SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Mitos y mentiras de nuestro sector exterior

Desde el Gobierno y sus aledaños académicos y mediáticos no ceden en su empeño de vendernos una serie de mitos para justificar su política económica, que está resultando ser un fiasco de grandes proporciones. Una cosa es insuflar ánimos al personal para que no decaigan las ya de por sí muy escasas expectativas de la ciudadanía, lo cual puede ser hasta loable y razonable, pero algo bien distinto es mentirnos de manera descarada.

Inicialmente fueron las bondades de los duros ajustes fiscales, a través del concepto de austeridad expansiva, y las maravillas de la reforma del mercado laboral que mejoraría nuestra competitividad vía deflación salarial y mayor precariedad. Después ese engendro de banco malo llamado Sareb, todo un despropósito desde su creación, tanto en la composición de su gerencia como en la de su accionariado. Ahora es nuestro sector exterior. De nuevo mitos, mentiras, engaños.

Pero la realidad es muy tozuda y al final es imposible ocultar el panorama económico de nuestro país, por mucho que se “suavicen” las estadísticas de contabilidad nacional. El INE acaba de actualizar las estimaciones de la Contabilidad Nacional de España, base 2008, para la serie contable 2009-2012. Obviamente, y tal como predijimos desde este blog, a la baja. El crecimiento anual en volumen del Producto Interior Bruto (PIB) del año 2012 se ha recortado en dos décimas hasta situarse en el -1,6%, mientras que el correspondiente a 2011 ha sufrido una reducción de tres décimas, quedándose en el 0,1%, que hay que sumar al recorte que ya se hizo de ese mismo año 2011 en la anterior revisión. No se preocupen, volverán a estimar nuevamente a la baja el PIB de 2011 y, sobre todo, el de 2012. No pueden hacerlo de golpe, se dispararían el déficit público y el stock de deuda soberana.

Como consecuencia de estas revisiones, la destrucción de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo ha sido mucho mayor de lo asumido inicialmente. Mientras en 2011, estos registraron una variación interanual de -2,33%, frente al -1,70% inicialmente reportado; en 2012 la destrucción fue espectacular, -4,78%, frente al -4,45% inicial. ¿Se ha enterado Fátima Báñez?

De la necesidad virtud

El hilo argumental del Gobierno y sus adláteres es que ante la imposibilidad de recurrir a una devaluación interna solo cabe afianzar la competitividad en precio de los productos españoles, conteniendo el alza de los salarios y aumentando la productividad. Por lo tanto, y gracias a sus políticas de oferta las empresas españolas son más competitivas, exportan más, y el sector exterior es nuestra tabla de salvación. ¡Mentira! La razón real del incremento de las exportaciones es el hundimiento brutal de la demanda interna y la necesidad de nuestras empresas, haciendo de ésta virtud, de buscarse la vida allende nuestras fronteras. Una muestra, según la síntesis de indicadores económicos publicados por el Ministerio de Economía, las ventas totales de las grandes empresas han caído desde 2008 hasta junio de 2013 un 33,8%, al hundirse las ventas interiores más de un 41%.

España jamás perdió competitividad en las últimas dos décadas. Junto con Alemania, el nuestro era el único país que en los últimos diez años mantuvo e incrementó su cuota de exportaciones, ya no solo por margen intensivo, sino también por aumentos en el margen extensivo, la exportación de nuevos productos y hacia nuevos destinos.

Siempre confundieron productividad aparente del trabajo con competitividad. España tenía una baja productividad porque el modelo de crecimiento propuesto por las élites patrias –políticas, financieras, inmobiliarias y oligopolistas- era intensivo en mano de obra, pero muy lucrativo para ellas.

Sin embargo, las políticas de oferta del Gobierno Rajoy y de sus ideólogos se toparon con la paradoja de costes: si todas las empresas consiguen rebajar los salarios, mientras aumenta su margen de beneficios y conservan los precios a un nivel fijo, las empresas en su conjunto venden menos productos y sus beneficios caen. En definitiva, se hunde la demanda interna, y, surge, por ende, la necesidad de irse fuera. En el caso de las empresas, exportar.

El comercio mundial se contrae

Desde finales de 2007, ha aumentado en más de seis puntos porcentuales el número de empresas que deciden exportar, mientras que el ratio exportaciones sobre ventas totales ha repuntado más de un 5%. Pero lo interesante es su composición. En las empresas de más de 250 trabajadores, la inmensa mayoría ya exportaba y lo que han hecho es aumentar el porcentaje de sus exportaciones sobre las ventas totales hasta alcanzar casi el 40% del total de sus ventas. Y la gran sorpresa han sido las empresas de menos de 250 trabajadores donde el hundimiento de la demanda interna les “ha forzado” a salir fuera, aumentando tanto el número de empresas que exportan por primera vez como el volumen que las exportaciones representan sobre sus ventas.

En definitiva, el hundimiento de las ventas interiores como consecuencia de la política económica implementada por el actual Ejecutivo está detrás del aumento de las exportaciones, pero al caer las ventas totales no habrá ni nuevos procesos de inversión ni generación de empleo. Además, este proceso se produce tarde, ya que, como venimos avisando, el comercio mundial se está contrayendo. Teniendo en cuenta la relación histórica entre el comercio transfronterizo y la actividad económica global, cualquier contracción en el comercio mundial anticipa una recesión global. Y eso es lo que se deriva del informe que publica mensualmente el Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis, que es quien mejor mide el comercio internacional. En el gráfico adjunto se observa cómo el volumen de comercio mundial se encuentra en un punto de inflexión negativo. Nos aproximamos a otra crisis global. Y entonces, ¿qué nuevo mito se inventarán?

Deja una respuesta