«Irlanda negó tajantemente que estuviera en negociaciones de cara a un posible rescate y varios funcionarios europeos insistieron en que Dublín no estaba bajo presión alguna para solicitar ayuda. Asimismo, el ministro portugués de Relaciones Exteriores, José Amado, especuló en una entrevista publicada el fin de semana que los problemas del país para controlar su alto nivel de endeudamiento podrían desembocar en su expulsión de la zona euro.»
Hasta ahora, la crisis se ha limitado rincipalmente a los países más pequeños del bloque, como Grecia e Irlanda, cuyos pasivos son relativamente manejables para la UE. Si la crisis se propaga a España o Italia, sin embargo, la capacidad de la UE para costear un rescate será puesta a prueba. Muchas autoridades del Viejo Continente creen que es mejor actuar ahora que esperar a que los mercados dobleguen la voluntad del país. El gobierno irlandés sigue siendo renuente a aceptar la pérdida de soberanía y la mayor austeridad que probablemente acompañaría un rescate. (THE WALL STREET JOURNAL) CHINA DAILY.- Los cerca de 50.000 nuevos puestos de trabajo que EEUU podría crear con su pacto de $10 mil millones con la India estarán casi todos concentrados en la industria de la defensa. Se trata de empleos que podrían extender una carrera armamentista regional. Dada la capacidad de cabildeo de la industria de defensa de EEUU, que emplea a unos 3 millones de personas, quizás no resulte sorprendente que el propio presidente estadounidense sirva de representante a los contratistas militares. EEUU está impaciente por sustituir a Rusia como mayor suministrador de armas de la India, país que adquirió el más alto volumen de armamentos del mundo el año pasado. EEUU. The Wall Street Journal Irlanda abre una nueva etapa en la crisis de la deuda Marcus Walker, Brian Blackstone y Neil Shah La crisis de deuda en Europa entró en una nueva etapa a medida que Irlanda resiste la presión del Banco Central Europeo (BCE) y varios gobiernos para que solicite un rescate en medio de las crecientes preocupaciones de que la zona euro no sobrevivirá en su actual configuración. Irlanda negó tajantemente que estuviera en negociaciones de cara a un posible rescate y varios funcionarios europeos insistieron en que Dublín no estaba bajo presión alguna para solicitar ayuda. Asimismo, el ministro portugués de Relaciones Exteriores, José Amado, especuló en una entrevista publicada el fin de semana que los problemas del país para controlar su alto nivel de endeudamiento podrían desembocar en su expulsión de la zona euro. La preocupación más inmediata, sin embargo, es Irlanda. Los gobiernos europeos están exhortando en privado a las autoridades del país a dejar el orgullo de lado y aceptar prontamente un rescate. El objetivo es evitar los reiterados retrasos en ayudar a Grecia durante el primer semestre que, a la postre, provocaron una crisis de confianza en toda la zona euro. Funcionarios alemanes y franceses subrayaron que la decisión de pedir ayuda le corresponde a Irlanda. El impasse se produce en momentos en que los ministros europeos de Finanzas se preparan para una serie de reuniones que comenzarán el lunes en Bruselas, donde probablemente se debatirá la situación irlandesa. La Unión Europea (UE) aprobó hace seis meses el establecimiento de un fondo de 750.000 millones de euros (US$1,03 billones) en conjunto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para rescatar a las economías de la zona euro en apuros. Hasta ahora, la crisis se ha limitado principalmente a los países más pequeños del bloque, como Grecia e Irlanda, cuyos pasivos son relativamente manejables para la UE. Si la crisis se propaga a España o Italia, sin embargo, la capacidad de la UE para costear un rescate será puesta a prueba. Férrea resistencia El Banco Central Europeo (BCE) y varias autoridades europeas están recomendando a Irlanda aceptar un paquete de rescate para apuntalar la confianza en la solvencia del país y detener la propagación de las turbulencias financieras a otros miembros de la zona euro, señalaron fuentes bien informadas. Muchas autoridades del Viejo Continente creen que es mejor actuar ahora que esperar a que los mercados dobleguen la voluntad del país. El gobierno irlandés sigue siendo renuente a aceptar la pérdida de soberanía y la mayor austeridad que probablemente acompañaría un rescate. Un paquete de fondos liderado por la UE incluiría una lista de severas medidas elaborada en conjunto con el FMI, señalan fuentes cercanas. Irlanda ha indicado en repetidas ocasiones que no busca un rescate