Selección de prensa nacional

Metástasis en el Paí­s Vasco

Si algo demuestran las conclusiones del último Euskobarómetro es que el nuevo Gobierno presidido por el socialista Patxi López va a encontrar aún más dificultades de las que eran previsibles para dotar de estabilidad polí­tica y social al Paí­s Vasco. El dato de que seis de cada diez vascos no comparten el pacto alcanzado entre el PSE-EE y el PP para impedir que los nacionalistas monopolicen el poder una legislatura más, y el hecho de que prácticamente la mitad de los consultados dude de la legitimidad de la nueva mayorí­a, hacen prever que la tarea de adaptación a un Ejecutivo por fin constitucionalista va a ser ardua y muy compleja

EL PAÍS. Los resultados del Euskobarómetro muestran, sin duda, la difícil realidad olítica con la que tendrá que lidiar el Gobierno socialista de López con el apoyo del Partido Popular de Basagoiti. Por el momento, ambos se han demostrado suficiente lealtad, y ello ha propiciado algunos aciertos políticos. Entre otros, hacer que Euskadi haya dejado de ser el foco de crispación entre partidos democráticos que irradiaba sobre la totalidad del país y haya pasado a ser un estímulo para la responsabilidad política y para el consenso en asuntos fundamentales. Y Navarra no podía quedar al margen de este clima. EXPANSIÓN. “Economía española: el desastre va a continuar", los expertos de UBS vaticinan una caída del precio de la vivienda de, como mínimo, otro 20% y una tasa de desempleo del 25% "El mercado laboral continuará deteriorándose rápidamente, lo que provocará tensiones en el resto de la economía. Nuestro enfoque sugiere que la tasa de desempleo subirá significativamente por encima del 20% el año que viene". En el informe, UBS afirma que espera que el pico de desempleo se sitúe en el 25%. Editorial. ABC METÁSTASIS EN EL PAÍS VASCO SI algo demuestran las conclusiones del último Euskobarómetro es que el nuevo Gobierno presidido por el socialista Patxi López va a encontrar aún más dificultades de las que eran previsibles para dotar de estabilidad política y social al País Vasco. El dato de que seis de cada diez vascos no comparten el pacto alcanzado entre el PSE-EE y el PP para impedir que los nacionalistas monopolicen el poder una legislatura más, y el hecho de que prácticamente la mitad de los consultados dude de la legitimidad de la nueva mayoría, hacen prever que la tarea de adaptación a un Ejecutivo por fin constitucionalista va a ser ardua y muy compleja. Más aún con la despechada y combativa conducta demostrada por el PNV desde el mismo instante en que comprobó que la suma de los votos de socialistas y populares pondría fin a casi treinta años de exclusividad, privilegios y clientelismo. Sólo dos de cada diez vascos apoya abiertamente el vigente acuerdo de gobernabilidad, y aunque los números cuadren a la hora de aprobar leyes, es una cifra raquítica que sigue reflejando el estrabismo político de una parte importante de la sociedad vasca, incapaz de admitir -ideologías legítimas al margen- que los graves errores y el desgaste del nacionalismo en Ajuria Enea ya eran inasumibles porque ese camino sólo conducía al abismo de un soberanismo imposible. La sociedad vasca continúa profundamente dividida y, según el Euskobarómetro, una importante mayoría no parece dispuesta siquiera a dar muchas oportunidades a su primer Gobierno no nacionalista. Sin embargo, el tiempo debe correr a favor del lendakari López a la vista de que, si semanas atrás el CIS atribuía a un escaso 10 por ciento el respaldo ciudadano al nuevo Gobierno, ahora el Euskobarómetro lo eleva al 20 por ciento. Es un avance insuficiente, pero un avance, en cualquier caso, que debe mover a López a rearmar al País Vasco en tres ámbitos: políticamente, con la presencia incondicional del lendakari en las instituciones, poniendo fin de modo irreversible a los caprichosos vetos y los chantajes de Ibarretxe; simbólicamente, con la recuperación en las calles y en las sedes oficiales de todos los símbolos constitucionales que el nacionalismo ha despreciado a conveniencia durante años, incumpliendo sistemáticamente sentencias firmes del Tribunal Supremo; y anímica y socialmente, en la conciencia de que la mejor manera de perder el miedo a ETA es precisamente acabar con ETA. Sin embargo, esta labor de concienciación no será fácil en una sociedad anestesiada por demasiados años de imposiciones nacionalistas trasnochadas, de amenazas y de humillantes cesiones a ETA. No en vano, son casi seis vascos de cada diez los que aún consideran contraproducente para su futuro la exclusión de la izquierda proetarra de las urnas y las instituciones, y -más llamativo aún- son ocho de cada diez los que abogan por una negociación entre el Gobierno y ETA, esté o no condicionada a una declaración previa de abandono de las armas. Es la evidencia de que queda mucho por hacer contra esta metástasis que hasta ahora el nacionalismo se había encargado de extender en sumisa complicidad con los terroristas. La legitimidad democrática del nuevo Gobierno vasco está fuera de toda duda y en ella ha de residir el invasivo tratamiento para que la metástasis del miedo a un futuro más libre quede erradicada. ABC. 4-7-2009 Editorial. El País EL LIDERAZGO DE LÓPEZ La visita del lehendakari, Patxi