Victoria de la izquierda en Portugal

Municipales en Portugal: hechos frente a espejismos

El Partido Socialista gana por tercera vez consecutiva las elecciones locales, algo nunca conseguido en Portugal por ninguna fuerza política. Ayer recibió el 35% de los votos.

Portugal a las urnas. El Partido Socialista ha conseguido una victoria clara en las elecciones municipales de este domingo. Con el 35% de los votos es el partido más votado a nivel nacional. Un importante triunfo en la renovación de 308 ayuntamientos y otros 3.000 órganos locales para los siguientes cuatro años. Pese a la derrota en Oporto y perder Lisboa, feudo socialista desde 2007, a manos del PSD de centroderecha, el triunfo del PS refuerza al gobierno de Antonio Costa y su alianza con el Partido Comunista Portugués (PCP) y el Bloco de Esquerda (BE).

El Partido Socialista hace historia al ganar por tercera vez consecutiva las elecciones locales, algo nunca conseguido en Portugal por ninguna fuerza política. Es el gran triunfador en votos de forma destacada, con el 35% de votos totales de las 3.092 parroquias en las que se divide electoralmente Portugal. Seguido por el 13% del conservador Partido Social Demócrata (PSD) y el 11% alcanzado por la coalición PSD-Centro Democrático y Social-Partido Popular (PPD/PSD.CDS-PP). A continuación, el Partido Comunista de Portugal-Partido Ecologista Los Verdes (PCP-PEV) con el 8% de los votos. Las fuerzas y coaliciones de izquierda junto a las candidaturas independientes a los grandes partidos suman más de la mitad de los votos.

Por otro lado, la oposición conservadora mantiene ciudades clave como Oporto y arrebata Lisboa al Partido Socialista. Con una abstención de poco más del 46%, mayor que en los anteriores comicios presidenciales de enero, este domingo las elecciones lusas decidían más que un reparto de poder a nivel local. De un censo de 9.217.706 electores, han acudido a las urnas casi 5 millones: 4.945.923 votantes.

Mucho más que unas municipales

Hoy la mayoría de agencias y medios digitales destacan la derrota del Partido Socialista en las dos principales ciudades lusas. Subrayan la caída de Lisboa y el continuado fracaso en Oporto. Lanzan en la cabera de sus noticias la imagen del triunfalismo en los candidatos conservadores. ¿Es esta la realidad? Saquemos los números, hagamos balance. ¿Qué primeras claves nos dejan los resultados municipales en Portugal?

En primer lugar, el Partido Socialista sigue siendo el más votado en todo el país con más de un millón de diferencia con los conservadores. Supone una confirmación del liderazgo socialista en Portugal y su amplio apoyo. Por mucho que los conservadores prediquen el inicio de un nuevo ciclo con la histórica victoria local en Lisboa. Las cifras son rotundas. El millón setecientos mil votos de los socialistas supera la suma de las 3 siguientes candidaturas juntas. Ha obtenido 123 mayorías absolutas, el doble que el PSD. Sigue saliendo reforzado de la pandemia y supera o alcanza hasta el 40% del voto emitido en 10 de las 20 cámaras y asambleas municipales.

El Partido Socialista sigue siendo el más votado en todo el país.

En segundo lugar, son un gran respaldo a la cabeza del gobierno portugués Antonio Costa como líder y referencia de la alianza de su gobierno con comunistas y Bloco de Esquerdas: las tres fuerzas juntas rozan el 50% de los votos, una amplia base social de votantes por todo el país. Un fiel reflejo de las conquistas de una línea de gobierno, sus dos años desobedeciendo las hojas de ruta de Bruselas y el FMI son sinónimo de crecimiento económico y respaldo popular continuado. Las tres fuerzas políticas que componen la alianza de gobierno en nuestro país hermano continúa sólida con 2,3 millones de votos.

Y en tercer lugar. Otra clave que marcará el rumbo del país casi de manera inmediata más allá del poder local. Van a ser las instituciones locales las que reciban y gestionen una buena parte de los Fondos Europeos. Había en juego una disputa política de primer nivel. Los resultados son el premio en votos  y en una confianza prolongada a unas políticas del gobierno de Costa percibidas positivamente por la mayoría de la población. Caminar en el sentido opuesto a la Troika y revertir los recortes sociales es una enseñanza de rentabilidad de la que en España podríamos aprender consecuentemente. Esta senda tiene hoy en Portugal un notable y extendido apoyo para encarar la gestión económica desde las ayudas UE de forma favorable a la mayoría de la población.

Más movimientos

Los buenos resultados del PSD en ciudades principales como Lisboa y Coimbra no consiguen frenar la cuesta abajo del partido de centroderecha, aunque le dan cierto respiro. En las anteriores elecciones municipales de 2017 obtuvo un 16% de los votos, lo que supuso el peor resultado de su historia. Este domingo alcanzó en solitario el 13%, pero amortigua su arrastrada crisis con la sonora victoria en la capital y participando en coalición con el CDS-PP.

La alianza de izquierdas base del gobierno socialista roza el 50% de los votos.

Otro aspecto a resaltar es el papel de Chega, el partido de ultraderecha se presentó por primera vez a nivel local, casi en la totalidad de ayuntamientos y obtiene un 4%. Es la sexta fuerza a nivel de votos totales. Mucho menos de lo anunciado, pero muestra capacidad a nivel local y vuelve a conseguir cierto foco púbico política y mediáticamente. 

En clave post-pandemia

Las elecciones del domingo han sido las primeras tras la peor etapa de la pandemia. En enero, Portugal encabezaba el ranking mundial de contagios y muertes por millón de habitantes. Sin embargo, la votación se ha realizado con el 85% de la población vacunada con la pauta completa y es uno de los mejores porcentajes a nivel mundial que ha permitido levantar casi el total de las restricciones sociales. Otro signo de consistencia del gobierno socialista basado en la fuerza de los hechos.

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