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Con la crisis se ha puesto en marcha una nueva ofensiva. Según el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en su intervención en el Congreso, ante la Comisión del Pacto de Toledo, a final de año la Seguridad Social habrá consumido el superávit de los últimos años y entrará en números rojos. Para Ordóñez con la crisis «se ha producido un rápido deterioro en las cuentas de la Seguridad Social». Este hecho ha sido aprovechado una vez más para exigir otra reforma de las pensiones. O dicho en términos reales: introducir cambios en el sistema de pensiones para rebajarlas.
Según el gobernador del BE son necesarias reformas estructurales y lo rimero que habría que hacer es retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años. La segunda medida, ampliar el número de años de cotización para el cálculo de la base reguladora que sirve para calcular la cuantía de la pensión. De los 15 actuales a 25 o más.Zapatero dice que no se tocarán las pensiones pero utiliza a Fernández Ordóñez, puesto por él al frente del BE, como ariete sonda para ir abriendo camino a la reformas. Los sindicatos dicen que no a las reformas con la boca pequeña. ¿No tendrían que haber levantado un auténtico clamor contra esas medidas?Estamos viendo cómo los altos ejecutivos se adjudican millonarios planes de pensiones, cómo sobre la Seguridad Social se cargan los costes de los ERE’s de las multinacionales, como los políticos y ministros tienen leyes especiales que les garantizan pensiones máximas con menos años de cotización de los que se exigen a los trabajadores… ¿por qué nadie propone que se corte por aquí el gasto de la SS, en vez de ir a recortar las ya miserables pensiones de la inmensa mayoría de los trabajadores?