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¡No nos da la gana!

Después de tres años de sufrir la crisis, y de asistir a un avance de los recortes en todos los terrenos, empeorando nuestras condiciones de vida y preparando las bases para que éstas alcancen suelos desconocidos en España desde hace décadas, se nos presenta la oportunidad de dar un paso al frente colectivamente.

El mundo de la Cultura, el conocimiento, la investigación, la Ciencia y la Educación, está siendo cuestionado en sus fustes más básicos. No solo en las condiciones de sus trabajadores y profesionales, sino en las duras consecuencias que tendrán los recortes en la formación de las generaciones futuras, y en la esperanza de vida de la mayoría de la población. Así como en la calidad del conocimiento y la cultura a la que tendremos acceso. Cada recorte en las condiciones de vida, conlleva, además, tal y como estamos viendo, un recorte en las libertades. No solo porque en este proceso la concentración de capital implica una enorme concentración de poder político y, también, mediático, claro, sino porque cuando la gente se rebela es produce, según la lógica del poder, una mayor represión de las libertades. Ha llegado el momento de que el 90% de la sociedad digamos basta a la política de expolio, saqueo y ninguneo de nuestras libertades que se nos impone desde fuera, y que la clase política acepta sin rechistar, con continuos gestos de sumisión de difícil comparación histórica. Ha llegado el momento de que el mundo de la Cultura actúe como vanguardia y referente en una respuesta que ha de ser de la mayoría, porque son los intereses de todos los que están siendo cuestionados. Por eso no debemos aceptar, por una parte, que se nos enfrente y divida. Y por eso, también, debemos hacer un esfuerzo, desde todos los rincones de la sociedad, por poner aquello que nos une por encima de lo que nos divide. Cuestiones, todas ellas, que frente al futuro que los principales centros de poder nos depara, o pese a la importancia que hayan podido tener, son realmente secundarias. «Ha llegado el momento del “¡no queremos!” de todos y con el que todos nos identifiquemos»Y por otra parte debemos saber jugar el papel que históricamente han desempeñado los sectores más activos de la intelectualidad, los profesionales y trabajadores de la Cultura y la Ciencia. Una respuesta en la que que confluyan los sindicatos ante la Reforma Laboral, las organizaciones de jubilados frente al saqueo de las pensiones, las movilizaciones de la comunidad educativa, las protestas contra los recortes sanitarios, iniciativas como la de la casilla de la ciencia, o la denuncia de la Ley Sinde-Wert ante el Tribunal Constitucional… son todas parte de una misma exigencia que debe ser un golpe en la mesa el próximo 29 de marzo. Recordando al Quijote que en la portada del último número del 2011 luchaba por su independencia, y trayendo las palabras del escritor colombiano Fernando Vallejo, en un discurso en el Instituto Cervantes de Berlin con motivo del Año del Quijote: «En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme… Así empieza nuestro libro sagrado, con el «no quiero» más famoso que haya dicho un español en los mil años bien contados que lleva de existencia España. Y vaya, que es decir, pues para empecinados los españoles, que le hubieran podido dar lecciones a mi abuelo. ¿Y por qué no quiere acordarse Cervantes del nombre del lugar de La Mancha? Porque no se le da la gana. No quiere y punto. España no necesita razones”Ha llegado el momento del “¡no queremos!” de todos y con el que todos nos identifiquemos, ¡porque no nos da la gana!. Aunque en este caso sobren las razones por nuestras condiciones de vida, la democracia y la independencia de nuestro país.

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