Barcelona. EREs

Nissan: Montillas y Matsumotos

«La próxima visita será con dinamita» gritaban los manifestantes. Pero no se queden con la radicalidad de sus arsenal dialéctico. El rechazo a los 581 despidos tiene sus motivos razonados.

Acabaron quemando un ataúd con fotografías de Montilla, Mar Serna (consejera de Trabajo), Celestino Corbacho (ministro de Trabajo) y directivos de la emresa japones, entre ellos el consejedro director general de la planta de Barcelona, Fumiaki Matsumoto. Lanzaron cohetes, dedicaron insultos y pidieron la dimisión de políticos y directivos de Nissan.Curiosamente, los sindicalistas representantes de los trabajadores esgrimen la vuelta a la mesa negociadora como una de las principales reivindicaciones. Su objetivo, encontrar salidas que no pasen por el despido, sino por otras medidas no traumáticas para reducir el excedente de plantilla.El representante de CCOO fue explícito: “puede haber cargas de producción que hagan innecesarios los despidos.” Según él, se quiere romper de mala manera la mesa de negociación porque la mepres atiene miedo de que si sube la carga de trabajo se queden sin argumentos para un expediente.Hay salidas a la crisis que no son el cierre y los expedientes. El problema es en manos de quién están las decisiones. De Montillas y Matsumotos está empedrado el camino al infierno.Destaca que el presidente de CiU, Artur Mas, intentó sin éxito dialogar con los manifestantes a la salida del pleno del Parlament. Salió acompañado por el diputado Antoni Fernàndez Teixidó. No se sabe si por su condición de exconsejero de trabajo o por su condición de militante trotskista durante la Transición. En cualquier caso no funcionó como puente entre el hombre de la burguesía catalana y los trabajadores que claman contra el gobierno socialista.Siempre hay quien está dispuesto a recoger algunas nueces. La cuestión es con qué comisión. Y es que como decía Lluis Llach, “el meu país es tan petit” (mi país es tan pequeño), que ja ens coneixem tots (que ya nos conocemos todos). Esto último lo digo yo.

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