López, a Navarra, después de 13 años de incomunicación entre ambos Gobiernos autónomos, marca un punto de inflexión con la política de sus predecesores, en especial con Juan José Ibarretxe. El gesto de López ha contribuido a desactivar la tensión con la que se acogían en Navarra las especulaciones del nacionalismo vasco sobre el futuro de la comunidad foral. Con este encuentro en Pamplona, el nuevo lehendakari ha querido señalar ante su anfitrión, Miguel Sanz, que el marco para las relaciones entre ambas autonomías es el sistema constitucional, no las ensoñaciones históricas en las que el mundo abertzale pretende apoyar sus reivindicaciones y que los sectores soberanistas del PNV no han rechazado.El encuentro de Navarra ha coincidido con la publicación de un Euskobarómetro que revela que la desconfianza hacia el Gobierno de Patxi López es mayoritaria entre los vascos. O, al menos, lo era hasta el pasado 5 de junio, fecha en la que se realizaron las últimas encuestas para la elaboración del sondeo. A partir de entonces, los acontecimientos han permitido calibrar el tipo de liderazgo que pretende desarrollar el nuevo lehendakari, y en el que se enmarca el encuentro de ayer con el presidente navarro. Ante el primer atentado terrorista perpetrado desde su toma de posesión, López encontró el tono y los conceptos adecuados para un discurso que, sin traicionar la continuidad institucional, lograra transmitir, sin embargo, un renovado e inequívoco compromiso del Ejecutivo vasco contra el crimen y la extorsión.López ha abordado además una asignatura pendiente desde que el Gobierno central, en tiempos del Partido Popular, rompió con el Ejecutivo vasco: normalizar las relaciones institucionales entre ambas Administraciones como partes integrantes del mismo Estado. Con Ibarretxe en Ajuria Enea y Zapatero en La Moncloa se avanzó con respecto a épocas anteriores, en las que la incomunicación era absoluta. Pero el carácter excepcional, como de gran acontecimiento político, con que el Gobierno vasco pretendía revestir los raros encuentros con el Ejecutivo central acentuaba su carácter equívoco: si por una parte se presentaban como expresión de la rutina institucional, por otra se exhibían como citas entre dirigentes de dos Estados distintos.Los resultados del Euskobarómetro muestran, sin duda, la difícil realidad política con la que tendrá que lidiar el Gobierno socialista de López con el apoyo del Partido Popular de Basagoiti. Por el momento, ambos se han demostrado suficiente lealtad, y ello ha propiciado algunos aciertos políticos. Entre otros, hacer que Euskadi haya dejado de ser el foco de crispación entre partidos democráticos que irradiaba sobre la totalidad del país y haya pasado a ser un estímulo para la responsabilidad política y para el consenso en asuntos fundamentales. Y Navarra no podía quedar al margen de este clima. EL PAÍS. 4-7-2009 Crónica. Expansión EL DESASTRE VA A CONTINUAR, LA VIVIENDA CAERÁ OTRO 20% Y EL PARO LLEGARÁ AL 25% El banco suizo UBS ha publicado un informe en el que muestra un especial pesimismo ante la situación de la economía española. Bajo el epígrafe: "Economía española: el desastre va a continuar", los expertos de la firma vaticinan una caída del precio de la vivienda de, como mínimo, otro 20% y una tasa de desempleo del 25%.En su informe, UBS asegura que el comportamiento económico español ha mostrado recientemente un agudo deterioro, debido al estallido de la burbuja inmobiliaria, que ha provocado una reducción del peso del sector en la economía y del precio de la vivienda. Sin embargo, la firma advierte de que los problemas no se limitan a ese sector y que ve "pocas razones para el optimismo en el futuro". "El mercado laboral continuará deteriorándose rápidamente, lo que provocará tensiones en el resto de la economía. Nuestro enfoque sugiere que la tasa de desempleo subirá significativamente por encima del 20% el año que viene". En el informe, UBS afirma que espera que el pico de desempleo se sitúe en el 25%.El banco suizo destaca también otro motivo de preocupación: el estado de las finanzas públicas, "que se está deteriorando a un nivel extremadamente rápido". En este sentido, no obstante, UBS afirma que el margen de maniobra a largo plazo es amplio, ya que España cuenta con bajos niveles de deuda pública y una presión fiscal por debajo de la media de la Unión Europea. Esto quiere decir que el Gobierno puede seguir endeudándose y seguir subiendo los impuestos para recaudar más.A corto plazo, sin embargo, UBS afirma que el margen de maniobra del Gobierno para implementar nuevos estímulos fiscales "es muy limitado", debido al "déficit público abismal" que deben soportar los presupuestos anuales del Estado.A futuro, en los próximos 2 a 5 años, UBS prevé que "la crisis impondrá un vasto cambio estructural en la economía española y que un nuevo patrón de crecimiento deberá emerger", antes de dar por hecho de que la economía emprenderá una recuperación sostenible."Y eso llevará años", adiverte la firma."Como mucho [cuando pase la crisis] creemos que España crecerá en torno al 2% cuando la situación se estabilice", lo que supone un punto porcentual por debajo de la media de la última década. EXPANSIÓN. 3-7-2009

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