Será extraditado al Congo "sin condiciones"

Nkunda, la punta del iceberg.

Los acontecimientos en el este del Congo han tomado un giro inesperado con la detención hace una semana en territorio ruandés del general Laurent Nkunda, lí­der de la milicia rebelde del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP)

El cambio de actitud or parte de Ruanda, apunta a la gran presión internacional a la que el gobierno de Paul Kagame, actual presidente de Ruanda, se ha visto sometido en los últimos meses. Tras el genocidio de 1994, la comunidad internacional se volcó en ayudar al nuevo régimen, que ha sido desde entonces uno de los principales aliados de Estados Unidos en África.Alemania ha sido siempre el principal donante europeo de Ruanda, junto con Holanda y Suecia que suspendieron sus ayudas, como aviso a Kagame para que dejara de prestar apoyo militar y logístico a Nkunda, una acusación que apareció de forma muy clara en un informe de Naciones Unidas publicado a finales de noviembre.El fin de Nkunda se debe a la pérdida de apoyo del Gobierno de Kagame, su principal aliado en la región y que tantos beneficios en forma de coltán y otros minerales reportan al gobierno de Ruanda desde 1996 y a las compañías multinacionales que comercian con los minerales estratégicos que pasan por el aeropuerto de Kigali. La comparecencia ante un tribunal congoleño o internacional de Nkunda, debería revelar como Ruanda le ha prestado apoyo todo este tiempo, así como el “generoso” apoyo de países occidentales a Ruanda y que son el origen de la muerte de millones de personas en el Congo y de todas las denuncias de las que acusan a Nkunda y a otro miembros del CNDP de crímenes de guerra y otros graves abusos contra los derechos humanos. Por lo que deberían pedirles CuentaPor ese mismo motivo las expectativas y desenlace de este juicio, de celebrarse, con garantías de su procesamiento justo en el que los testigos reciban una protección real, son imprevisibles.Desde 2004, el Fiscal de la CPI investiga los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en la República Democrática del Congo, el 28 de abril de 2008, hizo pública la orden de detención contra Bosco Ntaganda, (antiguo jefe de Estado Mayor de Nkunda y nuevo dirigente del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, que ahora parece disfrutar de la plena confianza de las autoridades congoleñas y ruandesas), por el crimen de guerra de reclutar y utilizar como soldados a niños y niñas en la región de Ituri, en el este de la República Democrática del Congo, entre julio de 2002 y diciembre de 2003.La súbita caída de Nkunda contrasta con el auge de Ntaganda,El gobierno del Congo tiene la obligación legal de detener y entregar a toda persona cuyo nombre aparezca en una orden de detención de la Corte Penal Internacional. Sin embargo, el 16 de enero, poco después de haber anunciado el derrocamiento de Nkunda como jefe del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, Ntaganda apareció públicamente en Goma, junto con el ministro del Interior del Congo, Célestin Mbuyu Kabango, y otros altos cargos militares.

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