Nos han mentido. Nos han engañado. Nos han estafado. Nos han robado. Zapatero justificó el plan de rescate de 250.000 millones de euros, pagado con dinero público y entregado a los bancos, bajo el argumento de que era necesario para que las entidades financieras pudieran reanudar el crédito a familias y pymes. Ahora, el vicepresidente económico Pedro Solbes admite que las ayudas a la banca «apenas podrán cambiar la tendencia del crédito». Y acto seguido, el gobierno rechazó una propuesta parlamentaria que pretendía obligar a los bancos a incrementar el crédito como condición para recibir ayudas públicas. Ya está todo claro, el mismo gobierno admite que el plan de rescate no es más que un robo a cada español -obligado a cotizar forzosamente con 5550 euros, casi un millón de pesetas- para entregárselo graciosamente a los bancos a cambio de absolutamente nada.
A veces resulta difícil mantener la serenidad, cuando uno comrueba que le han engañado y robado la cartera, y encima el ladrón lo reconoce con absoluta impunidad. Según los datos del Banco de España, el flujo efectivo de nuevo crédito a las familias está cayendo a un ritmo del 56%. Pues bien, Pedro Solbes ha reconocido que las multimillonarias ayudas públicas a la banca no servirán para aumentar el crédito y hacer que éste llegue a las familias y las pymes, asfixiadas por las consecuencias de la crisis. El vicepresidente económico incluso justificó que los bancos hayan cerrado el grifo a empresas y familias, alegando que “tan malo es no dar créditos a personas solventes como concederlo a insolventes”. Y en un alarde de desfachatez afirmó que “el ministerio de Economía no tiene ningún interés en establecer objetivos cuantitativos de crecimiento del crédito”. Eso sí, Solbes informó que el gobierno ya ha comprado a los bancos activos por valor de 19.341 millones de euros y avalado emisiones de 53 entidades por valor de 89.794 millones. Subvenciones públicas que ascienden a 109.135 millones de euros, un 10% del PIB español, una cifra superior al peso del turismo o la industria del automóvil en la economía nacional… entregadas a los bancos a cambio de nada. El total del plan de rescate bancario ascenderá a 250.000 millones de euros, ya veremos si a más. Lo que significa que cada español deberemos aportar 5.550 euros, casi un millón de pesetas, medio año del sueldo de un trabajador mileurista. Todo era para que los bancos reactiven el crédito, y al final todos saliéramos beneficiados. Pero ahora admiten que nos engañaron, que las ayudas públicas a la banca no servirán para que el dinero llegue a familias o pymes. Se lo quedarán todo los bancos. ¿Y qué hará el gobierno? Nada. O mejor dicho, peor que nada. Seguirá entregando dinero público a la banca. En el Congreso se ha presentado una moción que pretendía que condicionar la compra de activos financieros o el otorgamiento de avales públicos a los bancos a que éstos aumenten los créditos a las pymes y los préstamos hipotecarios. Igualmente la moción proponía condicionar las ayudas al reparto de dividendos durante 2009 y a la limitación de los salarios de los directivos. Una propuesta tan sensata como que Obama la está aplicando en EEUU. Pero Zapatero ha dicho sencillamente no. La ha rechazado. Los bancos seguirán recibiendo multimillonarias subvenciones que todos pagamos. Y las utilizarán para pagar sus deudas con bancos extranjeros y sanear sus balances, mientras a nosotros nos niegan los créditos. O para que el Santander pueda repartir 8.876 millones de euros de dividendo entre sus accionistas, y Francisco González se auto otorgue un salario de 19,7 millones de euros, 530 veces el salario medio de un trabajador. Nos han mentido. Nos han engañado. Nos han estafado. Nos han robado.