Cargando...El sector privado está en lucha. Ayer se movilizó en 2 ciudades de Euskadi, en Bilbao una manifestación por parte de CCOO, que fue desde la sede del Gobierno vasco hasta la plaza circular de Abando por la exigencia de un convenio estatal que afecta a 100.000 trabajadores del sector a nivel del país y una concentración en Donosti, convocada por ELA frente al Palacio de Justicia de Atotxa, proponiendo un convenio para la provincia.
Txomin Marañón, resonsable de la seguridad privada en Euskadi de CCOO, denunció que el actual convenio se encuentra en la “banda baja” de condiciones sociolaborales y salariales pese a que el sector ha experimentado “un gran auge” en los últimos años, un ejemplo son las horas extras a un “precio inferior” de lo que fue estipulado en una sentencia del Tribunal Supremo. Si bien también trató la problemática concreta de Euskadi, ya que los empleados vascos son los más afectados puesto que el nivel de vida de la comunidad es más alto que el resto el lema de la manifestación era “100.000 trabajadores sin convenio” aludiendo al conjunto de trabajadores en España.ELA en cambio instó a CCOO a sumarse a su reivindicación, basada en denunciar que las condiciones de los trabajadores de este sector que “que se negocian en Madrid” son “muy precarias” y así llevan mucho tiempo “en crisis permanente”, condiciones de mileuristas por jornadas muy altas, directamente recogidas en el convenio estatal. Lo que justifica que se reivindique un convenio provincial. Tanto UGT como USO se han declarado a favor del camino estatal, y exigió a CCOO que deje de dudar, y que se sume a su iniciativa legítima y justa.A pesar de pueda haber condiciones específicas correspondientes a cada comunidad es muy importante tener acuerdos comunes, que permita unidad de acción y ahondar en el entramado de intereses comunes que tenemos como clase. La política seguida en los últimos años ha tratado siempre de dividir, entre contratados fijos, indefinidos, temporales, españoles o inmigrantes, dentro de estos últimos con papeles o sin papeles y así un gran etc. De manera que cualquier lucha queda reducida a los afectados de tal sector o condición perdiendo fuerza inevitablemente en sus reivindicaciones. En estos momentos de crisis más que nunca hay que mantener la unidad. En los años 80 cuando eran despedidos trabajadores de tal empresa se convocaban movilizaciones en todo el país o huelgas generales esa es la referencia que se ha de tener. La receta a la crisis en interés de los trabajadores no la va a dar ninguna lucha sectorial sino un plan de conjunto que cuestione el modelo político y económico que hemos ido siguiendo estos años.