Moratinos se reune con Hillary Clinton

Nueva relación, viejas dependencias

La reunión entre Hillary Clinton, secretaria de Estado norteamericana, y Miguel Angel Moratinos, ministro de Exteriores español, pretendí­a escenificar «una nueva etapa en las relaciones hispano norteamericanas», dejando atrás la frialdad de la administración Bush. Pero, por encima de la «nueva relación», reaparecieron las «viejas dependencias», esas que, independientemente del color polí­tico de la Casa Blanca, nos atan a los designios imperiales de Washington. Moratinos se comprometió a incrementar la presencia militar en Afganistán, donde han muerto ya casi 90 soldados españoles sólo para defender los intereses de dominio estadounidenses.

"Los uentes están tendidos", explicó Moratinos tras su reunión con Hillary Clinton. Según el ministro de Exteriores de Zapatero, la nueva etapa de las relaciones bilaterales se diseñará bajo el acuerdo tácito del quid pro quo (algo a cambio de algo).¿Qué dará España? No tardó demasiado Moratinos en reconocer que España abrirá sus fronteras a algunos presos de Guantánamo y tendrá mayor colaboración en el conflicto de Afganistán.Es decir, España seguirá participando en el entramado global del terror norteamericano. Antes, a través de los vuelos de la CIA, que recalaban clandestinamente en España -con el consentimiento tanto del gobierno de Aznar como del de Zapatero- trasladando prisioneros el infame penal de Guantánamo. Y ahora ayudando a EEUU a desmantelar lo que ya se ha convertido para la superpotencia norteamericana más en un problema que en una solución.Y, dentro del mismo paquete, el ejército español incrementará su presencia en Afganistán, la primera guerra lanzada por Bush y que, tras el fracaso en Irak, Obama ha asumido como medio para mantener la presencia directa norteamericana en Oriente Medio. En Afganistán han muerto ya casi noventa soldados españoles, y el ejército español se ha visto obligado a participar en operaciones militares contra la población civil comandadas por los militares norteamericanos.Moratinos anuncia que con Obama "se abre una nueva etapa en las relaciones entre EEUU y España". ¿Pero qué significa esa nueva etapa? ¿Es que la guerra de Afganistán era horrenda con Bush y admisible con Obama? ¿Es que va a exigir el gobierno español un mayor control sobre las actividades en las bases norteamericanas en suelo español, o sobre los aviones militares norteamericanos que aterricen en nuestros aeropuertos, para impedir nuevos "vuelos de la CIA"?Nuevas relaciones, viejas dependencias que Zapatero y Moratinos no sólo no cuestionan sino que asumen con entusiasmo siempre que el presidente norteamericano sea Obama.

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