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Pagas un euro, te quedas un banco, y recibes 2.000 millones en ayudas. ¿Un negocio redondo, no? El problema es que nosotros pagamos, y es el BBVA quien cobra. Ya sabemos en que consiste la «reforma financiera» del ministro De Guindos. Regalar a precio de saldo las cajas públicas a los grandes bancos. Un expolio que encima nos va a costar miles de millones de dinero público.
Unnim –la fusión de las cajas catalanas de Manlleu, Sabadell y Tarrasa- fue nacionalizada y su saneamiento costó más de 1.500 millones al erario público.
¿Para qué? ¿Para que con sus recursos pueda, por fin, desbloquearse el crédito necesario para crear empleo?No. Para venderla, limpia de polvo y paja, al BBVA… ¡por un euro!
Pero, además, el BBA recibirá 953 millones de ayudas públicas por parte del FROB, el fondo de rescate de las cajas. El Estado asumirá también el 80% de las pérdidas que genere Unnim en los próximos diez años. Pero el BBVA se quedará con los beneficios, que superarán los 100 millones anuales a partir de 2.014. «Al erario público, el saneamiento y venta de Unnim le puede costar 4.500 millones de euros. Casi lo que se ha recortado en sanidad en los últimos tres años.»
Al erario público, el saneamiento y venta de Unnim le puede costar 4.500 millones de euros. Casi lo que se ha recortado en sanidad en los últimos tres años.
Mientras que el BBVA va a convertirse, gracias a la adquisición de Unnim, en el primer banco español por volumen de depósitos.
Unos pagan, nosotros. Y otros cobran, los grandes bancos.
¿Y luego dicen que no hay dinero, y que por eso estamos obligados a aceptar los recortes?