La tasa de suicidios del ejército de EE UU por las nubes

Mueren mas soldados por suicidio que en combate

Fort Campbell, en el sureste de Estados Unidos (EE.UU.) entre Kentucky y Tennessee, sirve desde la Segunda Guerra Mundial como una de las principales bases militares del Pentágono. Con casi 30.000 soldados, es el centro de operaciones de la popular división aerotransportada 101, Pero durante los últimos tres dí­as, la rutina castrense se ha esfumado de ese acuartelamiento tras acumular un record de once suicidios en lo que va de año, dos ellos la semana pasada. El comandante de la base canceló las tareas por tres dí­as, para encargarse de analizar el incremento de los suicidios entre sus tropas, en medio de inquietudes sobre la predisposición de que este hecho se propague a todas las fuerzas militares.

El general de brigada Stehen Townsend, notificó la suspensión de las operaciones regulares de la base con el objetivo de fundamentar la atención en la problemática de los soldados, a raí­z de que otros dos se quitaran la vida la semana pasada. «Esto es malo para los soldados, para las familias, para nuestras unidades, para esta división, para nuestro Ejército y para todo el paí­s y debe parar ya. Los suicidios en Fort Campbell deben parar ya», anunció a las tropas. En enero se suicidaron más soldados estadounidenses de los que murieron en cumplimiento de su labor en los frentes de Iraq y Afganistán sumados. El trauma de los combatientes combinado con el efecto de los muchos despliegues a Irak y Afganistán ha llevado a un aumento de los suicidios entre los soldados. Para el año 2007 se suicidaron 115 soldados, y al año siguiente fueron 128, mientras los periodos de servicio desde 2001 se volvieron cada vez más frecuentes y más prolongados por las distintas ofensivas que lidera EE.UU..Al ubicarse la cifra de suicidios en 64, entre confirmados y sospechosos, tan sólo en 2009, es posible que el Ejército sobrepase antes de 2010 las cifras del año pasado. La tasa de suicidios de 20,2 por cada 100 mil entre los soldados estadounidenses es superior a la tasa récord de 19,5 por cada 100 mil en 2005.El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Mike Mullen, ya dicho en varias ocasiones que los suicidios están ligados a los repetidos despliegues que presionan a los soldados y sus familias. Y suele insistir en la ayuda entre camaradas que tienen problemas y se resisten a pedir ayuda. En una encuesta de 2008 de la American Psychological Association (APA), el 61 por ciento de los hombres y mujeres uniformados dijeron que pedir ayuda para tratar problemas psicológicos tendrí­a un impacto negativo en su carrera. El 53 por ciento dijo que esto disminuirí­a su estatus entre sus pares.»Nuestros niveles de estrés son altos y tenemos que darnos cuenta de que el estrés tiene mucho que ver con esto; tenemos que buscar las maneras de aliviar ese estrés», dijo Mullen el mes pasado en una visita a una base militar en Texas. El Ejército ordenó en marzo un estudio en todas las instalaciones militares para prevenir suicidios. La decisión en Fort Campbell respoden a la necesidad de liberar a los soldados y sus superiores de las rutinas diarias para recibir atención y hacer frente a este problema, apuntó la portavoz Kelly Tyler. A principios del mes de mayo un soldado norteamericano, el sargento John Russell, supuestamente disparó contra sus compañeros en una clí­nica psiquiátrica en una base estadounidense en Bagdad. Fue inculpado por cinco cargos de homicidio. El caso levantó preocupaciones sobre el bienestar psicológico de las tropas.Desde el 11-S, las tropas de Fort Campbell han servido entre tres y cuatro destinos de al menos un año en Irak o Afganistán. Entre los factores de riesgo destaca toda la inestabilidad familiar provocada por los constantes despliegues en zonas de combate, reflejada en un número disparado de divorcios. Otro serí­a la mezcla de alcohol con fármacos recetados para tratar cuadros de ansiedad habituales entre veteranos de guerra. Sin olvidar tampoco las presiones de la crisis económica entre personal de bajo rango y modestos ingresos.Un miembro de la Guardia Nacional del estado de Nueva York fue conducido en noviembre de 2006 a una corte marcial, acusado de asesinar a dos oficiales en la explosión de uno de los palacios del ejecutado Saddam Hussein. Los incidentes conocidos hasta hora recuerdan a algunos observadores la baja moral que reinó en las fuerzas armadas durante la guerra de Vietnam (1965-1975). «En diciembre de 1972, el Departamento de Defensa reconoció que entre 800 y 1.000 oficiales fueron asesinados con explosivos por sus propios subordinados», dijo Penny Coleman, viuda de un veterano de esa conflagración y autora del un libro sobre suicidio y estrés postraumático en contexto bélico. Esas masacres eran denominadas «fragging», porque los soldados solí­an usar para cometerlas bombas de fragmentación. «Eran las armas preferidas porque no dejaban evidencia. No quedaban en ellas huellas digitales. No habí­a forma de rastrearlas», recordó Coleman. Después de ocho años de conflicto armado en Afganistán y seis años en Iraq, el Pentágono informó que cerca de 800.000 soldados estadounidenses realizaron más de una incursión en zona de guerra. Unos 300.000 veteranos de ambos frentes sufren de desorden por estrés postraumático o depresión aguda, y otros 320.000, lesiones cerebrales, causadas, en general, por explosivos instalados en caminos, informó el centro de estudios independiente Rand Corporation.

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