Televisión

Nosotros pagamos, ellos deciden

Hace una semana comenzó a emitir en periodo de pruebas el canal 24/9, a través de la TDT, un canal í­ntegramente de noticias, a imagen y semejanza del 3/24 de la televisión catalana. Lo asombrosos del caso es que el año pasado se anunciaba un déficit de la cadena pública que, según determinadas fuentes, superaba los 1000 millones de euros, aunque las cifras obviamente varí­an en función de quien de los datos. La empresa ha entrado en una fase de «quiebra técnica» y se prevén despidos masivos. Cuando una gran empresa de este tipo actúa í­ntegramente con dinero de los ciudadanos, ¿quién se encarga de vigilar la gestión, y de permitir nuevas aventuras suicidas como la que ahora emprenden?

Pese a la inestable situación de los trabajadores de TVV, y la nula rentabilidad que roporciona su segundo canal, Punt 2, el ente público se ha empeñado en ampliar sus emisiones. 24 horas de noticiaros ininterrumpidos, es la arriesgada apuesta que realiza, pero las fichas que pone sobre la mesa para jugar la partida no son suyas, sino de los ciudadanos, que ya han visto como se malgastaba su dinero. Algunos de los motivos de esta escandalosa pérdida de dinero son la constante apuesta por los productos foráneos, y la casi nula capacidad de producción propia, así como algunas obras faraónicas de cobertura mediática, como el Gran Premio de Fórmula 1 o la visita de Benedicto XVI.La imparable necesidad de controlar la información parece uno de los motivos que les empujan a este nuevo suicidio. La cadena ha recibido innumerables denuncias en los últimos años por ocultar a los ciudadanos y contribuyentes, hechos de la más absoluta relevancia. El poco disimulado interés por servir una información parcial y que acapare la oferta televisiva, parece ser la única razón de ser de este nuevo canal, que basara su programación en la reposición de todos los informativos que emiten sus canales y en la incorporación de boletines actualizados cada media hora.Es completamente necesaria, vistos este tipo de casos, la creación de organismos que velen por la transparencia en las cuentas e inversiones de este tipo de empresas públicas. Mas aún cuando se trata de el medio de comunicación más importante de una comunidad autónoma, que debe ser de completa utilidad pública para todos los ciudadanos, y no solo para determinados sectores del gobierno de la Generalitat.

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