El Supremo desenmascara la inmersión lingüí­stica en Cataluña

Modelo educativo, modelo de clase

Se acaba de conocer la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a la Generalitat de Cataluña a ofrecer la opción de estudiar en castellano, al exigir a la Generalitat la obligación de incluir en los formularios oficiales de matriculación en los centros escolares públicos que se incluya la pregunta expresa sobre la lengua habitual (materna) del alumno. Con el fin de «hacer efectivo su derecho recibir la primera enseñanza (infantil y primaria hasta los 8 años) en esta lengua». Ya sea el catalán o el castellano.

La sentencia del Suremo, que confirma otra del Tribunal Superior de Cataluña, recuerda la propia Ley de Política Lingüística aprobada por el Parlament de Cataluña en 1998, Artículo 21.2: “Los niños tienen derecho a recibir la primera enseñanza en su lengua habitual, ya sea ésta el catalán o el castellano. La Administación ha de garantizar este derecho y poner los medios necesarios para hacerlo efectivo”.La sentencia del Supremo denuncia el incumplimiento de su propia ley por la Generalitat y el tripartito embarcados en la conocida “inmersión lingüística” que impone el catalán como única lengua vehicular en la enseñanza. Es por eso que sistemáticamente “se han omitido las preguntas dirigidas a conocer la lengua habitual de los niños”, toda vez que desde la Generalitat se ha negado el derecho a la educación en la lengua materna si esta es el castellano.Desde el tripartito que preside José Montilla, el secretario de política lingüística, Bernat Joan, ERC, ya se asegura que seguirán a lo mismo, burlando su propia ley y las sentencias judiciales. “Como mucho ponderemos una casilla más en las hojas de preinscripción…; pero no tendrá trascendencia y, por lo tanto, no afectará al modelo educativo catalán”. Y en este caso tienen el apoyo de CiU.¿Pero por qué están tan empeñados en este modelo y en erradicar el castellano del modelo educativo?Decía José Domingo, portavoz de Ciudanos en el Parlament, en un reciente artículo publicado en El Mundo que: “El informe PISA ha evidenciado que los niños catalanes castellanohablantes tienen peor rendimiento escolar que los de lengua catalana y que los inmigrantes escolarizados en esta comunidad acreditan un fracaso muy superior al del resto de España… El modelo catalán ha arruinado el progreso de miles de niños”. Si tenemos en cuenta que la inmensa mayoría de niños castellanohablantes está concentrada en los barrios obreros y populares y entre los inmigrantes hispanos, la imposición del catalán y el arrinconamiento del castellano adquieren su verdadera dimensión. Los niños” con su “progreso arruinado”, y por lo tanto marginados, no están en los colegios privados, sino en la enseñanza pública sobre la que recae principalmente el “modelo catalán”. No estamos ante un problema de “nacionalismo” (aunque también) sino ante un problema de clase. Se impone (el catalán) y se persigue (el castellano) como instrumentos de control de la burguesía catalana –la burocrática de los partidos y la económica- sobre la población trabajadora. La lengua va más allá de ser un instrumento identitario para ser, en última instancia, un instrumento de dominio “para explotarte mejor”.

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