«Según el último Programa de Estabilidad que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha enviado a Bruselas, las tres administraciones tendrán que impulsar un ajuste extra en la remuneración de sus funcionarios y de su personal laboral para cumplir con las exigencias de la Comisión Europea.»
Esaña se ha comprometido ante la UE a ahorrar 1,5 puntos del PIB entre 2011 y 2013 (esto es, cerca de 15.000 millones) a costa de los asalariados del sector público. La ecuación es sencilla: el Estado, los consistorios y las autonomías tendrán que ajustar en 4.000 millones el salario de los funcionarios mediante el mantenimiento de “un esquema de moderación salarial aplicado al conjunto de las Administraciones Públicas”. Esta cláusula la interpretan fuentes cercanas a Hacienda como que el Gobierno asume que tiene que reducir el gasto a costa de una pérdida de poder adquisitivo “sensible” de los empleados públicos en 2012 y en 2013. (EXPANSIÓN) EL PAÍS.- La ortodoxia antiinflacionista tiene graves contraindicaciones cuando se aplica sin matices y en circunstancias inapropiadas. Tal como están gestionando Francia y Alemania los planes de rescate y tal como conduce el BCE la política monetaria, no hay una zona euro con una moneda común, sino dos. La de Alemania y Francia, por una parte, sostenida por Austria y los Países Bajos, y los países periféricos, que van a sufrir las consecuencias de la obsesión por los precios en forma de elevadas tasas de paro, pérdidas de renta y retrasos en la inversión. EL PERIÓDICO.- Es increíble la poca sensibilidad que demuestra la gente con respecto a los recortes. Son necesarios para nuestra sociedad. A modo de ejemplo, siguen algunas propuestas de posibles afeites inmediatos. Recorte de los 11.559 millones de euros que el FROB ha concedido a 33 cajas de ahorros. Cancelación de las pensiones vitalicias -que superan los 6.000 euros mensuales- para los excargos políticos. Supresión del privilegio de los diputados para optar con solo siete años a la jubilación. Recorte de complementos, bonificaciones, gastos de representación, de libre disposición y demás emolumentos de los diputados. Recorte del 70% de los 35.000 coches oficiales de las diversas instituciones públicas del país. Salarios. Expansión El gobierno prepara otro ajuste salarial para los empleados públicos Calixto Rivero Los empleados públicos, tanto del Estado como de ayuntamientos y autonomías, no han pagado por completo la factura de la crisis de las arcas públicas. Según el último Programa de Estabilidad que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha enviado a Bruselas, las tres administraciones tendrán que impulsar un ajuste extra en la remuneración de sus funcionarios y de su personal laboral para cumplir con las exigencias de la Comisión Europea. Las cifras del documento enviado a la UE hablan por sí solas. El Gobierno tiene previsto reducir el déficit en cerca de 3.000 millones (0,3 puntos porcentuales del PIB) de euros en 2011 con la congelación de los sueldos. También prevé aminorar el agujero presupuestario hasta 2013 en 8.000 millones (0,8 puntos del PIB) reponiendo sólo el 10% de las vacantes. Y como España se ha comprometido en el mismo informe ante la UE a ahorrar 1,5 puntos del PIB entre 2011 y 2013 (esto es, cerca de 15.000 millones) a costa de los asalariados del sector público, la ecuación es sencilla: el Estado, los consistorios y las autonomías tendrán que ajustar en 4.000 millones el salario de los funcionarios mediante el mantenimiento de “un esquema de moderación salarial aplicado al conjunto de las Administraciones Públicas”. Esta cláusula la interpretan fuentes cercanas a Hacienda como que el Gobierno asume que tiene que reducir el gasto a costa de una pérdida de poder adquisitivo “sensible” de los empleados públicos en 2012 y en 2013. Pero estos mismos técnicos explican que hay varias cuestiones sobre la mesa que todavía no están cerradas: se podrían impulsar subidas de los sueldos inferiores al IPC, que actualmente crece a un ritmo del 3,8%. Un avance de los sueldos en el sector público de este calibre sería inadmisible en un escenario en el que el Pacto del Euro plantea que las remuneraciones se liguen a la productividad. Los salarios tendrían que crecer por debajo de cómo evolucione el PIB real para lograr un ajuste significativo en las partidas de personal de los presupuestos. Este plan se podría realizar en dos tandas: en los Presupuestos del Estado de 2011 y en los de 2012, que ya no estará en manos de Zapatero. Otras fuentes apuntan que la decisión podría adelantarse porque no cuadran las cuentas. Algunas fuentes cercanas a Hacienda hablan incluso de que se podrían tocar las pagas extra de los empleados. Los 4.000 millones de ajuste dan por hecho que los recortes ya impulsados tendrán los efectos previstos, algo que algunos interventores de Hacienda cuestionan. Los pagos de personal siguen repuntando a pesar de que los salarios bajaron un 5% de media en 2010. Si esta tendencia sigue el recorte tendría que ser mayor. Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron ayer a este periódico que el ajuste que falta equivaldría a 0,4 puntos porcentuales del PIB. Y aclaran que esto se podría lograr con subidas del sueldo “moderadas”. Por su parte, sindicatos como USO creen que ya no hay margen para reducir los salarios base, y denuncian que se estén impulsando medidas que perjudican el bolsillo mientras que el número de asalariados en la Administración no para de crecer. EXPANSIÓN. 4-5-2011 Editorial. El País Avanza la ortodoxia El nombramiento de Jens Weidmann como nuevo presidente del Bundesbank y los vientos alemanes y franceses en favor del italiano Mario Draghi como futuro sustituto de Jean-Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE) deben interpretarse como prueba del interés de Berlín en ocupar, con economistas de probada ortodoxia y rigor monetario, los puestos neurálgicos de las instituciones económicas europeas. No es un secreto que, a cambio de su apoyo a Draghi (defensor de la estabilidad de precios por encima de cualquier consideración), Angela Merkel quiere sentar a hombres fieles a la ortodoxia en el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, que ahora preside Draghi) y el Comité Económico y Financiero. Las políticas de rigor (atención preferente a la inflación, exigencia de cumplimiento estricto de los límites de déficit, tijeretazos a la deuda pública) son una terapia discutible durante un periodo recesivo. La economía mundial parece dividida hoy entre países con políticas monetarias relajadas, facilidades financieras, bajos tipos de interés y monedas que se han depreciado (Estados Unidos y Reino Unido) y una zona económica empeñada en una contracción fiscal para todos los países del área, con una moneda en continua revalorización, tipos de interés en alza y facilidades financieras que se quieren eliminar sin prisas pero sin pausas, con independencia de cuáles sean los grados de recuperación de los países implicados. La ortodoxia antiinflacionista tiene graves contraindicaciones cuando se aplica sin matices y en circunstancias inapropiadas. Está bien que los mercados presionen para que se reduzca la deuda y se programen recortes del gasto contra el déficit, pero la prioridad de una política económica europea debería ser algo más. Por ejemplo, la de coordinar un calendario de estabilidad monetaria con un programa de recuperación económica. Tal como están gestionando Francia y Alemania los planes de rescate y tal como conduce el BCE la política monetaria, no hay una zona euro con una moneda común, sino dos. La de Alemania y Francia, por una parte, sostenida por Austria y los Países Bajos, y los países periféricos, que van a sufrir las consecuencias de la obsesión por los precios en forma de elevadas tasas de paro, pérdidas de renta y retrasos en la inversión. EL PAÍS. 4-5-2011 Opinión. El Periódico A favor de recortes urgentes Juli Capella Es increíble la poca sensibilidad que demuestra la gente con respecto a los recortes. Son necesarios para nuestra sociedad. Debemos aceptarlos y bendecirlos. Parece mentira que nadie sea consciente de esta urgencia. Hemos vivido derrochando y ha llegado el momento de poner coto a tanto despilfarro. A modo de ejemplo, siguen algunas propuestas de posibles afeites inmediatos. Recorte de 951 millones de euros que el Ministerio de Industria destina a investigación militar. Recorte del 60% del presupuesto del Ministerio de Defensa, que asciende a 9.154 millones de euros. Para ganar eficiencia, supresión de los diversos organismos autónomos del Ministerio de Defensa que acarrean 1.218 millones de euros. En general, reducción del 80% de los más de 18.000 millones de euros que gastamos (casi 50 cada día) en defensa, sin estar en guerra. Recorte de los 11.559 millones de euros que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha concedido a 33 cajas de ahorros, que habían gestionado mal sus (nuestros) fondos. Cancelación de las pensiones vitalicias -que superan los 6.000 euros mensuales- para los excargos políticos. Supresión del privilegio de los diputados para optar con solo siete años a la jubilación, cuando lo legal son 35. Recorte de complementos, bonificaciones, gastos de representación, de libre disposición y demás emolumentos de los diputados, y que solo reciban su sueldo oficial y no otras retribuciones como hasta la fecha. Recorte del 70% de los 35.000 coches oficiales de las diversas instituciones públicas del país. Recorte del abusivo sobrecoste farmacéutico de las medicinas que receta la Seguridad Social. Reducción del 50% en gastos de propaganda electoral para todos los partidos políticos. Cancelación de la construcción de más aeropuertos fantasma y demás infraestructuras sobredimensionadas… Es necesario que todos seamos conscientes de la necesidad de estos sacrificios. ¡Recortes ya! EL PERIODICO. 4-5-2011