México acusa a la corrupción en EE UU

México un problema interno de EE UU

Calderón reclamó «un cambio de actitud en la sociedad y en el gobierno de Estados Unidos» y señaló que la principal causa de los problemas asociados al crimen organizado «es tener al lado nuestro al consumidor (de drogas) más grande del mundo».

El residente de México, Felipe Calderón, afirmó que el fenómeno del tráfico de drogas También responde a un fenómeno de corrupción en Estados Unidos, a cuyo gobierno reclamó «un cambio de actitud» y un mayor control en la venta de armas de las que se abastecen los cárteles mexicanos.»El tráfico de drogas en Estados Unidos también obedece a un fenómeno de corrupción de autoridades americanas. Yo quiero saber cuántas autoridades estadounidenses han sido llevadas a juicio por ese tema», dijo Calderón.El mandatario sostuvo que «Estados Unidos tiene una grave responsabilidad» en el tema del tráfico de narcóticos que sale de México y expresó su esperanza de que su homólogo estadounidense, Barack Obama, asumirá «a cabalidad esa responsabilidad».México y Estados Unidos comparten una frontera de 3 mil kilómetros, en varios de cuyos puntos los cárteles de narcotraficantes del paí­s latinoamericano libran una guerra por el trasiego de drogas hacia el vecino del norte, el mayor consumidor mundial de cocaí­na.En este sentido, Calderón reclamó «un cambio de actitud en la sociedad y en el gobierno de Estados Unidos» y señaló que la principal causa de los problemas asociados al crimen organizado «es tener al lado nuestro al consumidor (de drogas) más grande del mundo».»El mayor poder dado al crimen organizado a través de las armas viene de Estados Unidos. Desde 2006 hemos decomisado 27 mil armas, entre las que hay desde lanzamisiles hasta 2 mil 500 granadas, e incluso hemos encontrado uniformes y armas del Ejército estadunidense», detalló el gobernante.El gobierno de Calderón ha desplegado a 36 mil militares y otros miles de policí­as en los puntos más calientes de actuación de los cárteles de la droga, embarcados en una guerra por el control del mercado estadunidense que ha dejado más de 5 mil 300 ejecuciones en 2008 y alrededor de mil 100 en lo que va de 2009.El vicecanciller mexicano Carlos Rico Ferrat ha denunciado este miércoles que parte del fracaso de la lucha contra el tráfico de armas en la frontera se debe a que funcionarios estadounidenses tanto federales como estatales mantienen ví­nculos con el crimen organizado de México.»En la desarticulación de grupos de tráfico de armas que hemos visto en el último año, hemos podido constatar el involucramiento en esos grupos de autoridades locales y en algunos casos federales norteamericanas, no nada más aquí­ tenemos un problema… hay un problema en los dos lados», ha dicho Rico Ferrat, viceministro para América del Norte de la Cancillerí­a mexicana, aunque no ha facilitado más detalles de esos nexos ni los nombres de los funcionarios involucrados.A pesar de todo lo que se suele decir de la boca para afuera en cuanto a las relaciones con México (y, de hecho, con América Latina en términos más generales) desde los tiempos de Franklin D. Roosevelt a Obama, la verdad es que lo que ocurre en México siempre ha tenido poca incidencia en los presidentes estadounidenses. No hay duda de que la inmigración ilegal es un problema importante, así­ como el narcotráfico, pero el gobierno estadounidense siempre los ha considerado como problemas más bien nacionales que como preocupaciones esenciales de su polí­tica exterior.De hecho, en los Estados Unidos se parte del supuesto que la polí­tica de México acerca de la inmigración ilegal y las drogas será prerrogativa de la nueva secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano (que fue gobernadora de un estado fronterizo). Mientras tanto, los departamentos del Tesoro y Comercio manejarán la polí­tica comercial acerca del Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio.EE UU considera a México como un problema interno. Con las declaraciones del pentágono y las agencias de inteligencia advirtiendo que México puede convertirse en un estado fallido, se abre el camino a reforzar el apoyo militar contra el narcotráfico através del plan Mérida. En última instancia preparar el camino a una intervención directa de EE UU en México.

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