Murcia contra los recortes, Murcia contra la crisis

Murcia cronica de una rebelión no anunciada

Contra cualquier clima de opinión sobre la apatia social o sobre la escasa respuesta popular que hay últimamente en España, en Murcia las movilizaciones se han multiplicado por 60 en un mes. De 1.000 en la primera movilización a 60.000 antes de ayer

Ayer Murcia volvió a decir de una forma contundente basta.Desde hace un oco más de un mes y una semana el sector de los trabajadores públicos de Murcia se esta batiendo en un gran pulso con el gobierno regional de Ramón Luís Valcárcel. Ayer, en la séptima manifestación que se da en la levantina capital, 60.000 personas fueron claras. No están dispuestos a que la factura de la crisis recaiga sobre este sector del pueblo trabajador. El tijeretazo de Valcárcel es consecuencia de los recortes propuestos desde el Gobierno de ZP y de los recortes que nos imponen contra el déficit desde la Unión Europea de Merkel y el FMI de Obama. Además hay que unirlo a una practica especialmente corrupta y despilfarradora que impulsa el Gobierno del PP en Murcia; sin ir más lejos este mismo lunes se destapo en la prensa un presunto desfalco de las arcas publicas locales de varias ciudades de la Región a favor de varias constructoras por valor de 400 millones de euros. 100 millones más que lo que se ahorra el Gobierno con los recortes al los funcionarios ¿Qué supone el tijeretazo? Es un recorte de 300 millones de euros. Se rebajan sueldos, se aumenta horarios, se prescinden de trabajadores interinos, sustitutos por baja médica, o trabajadores externos a la administración, se prescinden de derechos adquiridos en anteriores convenios como ayudas por hijo, ayudas por educación, se reduce el dinero a cobrar por baja por enfermedad un 50%… En resumen el mayor recorte de derechos laborales de la historia de la democracia y un gran recorte en la calidad de la educación, sanidad y resto de servicios.22 de diciembre crónica de una rebelión no anunciada.El pasado 21 de diciembre entorno a las redes sociales y los móviles de los funcionarios empezó a fluir el mensaje de concentración contra este recorte. A las 20:00h del día siguiente más de 1.000 personas cercaron la Cámara de Comercio donde el Presidente Regional iba a recibir el premio al mejor político del año por parte de la Cadena Ser. Hubo tensiones, la concentración fue aumentando de temperatura, hubo algunos zarandeos; al final la entrega de premios fue suspendida, Valcárcel tuvo que quedarse en casa y varios consejeros y altos cargos tuvieron que abandonar el lugar escoltados por la policía. La explosión del descontento había germinado. Al día siguiente los sindicatos tomaron el relevo a esta protesta que había nacido de forma espontánea y convocaron a sus militantes y delegados más activos mediante mensajes de móvil para concentrarse frente a la Asamblea Regional en Cartagena. Desde la dirección de CCOO se declaro no esperar a más de 100 personas. A primera hora de la mañana había más de 1.500. Al lunes siguiente a las 11 de la mañana fue convocada una concentración frente al Palacio de la Comunidad Autónoma. 6.000 personas tomaron la dirección de esta protesta. Lo que iba a ser una pequeña concentración término siendo una enorme manifestación que cortó la Gran Vía de la capital levantina durante una hora. Y la lucha iba aumentando, las redes sociales se iban llenando de mensajes de apoyo, artículos de denuncia, comentarios, fotos, convocatorias. En los barrios, se sentía un enorme apoyo popular a los funcionarios. La división entre trabajadores del sector privado y públicos que siempre se ha intentado sembrar con climas de opinión desapareció mayoritariamente. El sentir popular en ese momento fue el de “siempre nos recortan a los mismos, mira como los políticos ganan bien, mira la casa de Valcárcel cuesta más de un millón de euros, mira como el presidente tiene más de 80 asesores de alto nivel”. En un golpe surgió la conciencia colectiva de cómo una partitocracia corrupta y despilfarradora lleva décadas robando y no solo a nivel regional. El pensamiento es unánime. En esto llego la cuarta manifestación. Aquí, cuando muchos viejos militantes de izquierdas empezaban a dudar de si el músculo sindical aguantaría tantas movilizaciones en pocos días, aparecieron entre 10.000 y 15.000 personas. Tumbar los recortes de sueldo es ya un clamor popular que recorre toda la vida social de la región. Una convocatoria hecha sin carteles ni megafonía, solo con dos días de tiempo había sido un éxito. Apoyándose mayoritariamente en la propia convocatoria de la gente que se moviliza se duplicaba la asistencia. Una semana después vino la quita movilización a la cual asistieron más de 20.000 personas, las mismas que a la huelga general. Una semana después 40.000 y ayer 60.000. Suma y sigue. Ayer vinieron a luchar 60.000 personas contra los recortes a los funcionarios en una región donde hay 55.000 funcionarios. Es decir, la evidencia es que la batalla ha trascendido a este grupo social y ha unido a más sectores populares. Ya en las primeras movilizaciones se veía como asistían familias, amigos, grupos. Poco a poco esta tónica ha ido aumentando. Ayer en la Gran Vía estaban todos los sindicatos, desde AMPE, CCOO, SATSE o UGT a CNT o CGT. Había un piquete de emigrantes anti-embargos apoyando la movilización, había decenas de miles de personas que portaban velas por un requien por la educación. Había tal espectro social que no se recordaba desde el no a la guerra, y probablemente ayer fuera mayor. Ahora a pesar del intento de mostrar la fortaleza de un monolito, Valcárcel se sentará a negociar, después de negarse durante más de un mes. No sabemos como trascurrirán esas negociaciones, no sabemos que grado de consecuencia tendrán las cúpulas sindicales. Lo que si ha quedado claro es el enorme caudal de lucha existente entre las filas del pueblo, en la mínima oportunidad ha surgido un caudal capaz de tumbar muchas cosas. Este quizás sea el primer aviso actual de la capacidad de respuesta popular que sigue teniendo la sociedad española. No es como han querido mostrar algunos medios una movilización contra el PP, sino una respuesta contundente al expolio que el pueblo estamos sufriendo. Ahora se ha manifestado en recortes de funcionarios de Murcia, pero es extensible a todos los sectores y regiones de España. Es un enorme “basta ya” que tiene como objetivo inmediato tumbar los mayores recortes laborales de los últimos 40 años. Pero lo que nos muestra es nuestra capacidad real de plantarle cara al expolio venga de donde venga. Aquí es del PP de Murcia, ayer fue la reforma laboral y hoy la reforma de las pensiones; mañana quizás, cada día más seguro, un plan de rescate de Merkel y Obama. Unir este enorme caudal de lucha que viaja soterradamente en toda España, y a veces se manifiesta como en la región murciana, es urgente y fundamental.

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