La xenofobia y el descontento social se propagan en Europa

Nacionalismo económico en Europa, más xenofobia

El director general de la OIT, Juan Somaví­a, estima que el número de desempleados en el mundo (190 millones en 2008) podrí­a incrementarse en 51 millones más a lo largo de 2009. Y recuerda que los trabajadores pobres (que ganan apenas dos euros diarios) serán 1.400 millones, o sea el 45% de la población activa mundial.

Las Bolsas siguen deslomándose. Los planes de rescate fracasan uno tras otro. No impiden que las principales economías del mundo -Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, España- entren en recesión. Grandes o pequeños, los bancos se hallan en situación de quiebra.La brutal explosión del desempleo provoca naturalmente el retorno del nacionalismo económico, este auge está provocando brotes de xenofobia. La crisis generara revueltas sociales, los trabajadores nativos en paro recelan del inmigrante empleado. Ese malestar se convertirse en un apoyo a políticas radicales. Los líderes políticos europeos deberían estar sumamente preocupados por la ola de huelgas y protestas que en los últimos días y semanas se ha propagado por el Viejo Continente y las que se avecinan. No se trata de hechos aislados ni fortuitos. Detrás del descontento popular hay un denominador común: la desaparición de miles de empleos y la precarización de las condiciones laborales. En algunos países las tensiones se agravaron tanto que sus gobiernos se han venido abajo o están al borde del abismo. Pero las primeras medidas que aprueban de forma unánime, es el endurecimiento (a niveles de violación de los derechos humanos) de las leyes de extranjería, siendo muy conscientes del mensaje distorsionado que lanzaban a los ciudadanos europeos.“La crisis económica está sacando lo peor de la gente. Hay que meter miedo, decir que los inmigrantes van a acabar con los recursos para los parados, que nos están quitando los trabajos, destacar que cometen más delitos, porque a alguien habrá que echarle la culpa de la crisis. Y lo más fácil es escoger a los inmigrantes, los mismos que hace unos meses salvaban la economía, hoy estorban, son rivales”, dice el sociólogo español Joseph Orioli.Hasta el año 2000, estudios decían que España no era un país racista ni xenófobo. Era tolerante y abierto con los inmigrantes. Pero debido a la política que han llevado tanto el PSOE, como el PP que se han dedicado en señalar como responsables a los inmigrantes de lo malo que pasa, la intolerancia ha crecido a un tercio entre los españoles

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