Salud

Nos pondremos en su piel…

Recientemente se ha publicado el Informe Europeo sobre la Prevención del Maltrato a Personas Mayores, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados son muy preocupantes, pero aunque nada justifica el crimen más vil que se pueda cometer, atentar contra los más débiles de la sociedad, hay que cuestionarse por qué lo que en todas las sociedades siempre ha significado lo más valioso es ninguneado impunemente.

Más de cuatro millones de ancianos adecen violencia física cada año en Europa (10.000 al día), 29 millones son sometidos a abusos psicológicos y alrededor de 2.500 mueren a manos de algún familiar. Además, aquellos que sufren alguna demencia, discapacidad o pertenecen a sectores pobres de la población tienen más probabilidades de ser víctimas de algún tipo de abuso. No hace falta un estudio para llegar a esta conclusión. Cerca de 8.300 personas mayores de 60 años mueren de homicidio anualmente en Europa. El 90% de estos fallecimientos se producen en países con pocos ingresos o medios. El 30% de ellos, unos 2.500, además sufrieron maltrato. Un 2,7% del total de ancianos, lo que equivaldría a unos cuatro millones de personas de edad avanzada, sufre abuso físico como revela el Informe -un 0,7% de ellos, incluso, ha experimentado algún tipo de abuso sexual-. En España se estima que la media de homicidios a personas mayores de 60 años es de 31,4 fallecimientos al año. El maltratado aumenta entre aquellos ancianos que padecen alguna discapacidad cognitiva o dependencia. Pero, ¿por qué llevar la atención sobre los desalmados?. La realidad, especialmente en las sociedades latinas y mediterráneas, es que los mayores son el sector al que se le tiene mayor consideración. Será por el sustrato histórico de la sabiduría, la tradición de respetar y conservar a aquellos que han entregado horas de su vida por su familia y la sociedad, y que contienen el conocimiento práctico acumulado de toda una vida. O será por la debilidad, el cariño y protección de lo más desprotegido. Pero es así. Frente a las sociedades anglosajonas en las que los núcleos familiares se dispersan temprana y rápidamente. Otra cosa son los mecanismos por los que las condiciones sociales someten a nuestros mayores a “tanto produces, tanto vales”. En España, 2401 personas fueron encuestadas en casa mediante entrevistas realizadas cara a cara, el resultado muestra que un total del 0,8% ha sufrido maltrato físico en 2010. Abuso mental, un 0,3%. Por negligencia -malos cuidados o ignorancia absoluta del mayor-, un 0,3%. Entre las menos se encuentran las causas económicas con un 0.2% y maltratados sexualmente, un 0.1%. En el 202 el Gobierno puso en marcha la campaña “Ponte en su piel”, pero vistos los resultados parece decir “ponte en su piel, que no vale mucho”. Más del 40% de los jubilados cobra menos de 600 euros mensuales, por no hablar de las viudas o del estado de una parte importante de los centros públicos. No se conoce ninguna campaña llamada: “Disculpen, a partir de ahora nos pondremos en su piel”

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