Cargando...El presidente del Instituto de Crédito Oficial, Aurelio Martínez estuvo ayer en un acto organizado en el salón de actos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, a la que asistieron, 400 empresarios de la provincia de Alicante, y aunque reconocía que hasta el momento no había estado llegando la liquidez a las empresas, dijo que el ritmo que está cogiendo actualmente, es bueno con 4000 millones que ya se han concedido, y que esperan desde su instituto que a finales de año se haya llegado a los 33.000 millones de euros en créditos a las empresas.
La rimera cuestión a tener en cuenta en este asunto, es que la cantidad de empresas a la que van destinados estos fondos se cuentan por miles solo en la provincia de Alicante, con lo que ya de entrada uno se plantea, hasta que punto podrá tener una repercusión real en la asfixia de financiación que viven hoy las empresas de la provincia y de todo el país, pero muy especialmente las PYMES, esta cantidad optima a la que se quiere llegar desde el Instituto Oficial de Crédito, por que lo que no es responsable es haber estado durante los años de bonanza fomentando la creación de miles de empresas basadas casi en exclusiva en los créditos, sin tener prácticamente un capital social, y ahora permitir que deje de llegar este dinero crediticio a empresas que son tan rentables como hace dos años, pero que son totalmente dependientes de los créditos y pólizas y pro lo tanto han de paralizar su actividad si no les llega este dinero.Y en segundo lugar es importante tener en cuenta, algo que está en la mente de todos, como es el criterio que está siguiendo el gobierno a la hora de orientar las ayudas, que consiste en: ninguna limitación en dinero a los bancos con cifras estratosféricas como los 900.000 millones destinados a salvar CCM, mientras que se recorta el dinero a los servicios sociales o se racanea a las empresas. No es posible recuperar la economía española, sin realzar las PYMES, ya que estas soportan un gran porcentaje del empleo y por lo tanto son fundamentales para que se pueda mantener el consumo y la estabilidad de millones de familias. Y es por eso que no es de extrañar que la confianza de los empresarios alicantinos en las palabras que expresaba, Aurelio Martínez, sea limitada, tanto por que hasta ahora llevan, muchos meses escuchando, buenas palabras del ejecutivo pero sin ver un duro, como por que el esfuerzo que se dedica a la banca es infinitamente superior, al que se dedica a las empresas.