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A medida que Estados Unidos y sus aliados occidentales han dejado claro que creen que el gobierno sirio utilizó armas químicas en las afueras de Damasco, existe una creciente especulación de que EEUU podría lanzar pronto una acción militar contra Siria.Sin embargo, sin una sólida base jurídica, cualquier intervención militar en Siria tendría consecuencias nefastas para la seguridad regional y sería una violación de las normas que rigen las relaciones internacionales .Al culpar al gobierno antes de que los inspectores de armas químicas de la ONU completen sus investigaciones independientes y lleguen a una conclusión auténtica y creíble, están actuando como juez, jurado y verdugo. Los ataques militares de las potencias extranjeras sólo agravarán la crisis y podrían tener consecuencias imprevistas y no deseadas.Incluso los que no son fans del régimen de Bashar al-Assad deben preguntarse por qué el régimen podría haber utilizado armas químicas, cuando las fuerzas del gobierno acaban de tomar ventaja en la lucha contra la oposición, y está claro que tal medida equivaldría al suicidio .La comunidad internacional debe ejercitar la paciencia en lugar de dejarse arrastrar por la inteligencia de EEUU, que después de todo es responsable de acusar a Saddam Hussein de tener armas de destrucción masiva.La acción militar sin mandato de la ONU va a agravar aún más la situación en Siria y hacer un flaco favor a la paz y la estabilidad regional. Convertir a Siria en otra Libia o Irak es lo último que la mayoría de personas en todo el mundo quieren ver.Hace diez años, EEUU y sus aliados soslayaron la ONU y orquestaron un contundente cambio de régimen en Irak con el pretexto de que el régimen poseía armas de destrucción masiva; no se debe permitir que vuelva a suceder .Desde que la crisis de Siria entró en erupción hace dos años, un Occidente liderado por EEUU ha estado maniobrando para un cambio de régimen en el país, por las buenas o por las malas. Parece que tienen un creciente interés en la aplicación del modelo de Kosovo en estos momentos.Las maniobras de los países occidentales no sólo han alimentado la violencia en Siria, también han sembrado las semillas de la discordia entre los miembros de la comunidad internacional y añadido dificultades a aquellos que están haciendo esfuerzos para desactivar la crisis pacíficamente .Antes de que la crisis dé un giro de mal hacia peor, ya es hora de que EEUU aprenda de sus errores del pasado y frene sus ideas locas de intervenir militarmente en otro país.