados durante los años de expansión para extraerles hasta la última gota de plusvalía, y escupidos en una cuneta cuando arrecia la crisis. La secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, ha vinculado este espectacular crecimiento del paro a “la crisis financiera internacional”, asegurando que “en la medida en que la crisis internacional, la falta de liquidez y la caída del consumo remitan, el impacto sobre el paro irá cambiando a mejor”. Miente por partida doble. Existe crisis internacional para todos los países europeos. Y sin embargo España es el país con más paro de toda la UE, dobla la tasa de desempleo comunitaria y multiplica por 9,5 el ritmo de incremento del paro europeo. Las razones de que España sea el líder europeo del paro hay que buscarla en el modelo productivo basado en la construcción y el empleo precario que Zapatero y Solbes han impulsado de forma entusiasta durante estos últimos años, engordando con ello los beneficios de la banca y empujando al país a la recesión más dura del último medio siglo.