Crece la pobreza en Latinoamérica

No queremos ayudas sino independencia

Las previsiones de la ONU hablan de un brutal aumento de la pobreza que podrí­an hacer retroceder al continente a niveles de 1980. Es una realidad acuciante que la crisis se va a cargar en las espaldas de los trabajadores y, particularmente, en los paí­ses del tercer mundo.

La ONU ha manifestado su reocupación especialmente las economías de América Central y del Caribe. Consideran que sólo Brasil, Chile y México podrían implementar “planes sociales” contra la crisis.Pero, ante este panorama, no sólo hay que valorar las inversiones sociales de los grandes países de Latinoamérica sino, principalmente, los mecanismos de autonomía política y económica que impidan que se descargue la crisis financiera en el tercer mundo. México puede abordar relativos planes sociales contra la crisis pero, principalmente, ¿podrá parar el incremento del precio de los alimentos impuesto por las multinacionales?El aumento del precio de los alimentos se ha convertido en un fórmula clave del capital financiero para recuperar beneficios tras el hundimiento de la construcción.La tortilla de maíz en México ha llegado a experimentar subidas de hasta el 200%, ante esto ¿hay que subvencionar los alimentos (como afirma la ONU) o impedir que las multinacionales especulen con el precio y los stocks para sacar más beneficios? La crisis muestra todo su antagonismo para los pueblos.Argentina, convertida en el granero del mundo, ¿podrá frenar la voracidad de las multinacionales agrícolas que hunde en el hambre a un país en el que abundan los alimentos?En las provincias del norte del país el 85% de los niños sufren de desnutrición a nivel nacional el 25% de los hogares argentinos pasan hambre. Todo ello a pesar de que Argentina es el segundo productor de soja del mundo.La ONU alerta que la región necesita con urgencia una inyección de fondos públicos si quiere evitar que se pierdan los significativos avances sociales logrados en los últimos años.Pero lo que principalmente necesitarán los países de la región, es dotarse de la capacidad de autonomía suficiente para impedir la imposición de Washington y otras potencias.Para frenar el ansia devoradora de sus multinacionales y capital financiero. Lo que necesita la región es desarrollar sus propios mecanismos comerciales, industria o autonomía energética. Proteger sus sectores estratégicos y garantizar la seguridad alimentaria.Son estas -no otras- las vigas maestras que han permitido un importante repunte económico, político y social. Iberoamérica no necesita “ayudas” sino independencia.

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