SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Misterios en la destitución de Pedro J.

No tiene pies ni cabeza que Pedro J. diga, en su emotivo adiós a la Redacción del diario El Mundo, que el periódico no cambiará su línea informativa y editorial bajo la dirección de Casimiro García-Abadillo y que a la vez señale al Rey y a Rajoy como inductores de su cese en la dirección del diario que a él le gustaría continuar dirigiendo toda su vida, como declaró. Si eso ha sido así, ¿por qué no se van todos con Pedro J. a la cabeza?

Esta situación nos conduce a la paradoja de Lampedusa, en El Gatopardo, cuando afirma: “Si queremos que todo siga como está necesitamos que todo cambie”. O dicho de otra manera, puede que estemos asistiendo a una destitución en dos fases en la que el trabajo sucio del cese de Pedro J. lo hacen los italianos de RCS MediaGroup, la empresa propietaria del diario, y el verdadero vuelco editorial e informativo lo harán los que serán, a corto o medio plazo, los nuevos dueños españoles del periódico en pos del vuelco editorial o de una fusión con La Razón o ABC, tal y como lo advirtió el propio Pedro J., que puso en hora ‘la cuenta atrás’ para esa cita, y en ese caso se culminará la definitiva caza y captura del fundador y director de El Mundo durante los últimos 24 años.

En realidad su destitución confirma que las cosas en El Mundo ya han cambiado. De lo contrario el periódico habría titulado hoy su cese diciendo: “El Rey y Rajoy fuerzan la destitución de Pedro J. en El Mundo“. Que es lo que vino a decir el propio Pedro J. a su Redacción en su despedida, enseñando las portadas de la princesa Corinna y la cacería de elefantes del Rey, o aquellas otras de sus cuatro horas de conversación con Bárcenas, o de los originales de sus papeles de la doble contabilidad del PP y los SMS de Rajoy a Bárcenas, diciendo que con esas informaciones comenzaron sus desgracias hasta el cese final.

Sin embargo Pedro J. no aclaró si esta presunta injerencia del Rey y de Rajoy en su cese le fue comunicada por los dueños del diario o si estos hicieron mención a los malos resultados económicos de El Mundo, los que Pedro J. camufló hablando de lo bien que le va su proyecto de Orbyt. Ni tiene sentido que Pedro J. continúe en la empresa como articulista y asesor editorial salvo que todo ello esté relacionado con su suculenta indemnización. Aunque sí ha dicho Pedro J. que si sus liquidadores culminan la hazaña con el vuelco definitivo de la línea informativa y editorial él fundará otro diario, como lo hizo Indro Montanelli en Italia a los 83 años.

Es decir, primero aguantar el tirón, cobrar y esperar poniendo, eso sí, a prueba la paciencia de los dueños del diario frente a las que serán sus implacables tribunas dominicales, salvo que él también se preste a cambiar. No en vano en el entorno del exdirector de El Mundo hemos podido escuchar un comentario parecido a lo de ‘no hay mal que por bien no venga’. Sobre todo si el periódico no tenía salvación económica y Pedro J. se salva ahora de la quiebra, se lleva una buena indemnización y además se convierte en héroe y víctima de los mas altos poderes de la política y puede que de otros sectores del poder financiero y empresarial.

Las piezas del puzzle planteado no encajan con facilidad y existen huecos y notables contradicciones difíciles de explicar porque su permanencia en el diario donde lo han maltratado es imposible de explicar. A no ser que esté pensando en volver al frente del diario a la primera oportunidad, no en vano hizo extrañas referencias al Ángel de la Guarda o a la paloma del Espíritu Santo que podrían haberle salvado del cese en el último momento, pero que ninguno de los dos llegó a tiempo para lograr su salvación. El asunto, sin lugar a dudas, continuará y el próximo domingo veremos cuál es su última versión y si en ella se incluyen las clausulas de su cese, lo que nos permitiría hacer una más completa valoración.

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