Detención en Francia del jefe miltar de ETA

Ni apoyo en España, ni santuario francés

La Policí­a Judicial francesa, en colaboración con agentes del Cuerpo Nacional de Policí­a que seguí­an desde España la pista a uno de los terroristas, detuvo ayer a Jurdan Martitegi Lizaso, Arlas, que estarí­a al frente del aparato militar de ETA, donde lo situarí­an ahora los servicios antiterroristas españoles, junto con el liberado (a sueldo de la organización terrorista) Mikel Oroz, natural de Burlada (Navarra) y que ejercerí­a de chófer (¡!) del jefe etarra. Ahora es la oportunidad de dar la puntilla a ETA. Por eso, es otra alegrí­a más en el camino para acabar con ella. Y es obvia la gran importancia de la actuación policial y judicial dentro de España para llevarlo a cabo. Pero igualmente es de suma importancia terminar con todo tipo de apoyo recibido a través de subvenciones públicas con múltiples disfraces, cargos municipales de ayuntamientos ilegales, «muros de la vergüenza» en plazas públicas, comprensiones «eclesiales» por jerarcas católicos, «recogedores de nueces» del régimen etnicista, servidores fieles en el poder autonómico. Y de igual importancia es exigir el inmediato cierre del santuario francés. Sin excusas, sin dilaciones y sin condiciones.

Según fuentes oliciales, era una cita en un municipio cercano a Perpiñán, en el sureste de Francia, entre el jefe etarra, conocido como el gigante del comando Vizcaya, debido a su estatura de casi dos metros de altura (lo cual suponemos que hace difícil pasar desapercibido), y Alex Uriarte, miembro legal (no fichado), sobrino del histórico de ETA Eloy Uriarte Díaz de Gereñu. Uriarte acudió a la cita en un automóvil procedente de España, seguido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, mientras que Martitegi y su acompañante llegaron en otro coche robado y que llevaba placas de matrícula falsificadas. Como ya señalamos en un artículo anterior, fueron capturados sin ofrecer resistencia, pero como siempre portaban pistolas. ¿Para qué llevan siempre una pistola si nunca oponen la más mínima resistencia? Para que les puedan acusar de tenencia de armas y les tengan que juzgar en Francia, sin deportarles inmediatamente a España.En cinco meses y menos de un día, ETA ha sufrido tres golpes clave en su organización. La fotografía de Martitegi figuraba en los carteles de los terroristas más buscados en España y Francia, y su nombre estaba también en la lista terrorista de la Unión Europea (UE). Los periódicos hablan de la "engrasada colaboración hispano-francesa" que funciona. Pero siempre queda la duda de por qué siguen estando ahí, de por qué ahora las detenciones. El Estado francés ha demostrado a lo largo de su historia su sobrada capacidad para terminar con actividades terroristas en su territorio. ¿Por qué Francia está tan segura que ETA no es un peligro para ella, como lo han sido los grupos corsos, y otros, con los que ha terminado o tiene totalmente controlados? ¿Hay algún tipo de acuerdo inconfesado y tácito? Porque claramente ETA prefiere Francia. Donde tiene su retaguardia asentada, su cuartel general, su santuario. Y la otra eterna pregunta. Si Francia ha detenido a los etarras, todos estos años, al ritmo de su interés. ¿Cómo ha pagado España cada detención? ¿A cambio de qué va a ser esta última?Hay que exigir que el Estado francés que ponga todas sus fuerzas policiales y judiciales y de cualquier otra índole para que Francia deje de ser, ya, el santuario de ETA, como si estuviera atentando en el mismo territorio francés.

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