El saqueo que sufrimos una inmensa mayoría de la población, desde trabajadores a pymes, desde jóvenes a pensionistas, no surge espontáneamente, ni se puede recudir a la aplicación de políticas “neoliberales”. Es un atraco. Y el primer e imprescindible paso para atajarlo es señalar a los atracadores. Bancos y monopolios, pilares del Ibex-35, el sancta santorum de la oligarquía española, y grandes fondos de Wall Street, el corazón de la gran burguesía norteamericana, están haciendo su agosto en España a costa de todos nosotros.
El Ibex-35, el emblema de la oligarquía española, encadena récords de ganancias al mismo ritmo que aumenta la desigualdad.
En 2024 registró un hito histórico, con 64.349 millones de euros en ganancias… ¡un 26% más que el año anterior! Y todos los analistas apuntan a un nuevo récord en 2025, con entre un 8% y un 12% más de ganancias.
Los reyes de los beneficios son los bancos. Tan solo seis bancos (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) obtuvieron el pasado año 31.768 millones en ganancias, la mitad de todo el Ibex-35.
La rentabilidad que obtienen estos gigantes económicos se ha disparado. El margen operativo del Ibex-35 en 2024 -los beneficios respecto a los ingresos- será el más alto de su historia. Alcanzando el 21,6%… un 50% más que antes de la pandemia.

¿Es que son “brillantes gestores” que “saben sacar rentabilidad a su negocio”? No. Es que nos han impuesto un mayor expolio.
Los sectores que más han aumentado su rentabilidad son la banca, gracias a las brutales subidas de intereses en préstamos e hipotecas, y las eléctricas, merced a un disparado precio de la luz.
Lo mismo sucede en otros sectores esenciales para nuestro bienestar.
Detrás del desorbitado aumento de los alquileres y el precio de la vivienda están bancos y grandes constructoras o promotoras, pero sobre todo megafondos extranjeros, como BlackStone, Cerberus y Lone Star, que se han convertido en los mayores caseros de España.
Y quien provoca la subida del precio de los alimentos, muy por encima del IPC general, no son los agricultores sino grandes fondos extranjeros. COAG, la mayor organización de agricultores y ganaderos, denuncia que apenas 900 fondos de inversión controlan más de 100.000 millones de euros en tierras de cultivo. Imponiendo un oligopolio que acapara una parte muy importante del mercado agrícola.
Entre los atracadores también hay jerarquías, y el principal de ellos, el que se queda la mayor parte del dinero que nosotros perdemos, es el capital extranjero, principalmente el norteamericano.

El Ibex-35 está bajo dominio foráneo. El capital extranjero controla ya el 56% de sus acciones. Y a la cabeza están mega fnodos norteamerianos (BlackRock, Fidelity, Vanguard, JP Morgan…) que son los principales accionistas de la banca, las eléctricas y energéticas, las comunicaciones y grupos mediáticos.
El disparatado incremento del precio de la vivienda, y especialmente de los alquileres, tiene su origen en 2013, cuando el gran capital norteamericano desembarca en España adquiriendo a precio de saldo numerosos pisos. Hoy grandes fondos de la superpotencia (principalmente tres: BlackStone, Cerberus y Lone Star) son el “corazón de las tinieblas” que ha convertido un derecho fundamental como es la vivienda en un lucrativo negocio.
Cuando pagamos un alquiler de 1.200 euros, o 300 euros más de hipoteca, gran parte de ese dinero acaba en Wall Street. Lo mismo que cuando nos llega un sablazo en la factura de luz, en la caja del supermercado o en la gasolinera, porque son los dueños de las eléctricas, de las petroleras o de las grandes superficies. Pero además son los que están impulsando la degradación de la sanidad, la educación o las pensiones públicas, porque son los propietarios de las grandes corporaciones de sanidad privada, las universidades privadas o de los fondos privados de pensiones.

