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Merkel no puede contener su ira contra Chipre

Angela Merkel es conocida por sus medidos enfoques para moderar los temas más controvertidos. La crisis de Chipre, sin embargo, ha enfurecido a la canciller alemana. En las reuniones parlamentarias del viernes por la mañana, hizo muy poco para disimular su furia – aunque algunos echan la culpa sobre su propios hombros .Parlamentarios de la coalición rara vez han visto a la canciller Angela Merkel tan molesta. Ya fueran derrotas electorales, disputas internas en el gobierno o la crisis del euro, casi siempre encuentra palabras moderadas incluso cuando el pánico le entra a los demás. Ella se ha ganado la reputación de ser fría y calculadora.Pero la situación en Chipre parece haber desgastado sus nervios. En las reuniones con los parlamentarios de la facción conservadora y más tarde con sus socios de coalición, los Demócratas Libres (FDP), rápidamente quedó claro que su paciencia con Chipre se está acabando. Junto con el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, no dejó ninguna duda acerca de su frustración con el nuevo plan de Nicosia para recaudar los 5.800 millones de capital que tanto necesitan.Merkel desaprueba la propuesta chipriota, que implica el empaquetamiento de los activos del Estado, que incluyen los fondos de pensiones del país, en un «Fondo de Solidaridad» para respaldar la emisión de bonos. Según las informaciones del viernes, no es la única. La troika, integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, está de acuerdo con su evaluación.¿Qué pasara ahora? «Espero que no ocurra un accidente», dijo Merkel a los parlamentarios del FDP de acuerdo con un participante de la reunión. Merkel ha advertido de un posible efecto dominó si un Estado miembro de la zona euro cayera en la insolvencia. Pero ahora, su gobierno ya no excluye tal posibilidad.La canciller está particularmente frustrada por la falta de comunicación con los líderes chipriotas a pesar de que la situación empeora dramáticamente. Algunos en su partido incluso han utilizado la palabra «autista» para describir la aparente falta de voluntad de Nicosia de comunicarse con Berlín. «Lo que nunca he experimentado antes es que, a lo largo de un período de días, no haya habido ningún contacto con la UE o con la troika», le habría dicho Merkel a los parlamentarios. Y han sido días críticos. El martes, el parlamento chipriota rechazó un paquete de rescate de la zona euro que incluye 10 mil millones del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), el fondo de ayuda permanente de la zona euro, y 5.800 millones recaudados a través de un impuesto por una sola vez en las cuentas de ahorro de los bancos chipriotas. Desde entonces, Nicosia ha estado tratando frenéticamente de armar un «Plan B» Pero han proporcionado poca información fiable acerca de ese plan a los que en última instancia serán responsables de evitar al país caer en la insolvencia.Aun sin datos precisos, sin embargo, Berlín se mantiene firme sobre uno de los aspectos del Fondo de Solidaridad: el saqueo del fondo de jubilación del país está fuera de cuestión, dijo Merkel, de acuerdo a los parlamentarios conservadores presentes en las reuniones de la mañana del viernes. También lanzó una advertencia clara: Chipre no debe probar la paciencia de la troika. Volker Kauder, un destacado miembro del grupo demócrata cristiano de Merkel en el Parlamento, había dicho previamente que «Chipre está jugando con fuego».»Queremos que Chipre permanezca en la zona euro», subrayó Merkel durante su reunión con los parlamentarios del FDP. Sin embargo, dijo airadamente, según los participantes, que el país está «llevando las cosas más allá de lo que hemos visto hasta ahora.» Europa, dijo, no debe abandonar sus principios, si no «todo» estará en duda. Se refería al principio que ella ha seguido a medida que la crisis del euro ha avanzado: Europa ofrece a los países la solidaridad y la ayuda, pero sólo a cambio de esfuerzos para mejorar la responsabilidad fiscal. Merkel dejó claro que no ha visto esos esfuerzos por parte de Chipre. El país aún no se ha dado cuenta de que su modelo de negocio ha llegado a su fin, dijo Merkel a los parlamentarios el viernes.Chipre no es comparable con las anteriores operaciones de rescate de la zona euro, principalmente por el tamaño exagerado de su sector bancario. Muchos rusos ricos han depositado su dinero en los bancos de la isla. Alrededor de 70 mil millones de euros están depositados en las cuentas de ahorro chipriotas – frente a un producto interior bruto anual de sólo 18 mil millones de euros.Esa es una razón de que el paquete de rescate original incluyera el controvertido impuesto sobre los titulares de cuentas de ahorro. La UE también está ansiosa por evitar inflar la deuda soberana de Chipre a niveles insostenibles. En la mañana del viernes, Merkel defendió el impuesto una vez más, diciendo que las tasas de interés de las cuentas de ahorro son mucho más altas en Chipre que en Alemania y que un impuesto de una sola vez es por eso aceptable. Ella admitió, sin embargo, que las pequeñas cuentas deben ser excluidos del impuesto.En el plan original no fueron excluidos, sin embargo. Alemania se opuso a hacer excepciones – lo que ha provocado con toda razón críticas a Schäuble y Merkel. De hecho, no fueron sólo los chipriotas los que encontraron el impuesto a las pequeñas cuentas de ahorro injustificable, sino que la confianza en los bancos amenazó con socavar toda Europa. El gobierno alemán ha admitido que la comunicación no fue óptima a escala europea. Si hubiera sido mejor, es posible que el drama chipriota hubiera sido evitado por completo.Ahora, el tiempo se está acabando. Parece poco probable que cualquier tipo de gravamen forme parte de cualquier paquete para ayudar a evitar la insolvencia chipriota. Pero las esperanzas de un paquete –uno que sea aceptable para Alemania y Europa– están desapareciendo. Parlamentarios de la coalición en Berlín son cada vez más pesimistas. Cuando se le preguntó si pensaba que una quiebra chipriota era posible, el veterano político de la CDU Norbert Barthle dijo: «No se puede descartar».Merkel, por su parte, tuvo que esforzarse el viernes para volver a las palabras moderadas por las que se ha hecho famosa. Insistió en que se trata de «ser emocionalmente inteligente». Sobre este particular, el viernes no fue un día fácil.

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