Entrevista a Jose Luis Calvo de Prodeni (1ª Parte)

Negocio y Malos Tratos en los Centros de Acogida de Menores

El documento, titulado «Centros de protección de menores con trastornos de conducta y en situación de dificultad social» presentado por el Defensor del Pueblo, muestra una realidad que asociaciones como Prodeni llevan denunciando hace años. Y que según dicen sólo son la punta del iceberg. Prodeni se fundó en 1987 y es una organización independiente. Entrevistamos a su portavoz Jose Luis Calvo

¿Cómo está organizada en Esaña la defensa de los derechos de los niños a nivel social? En España hay una plataforma de la infancia, que se constituyó hace unos siete años en la que están inscritas organizaciones de distinto tipo, organizaciones que no son No Gubernamentales como UNICEF, también más pequeñas, incluso casi familiares, pero no responde a una organización tipo federación en la que se planteen cosas unitariamente. No existe en España, por lo tanto, ninguna plataforma operativa. Con el tiempo se irá constituyendo, de hecho, nosotros vamos teniendo contactos con alguna organización minoritaria, colaboradores y organizaciones que no son de tipo estatutario pero si muy efectivas a efectos de movilización social. En el futuro vamos por ahí, a una plataforma que gire en torno a intereses comunes. ¿Qué es Prodeni? Una asociación que tiene como fin primordial la defensa de los derechos de la infancia recogidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y en general, el cumplimiento de cuantas leyes, normas y disposiciones, sean de ámbito nacional o internacional, a favor del bienestar y desarrollo integral de los menores. Actuamos de forma independiente, pero puntualmente según van surgiendo las cosas interaccionamos con pequeños grupos. Llevamos 21 años, y estamos ahora en esa etapa de profesionalización. Somos voluntarios que no acudimos a las subvenciones, no queremos relación institucional de ningún tipo para no limitar nuestra libertad. Actuamos como entidad abierta que recibe por correo o por teléfono información o peticiones de ayuda, y desde ahí actuamos, denunciamos o proponemos. ¿Todo vuestro trabajo gira en torno a denuncias como las que plantea el Defensor del Pueblo en su Informe? Tenemos casos muy duros como el de la niña Piedad en Canarias que es un desastre institucional completo, y ahí está todavía; sin estar en Canarias, ni tener contacto local, prácticamente nos estamos paseando por las islas tratando el tema de esta niña. Y dentro de este campo, el de protección de menores es el que más nos preocupa porque consideramos que los niños tutelados por la Administración son los más desasistidos y desamparados por la sociedad. Esta el acoso escolar que, a pesar de todos los problemas que pueda haber, estos niños van a sus casas, duermen con sus padres, tienen un amparo muy superior al de los niños que aparecen en el Informe del Defensor del Pueblo, que les pasan todas estas cosas sin que sus allegados tengan ninguna posibilidad de intervenir. ¿Cómo es posible que se den casos como los que se denuncian en el Informe? La Administración ha demostrado una gran desidia por la realidad de estos tutelados, y se han limitado a crear estos servicios a base de subcontratas, a derivarlos a entidades privadas de todo tipo que son negocios que se organizan a la sombra de los presupuestos de las Comunidades Autónomas, las cuales sueltan la responsabilidad que les corresponde por ley. No hay que inventarse nada legal, el servicio es deficiente por esa trastienda institucional que existe. Está en la auténtica sombra. La sociedad no se cree que puedan pasar estas cosas. Pero todo va a acabar en el mismo sitio que siempre acaba, ninguna autocrítica por parte de la Administración y mucho menos de las instituciones aludidas. Ahí está O´Belen que es una de las más castigadas por el Informe del Defensor del Pueblo, y lo que están diciendo es que es mentira, que aquí no pasa nada. Sin embargo están los testimonios de los chavales que han pasado por ahí. Pero ¿estamos hablando de algo puntual y localizado? No. Tanto las administraciones como las instituciones se plantan para negarlo todo. Pero si eso pasa nada menos que con el Defensor del Pueblo, te puedes imaginar lo que ha estado pasando durante todos estos años con organizaciones como la nuestra. Si el Defensor del Pueblo no ha hecho otra cosa que una inspección…, es decir, ha ido a preguntar y a ver. Ha abierto la ventana, ha indagado, ha cogido papeles… y ha sacado las conclusiones que podría sacar cualquiera de los inspectores que tiene la Administración. Lo que pasa es que no están por descubrir la realidad, sino para dar la apariencia de que todo funciona con normalidad. Hemos tenido contacto con inspectores que nos alertaban de que las autoridades superiores les presionaban para que relajaran las inspecciones negativas. Si no se cumplía incluso eran objeto de algún tipo de represalia como no renovarles el contrato. ¿Qué hacen?, van a inspeccionar avisando ocho o diez días antes. Lo que ha hecho el equipo del Defensor del Pueblo es hablar con los chavales garantizando su anonimato, en privado y sin la presión de nadie. Entonces, como decías antes, ¿no es un problema del reconocimiento legal de los derechos sino de voluntad? Claro. La desidia de la Administración ha eliminado uno de los derechos que tienen los chavales que es poder comparecer ante un fiscal del menor, el Defensor del Pueblo o el defensor del menor correspondiente. Tienen derecho aunque solo sea para hacer llegar una preocupación que quieren transmitir, y la Administración tiene la obligación de garantizar esa iniciativa. Está sobre el papel pero los chavales no saben nada ni tienen los mecanismos a su alcance. Nosotros llevamos la campaña “Tengo derechos pero no los conozco”, porque si lo supieran y la Administración facilitase el mecanismo no haría falta el Informe del Defensor del Pueblo. Este es el caldo de cultivo de acciones desmesuradas y desproporcionadas como las que se denuncian en el Informe. Cada uno monta su tinglao sabiendo que nada se sabe de muros para afuera y que los chavales no pueden hacer valer sus derechos. Y ¿quién está ahí trabajando?, pues ahora descubrimos que el chofer de la ambulancia del centro de salud de un pueblo va por horas a hacer de educador, o que a la cocinera además le piden que durante no se cuantas horas cuide a los chavales, o el educador al que lo ponen ahí y le dicen que los controle pegando un par de ostias si hace falta. Pueden entrar desalmados sin principios desde los que actuar con estos chavales. Son pequeños guantánamos. ATENCIÓN: Próximamente se publicará la segunda parte de la entrevista “esto es como la botella de champán, detrás de la espuma viene todo el líquido. Ahora tiene que salir todo lo que hay dentro“, Jose Luis Calvo, portavoz de Prodeni – Pro Derechos del Niño y la Niña –

Deja una respuesta