de la UE o el FMI. El ministro de Finanzas, Brian Lenihan, desmintió en una entrevista radial el viernes que el gobierno haya solicitado algún tipo de rescate. Se espera que el gobierno irlandés envié el presupuesto al Parlamento el 7 de diciembre. Al BCE le preocupa que se trate de un período demasiado largo para anunciar un plan de austeridad si se toma en cuenta el deterioro de los mercados en las últimas dos semanas.Irlanda ha resaltado que no tiene que hacer pagos inminentes de sus bonos y dispone de amplias reservas de efectivo por lo que no afronta una crisis inmediata de liquidez ni de solvencia, a pesar de las dudas de los inversionistas que en las últimas semanas se han desprendido de la deuda soberana del país. Los observadores señalan que lo más probable es que Irlanda oponga una feroz resistencia a la presión para que solicite un rescate debido a la pérdida de prestigio internacional y soberanía que ello implica. El estigma ligado a la solicitud de fondos de rescate de Bruselas o el FMI también perjudicaría al partido Fianna Fail que encabeza un gobierno de coalición con una mayoría muy estrecha en el Parlamento. THE WALL STREET JOURNAL. 15-11-2010 China. China Daily Examen de conciencia para Obama en Asia Chen Weihua Para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuyo partido Demócrata sufrió lo que él mismo calificó de “paliza” en las elecciones intermedias del país, su gira de 10 días por Asia desde el 12 de noviembre debió asumirse como un examen de conciencia. Pero todo apunta a que ése no ha sido el caso hasta ahora. De cara a una tasa de desempleo en casa que se ha mantenido aferrada al 9,5 por ciento durante 15 meses consecutivos, Obama prometió que su viaje se centraría en la creación de puestos de trabajo. Sin embargo, los cerca de 50.000 nuevos puestos de trabajo que EEUU podría crear con su pacto de $10 mil millones con la India estarán casi todos concentrados en la industria de la defensa. Se trata de empleos que podrían extender una carrera armamentista regional. No son precisamente los puestos de los que nadie debe enorgullercerse. Dada la capacidad de cabildeo de la industria de defensa de EEUU, que emplea a unos 3 millones de personas, quizás no resulte sorprendente que el propio presidente estadounidense sirva de representante a los contratistas militares. EEUU está impaciente por sustituir a Rusia como mayor suministrador de armas de la India, país que adquirió el más alto volumen de armamentos del mundo el año pasado. De hecho, no se trata sólo de la preocupación que deriva de los acuerdos para la compaventa de armamentos. Obama y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, despliegan una mentalidad de guerra fría ante otros países, en particular los asiáticos. Al agrupar a las naciones en diversas categorías, tales como aliados, socios y rivales, la administración de Obama está diciendo que en esencia no es muy diferente de la administración anterior y que no podrá seguir siendo imparcial al mediar en desacuerdos entre estas naciones. Obama debe preguntarse por qué los musulmanes en Indonesia, donde él pasó parte de su niñez, protestan por su visita en vez de darle la bienvenida. Obama no ha terminado la guerra en Afganistán, como prometió. Lo que ha hecho es convertirla en su propia guerra. Ahora es el conflicto bélico más prolongado de la historia de EEUU. Obama debe enfrentar la realidad y dejar de vivir en la negación, diciéndole algunas duras verdades al pueblo de EEUU. Esas compañías que garantizaron acuerdos en la India son también las que han exportado a ultramar decenas de miles de empleos en la manufactura. El mandatario debe admitir ante su pueblo que no hay nada de malo en eso para EEUU, puesto que el país gana mucho más en esta división del trabajo global que los países en vías de desarrollo, tales como China y la India. Según estadísticas, casi la mitad de las ganancias divulgadas por las compañías integradas al índice bursátil S&P 500 provienen de ultramar. El acelerado crecimiento de China y la India ha impulsado la economía de EEUU, no lo ha detenido. Como líder nacional, Obama debería poner fin a los ataques contra China en su país, donde se suele culpar al país asiático por las problemas económicos locales, desde el desempleo a las burbujas inmobiliarias, de los déficits comerciales a las deudas fiscales. Si Obama no dice la verdad sobre Asia y China, su silencio significará que no ha aprendido la lección que le dejó la “paliza” sufrida por los demócratas en las elecciones intermedias. CHINA DAILY. 15-11-2010