Eslavos y Tony Kushner

Mensaje en la botella

Con motivo del 20º aniversario de la caí­da del Muro de Berlí­n, hemos querido abordar una de las obras más valientes y revolucionarias, en sus formas y contenido, de un dramaturgo imprescindible en el teatro contemporáneo: «Eslavos» y Tony Kushner. Ninguna otra obra antes, ni después, ha reflejado de forma tan honrada y creativa una encrucijada en torno a la que todaví­a algunos, con la boca pequeña, pretenden crear confusión.

El 15 de Agosto de 1997 tuvo lugar en la sede de Unificación Comunista de Esaña una lectura dramatizada de la obra de teatro “Eslavos” protagonizada por algunos de los actores que fueron dirigidos por Jorge Lavelli en la representación en Madrid; entre ellos estaba la actriz Blanca Portillo. También asistió en aquella ocasión Carla Matteini, responsable de la traducción de la obra. Ese mismo año se había estrenado la obra de Tony Kushner en el Centro Dramático Nacional María Guerrero. Ocho años después de la caída del Muro de Berlín, la herida estaba abierta y sangraba a borbotones. Los restos radioactivos del pulpo soviético cambiaban camaleónicamente en una auténtica ceremonia de la confusión como si nunca hubieran sido lo que fueron; ocurría en España como en todo el mundo. Pero esta “obra breve en un Prólogo, Tres Actos y un Epílogo” contribuyó, desde los escenarios, a desbrozar a hierro candente la subversión sembrada sobre el acontecimiento más decisivo del siglo XX: la transformación de la primera experiencia de un país socialista en una potencia socialfascista y socialimperialista. Sintetizando “el rechazo incondicional al secuestro de la voluntad y la energía de un pueblo en nombre de nada ni de nadie, sea el Estado, el Partido, la bandera roja, el Socialismo…”, a través de la oposición entre “el corazón y la cabeza”. Dos babushkas barriendo la nieve del Soviet Supremo mientras debaten sobre los problemas fundamentales en la construcción del socialismo; burócratas del PCUS a las puertas de la Perestroika respirando con crudeza su verdadera naturaleza fascista; dos amantes lesbianas emborrachándose en “los Archivos Pan-Soviéticos para la Investigación del Materialismo Cerebro Cefalognómico Histórico-Biológico” en el que se conservan los cerebros de Stalin o Breznev; una oncóloga socialista que reclama a Lenin una respuesta y una niña radioactiva que dotada del habla que nunca poseyó enfrenta la pregunta decisiva: “¿qué conclusiones debemos sacar del naufragio?”. En aquel Agosto de 1997 la Secretaría de Cultura de UCE envió una carta a Tony Kushner haciéndole llegar la invitación a participar en la lectura dramatizada y en un debate en torno a las preguntas que millones de revolucionarios se hacían en todo el planeta. No fue posible en aquella ocasión. Pero doce años después aquel mensaje metido en una botella ha tenido respuesta. En esta ocasión y desde estas páginas, con motivo del 20º aniversario de la caída del Muro de Berlín, hemos querido abordar una de las obras más valientes y revolucionarias, en sus formas y contenido, de un dramaturgo imprescindible en el teatro contemporáneo: “Eslavos” y Tony Kushner. Por el interés y la extensión de la entrevista, será editada en dos entregas que iniciamos en este número.

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