Nepal: la alianza comunista gana las elecciones

La alianza de los dos partidos comunistas de Nepal ha obtenido una aplastante victoria electoral en el país del Himalaya.

Se abre una nueva etapa en la historia del país -con un nuevo marco legal constitucional, un parlamento y un gobierno estables- en las que la Democracia Popular nepalí está en condiciones de dejar atrás el atraso y el subdesarrollo. Una primavera roja comienza en las nieves de las montañas más altas del mundo.

La historia reciente de Nepal es tan heroica como convulsa. En uno de los países más pobres del mundo -aún hoy el desempleo alcanza niveles desorbitados y el 25% de los nepalíes viven bajo el umbral de la pobreza- gobernó hasta hace una década la monarquía absoluta de Gyanendra (cuya dinastía Shah había controlado el país desde 1768 con el apoyo de las potencias imperialistas). Así fue hasta que el movimiento popular, encabezado por la guerrilla maoísta, consiguió derrocarla en 2008. Desde entonces, una ininterrumpida sucesión de gobiernos inestables -que duraban lo que un monzón- se han estado turnando en el ejecutivo: 10 primeros ministros en 11 años. No pocos dijeron que la inestabilidad política de Nepal se iba a convertir en crónica.

Por eso el deseo de un gobierno estable y un marco legal firme que permita al país afrontar sus retos se han convertido en la principal aspiración de las masas nepalíes. En 2015, los distintos partidos políticos -incluídos los comunistas- lograron firmar una Constitución democrática que incluía un Parlamento con cámaras alta y baja.

Y por eso, los dos partidos comunistas del país -el Partido Comunista Unificado (CPN-UML, marxista leninista), liderado por Sharma Oli; y el Partido Comunista (CPN-MC, maoísta), la antigua guerrilla liderada por Pushpa Kamal Dahal, alias «camarada Prachanda»- separados por importantes cuestiones ideológicas y políticas, decidieron aparcar sus diferencias y concurrir en alianza a las elecciones generales. El acuerdo preelectoral para ir de forma conjunta consistía en no presentar candidatos en aquellas circunscripciones en las que lo hiciera el otro partido. Así, el UML se presentó en el 60% de las demarcaciones y los maoístas en el 40% restante.

Esta unidad entre los comunistas ha sido respondida con entusiasmo por un amplia mayoría del pueblo nepalí. La alianza ha despertado las esperanzas de que -ahora sí- se podía conseguir un gobierno estable en torno a un programa coherente con los intereses populares. Incluso los principales periódicos nepalíes como ‘The Himalayan Times’ (propiedad de sectores de la burguesía patriótica) han depositado también sus esperanzas en el bloque comunista de cara a lograr la ansiada estabilidad política, aunque indicando la necesidad de que una «oposición constructiva» controle los aspectos más revolucionarios del programa rojo.

El resultado de las urnas -con una participación récord del 70% del censo- ha sido una contundente victoria de la alianza comunista. La fuerza más votada ha sido el CPN-UML -que consiguió 77 escaños- seguida por sus aliados maoístas del CPN-MC con 36 escaños. La alianza comunista consiguió cerca del 50% de los votos y un total de 113 diputados de los 165 escaños que se elegían por designación directa. Pero en las elecciones regionales la coalición roja replicó su triunfo, ganando de conjunto 239 de los 330 escaños de las siete asambleas provinciales y liderando seis de ellas.

Así pues, con una amplia mayoría parlamentaria en ambas cámaras, el líder del UML Sharma Oli será nombrado primer ministro -puesto que ya desempeñó en 2015- de un nuevo Ejecutivo en el que el maoísta Kamal Dahal -que también gobernó en 2016- tendrá un papel destacado. «El país ha tenido suficiente inestabilidad política y caos, no puede afrontar más. Dado que la gente ha confiado a la alianza de izquierdas una gran responsabilidad, un mandato, no estamos en posición de desperdiciar esta oportunidad», ha declarado el ‘camarada Prachandra’, que además ha afirmado que ambos partidos avanzan «de forma satisfactoria» en el proceso de unidad político-ideológica con miras a fusionarse en uno solo.

El nuevo gobierno de la alianza comunista tiene ante sí importantes retos en un país asolado por la pobreza y el subdesarrollo, agravados por los devastadores efectos de los dos mortíferos terremotos de 2015 en los que murieron 9.000 personas y destruyeron miles de edificios, afectando a una cuarta parte de la población nepalí. El último gobierno de Sharma Oli estuvo marcado por las pésimas relaciones con India durante el bloqueo fronterizo de 2015, pero ahora cuentan con unas magníficas relaciones con el vecino del otro lado del Everest: China. Todo apunta a que el deshielo ha comenzado, y que una nueva primavera popular comienza en el techo del mundo.

13 comentarios sobre “Nepal: la alianza comunista gana las elecciones”

  • Lo de Nepal fue todo un acontecimiento.En la revista «Chispas» hacía un análisis en profundidad de la victoria de las guerrillas maoistas,muy bueno.Os dejo un artículo….¡¡¡del ABC!!!,que no está nada mal(en el ABC leí sobre los logros de Deng Xiaoping,y es que es más de izquierdas el ABC que «el Pais»(diario «independiente de Chotacabras,perdón «de la mañana») http://www.abc.es/20090105/internacional-asia/paraiso-maoista-nepal-20090105.html ……»entre los logros positivos de las comunas destaca la abolición del sistema de castas que aún impera en Nepal, por lo que todos sus ciudadanos son iguales y ninguno es discriminado por ser un «dalit» (intocable). Además, el Departamento de la Tercera Edad atiende a los ancianos, siguiendo la máxima marxista de «a cada cual según sus necesidades y de cada cual según sus habilidades».»

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